CRISTO ES PRECIOSO
PARA LOS QUE CREEN
“Por lo cual también contiene la Escritura:
He aquí, pongo en Sion la principal piedra del ángulo, escogida, preciosa.
Y el que creyere en él no será avergonzado.
Para vosotros, pues, él es precioso; pero para los que no creen,
la piedra que los edificadores desecharon ha venido a ser la cabeza del ángulo”

(1ª Pedro 2:6-7)
      Una de las piedras preciosas más buscadas y deseadas son los diamantes. Ahora bien, la formación del diamante no sucede de una manera simple y relajada, se requiere que el carbono del cual saldrá la piedra preciosa y duradera sea sometido a un proceso intenso de fuerzas geológicas. Puesto en otras palabras, el carbono debe de sufrir antes de poder brillar como un diamante precioso y duradero. Cuando el carbono es sometido a altas cantidades de energía se produce la cristalización de este dando lugar a la preciosa gema. Los diversos átomos que conforman el carbono se disponen en una estructura dando lugar no solamente a una piedra preciosa sino también una gema prácticamente indestructible. El diamante tiene la fama de ser una piedra de cualidades superlativas, entre estas se encuentra la de su dureza. El diamante se sitúa entre aquellos materiales que tiene la mayor dureza de entre los materiales conocidos por el ser humano. Por tanto, el diamante es una gema preciosa y sólida.
Devocional Semanal - Pastor Rubén Sánchez
"...y le puso por nombre Eben-Ezer, diciendo: Hasta aquí nos ayudó Jehová" (1ª Samuel 7:12)
      Y el que creyere en él no será avergonzado. Para vosotros, pues, los que creéis, él es precioso; pero para los que no creen, la piedra que los edificadores desecharon ha venido a ser la cabeza del ángulo” (1ª Pedro 2:6-7). ¿Por qué Cristo es precioso? ¿Qué preciosura tiene Cristo para los que creen en él? Pedro nos deja ver varias cosas en cuanto a la preciosura de Cristo. Primero Cristo es precioso por ser la piedra escogida y preciosa por Dios mismo. Segundo, Cristo es precioso para los que creen debido a que es la piedra fundamental sobre la cual el creyente es edificado y vindicado.
MEDITACIÓN

Cristo comparó el evangelio del reino a aquel que encontraba una piedra preciosa en un campo y que vendió todo lo que tenía para comprar el campo y quedarse con la piedra de gran valor. Que piedra preciosa nos ha sido dada por gracia a nosotros, los que hemos creído. Sirva el himno Prefiero a Cristo para contemplar y meditar cuán precioso es Cristo para los que creen.

Prefiero a Cristo que el oro mortal
Suyo prefiero que andar en el mal
Mejor es mi Cristo que todo oropel;
Prefiero ser guiado por su mano fiel.
MARTES

Salmo 2:1-12; Hebreos 1:1-5

MIÉRCOLES

Salmo 2:6-9; Mateo 28:18-20; Apocalipsis 2:26-27

JUEVES

Salmo 110:1-7; Efesios 1:20-22

VIERNES

Salmo 110:4-7; Hebreos 7:1-28

SÁBADO

1ª Pedro 2:1-8
      Cuando se contempla la gema formada en las mismas entrañas de la tierra y sometida a gran estrés y tensión geológica, no solamente se está contemplando una gema preciosa sino también una gema de dureza sorprendente. Esto es lo que hace que el diamante sea tan valioso, precioso y deseado. Preciosa piedra es el diamante para aquellos que la saben apreciar y precioso es Cristo para aquellos que en él creen. Según el apóstol Pedro, Cristo es la piedra preciosa escogida por Dios, Cristo es piedra del ángulo puesta en el templo de Dios y preciosa para aquellos que en él creen “Por lo cual también contiene la Escritura: He aquí, pongo en Sion la principal piedra del ángulo, escogida, preciosa.
      Como escogido y precioso por Dios ha sido puesto como piedra preciosa y escogida en Sion, el templo de Dios. Dios determinó en el antiguo testamento como debía de ser su templo y ahora nuevamente Dios establece como ha de ser su nuevo templo. Cristo es la piedra viva, escogida, preciosa y piedra principal del ángulo del templo de Dios He aquí, pongo en Sion la principal piedra del ángulo, escogida, preciosa. Y el que creyere en él no será avergonzado (v.7). Cristo fue sometido a las fuerzas más terribles que jamás hayan existido, en el Calvario cielo e infierno desataron su batalla final, la ira, justicia, pecado y muerte azotaron a Cristo en la cruz, pero como el carbono sometido a tensión que se torna en diamante precioso, Cristo resucitó como piedra preciosa y viva. Como tal Dios le puso como piedra principal de su nuevo templo vivo, la iglesia. Sobre la piedra viva y preciosa del Cristo resucitado nos edificamos como piedras vivas y ofrecemos nuestra adoración (v.5). Cierto es que nuestro mundo sigue desechando a Cristo, sigue burlando la fe cristiana pero el que creyere en él no será avergonzado”. No es el mundo quien vindica a Cristo, fue la gloriosa resurrección aquello que le vindicó y no es sobre la opinión del mundo sino sobre el Cristo resucitado que se encuentra nuestra fe y vindicación, siendo así “para vosotros, pues, él es precioso”. Pero para los que no creen, Cristo la piedra preciosa “ha venido a ser cabeza del ángulo y piedra de tropiezo”. Sea como sea, Cristo es vindicado, para nosotros, los que creemos como piedra preciosa y para los que no creen como piedra de tropiezo.
      “Por lo cual también contiene la Escritura: He aquí, pongo en Sion la principal piedra del ángulo, escogida y preciosa”. Citando a Isaías 28:16 Pedro determina que la misma Escritura argumenta que Cristo no solamente es la piedra del templo en Sion, sino que es piedra escogida y preciosa, ¿escogida y preciosa por y para quién? Ciertamente no para los hombres sino para Dios Padre, “acercándoos a él, piedra viva, desechada ciertamente por los hombres, mas para Dios escogida y preciosa” (v.4). Ningún ser humano por su propia iniciativa encontró ni encontrará jamás belleza y preciosura en Cristo.
      Cristo es contemplado por un ser humano pecador como alguien sin parecer, ni hermosura, sin atractivo para ser deseado (Isaías 53:2), fue y sigue siendo desechado como alguien sin hermosura. Ahora bien, la hermosura de Cristo no depende de lo que el ser humano determine de él. Su preciosura reside primeramente en que Dios Padre lo escogió y para él es precioso. El Dios omnisciente declaró precioso a su Hijo Cristo ¿qué mayor afirmación de hermosura podríamos desear que la declaración divina? ¿Qué más podría necesitarse para contemplar la preciosura de Cristo que la elección y declaración del único y sabio Dios?
      Que gran descanso es saber que la hermosura de Cristo no reside en los cánones de belleza y valores humanos sino divinos. Gracias a que Cristo es precioso para el Padre, su belleza no es cuestión de modas ni tiempos, su belleza está ligada a la misma eternidad. Contemplar a Cristo es contemplar la hermosura y belleza sublime del único Dios vivo y verdadero. Ahora bien, esta belleza es en cierta manera exclusiva. Aun y cuando Cristo es precioso sin depender de opiniones, él lo es para aquellos que creen.
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TEXTOS PARALELOS PARA MEDITAR