NO SEGUIMOS
FÁBULAS ARTIFICIOSAS
“Porque no os hemos dado a conocer
el poder y la venida de nuestro Señor Jesucristo siguiendo fábulas artificiosas,
sino como habiendo visto con nuestros propios ojos su majestad”
(2ª Pedro 1:16)
      Nuestro mundo es un mundo “fabuloso” pero si se permite el juego de palabras, “fabuloso” no en el sentido de maravilloso sino de fábulas. Corren tiempos idóneos para la creación de fábulas e historias. La falta patente de verdad absoluta genera el caldo de cultivo perfecto para la creación e invención de fábulas cuya base no es precisamente la verdad sino más bien el anhelo y deseo - en algunos casos sin consciencia de ello y en otros casos con consciencia clara - de querer confundir a la gente para los intereses mayores de unos pocos. Corren tiempos en los cuales, usando las palabras del apóstol Pablo al joven Timoteo, “fábulas de viejas” y largas “genealogías” ocupan una parte importante del tiempo de muchos. Agencias enteras se dedican a crear fábulas modernas, lo que hoy en día serían las “fake news”, mientras que otros invierten todo su tiempo y dinero en intentar desenmascarar las fábulas de nuestro mundo del siglo XXI. El creyente y la iglesia de Cristo que está presente en el mundo no es ajena al impacto de dichas fábulas modernas. El gran peligro surge cuando las fábulas de nuestro tiempo se entremezclan con las enseñanzas de las Escrituras desvirtuando total y en muchas ocasiones irreverentemente la verdad del evangelio, la verdad de la Palabra de Dios. Triste es cuando muchos creyentes se ven inmersos en fábulas que son dañinas para su fe y esperanza, fábulas que son capaces de desvirtuar, alejar y desanimar al creyente de su esperanza última, fábulas que crean más disputas que edificación. Triste es ver como puede invertirse más tiempo en esas fábulas de viejas que no en las enseñanzas de la inspirada palabra de Dios y en la gran esperanza del retorno de nuestro Señor Jesucristo. El apóstol Pedro tenía claro el peligro que para los creyentes podían tener las fábulas artificiosas que corrían en el primer siglo. Pedro tenía claro que esas fábulas estaban desvirtuando la gran esperanza de la segunda venida de Jesucristo y dañando así la esperanza de los creyentes. Por ello les escribió y les dijo: “porque no os hemos dado a conocer el poder y la venida de nuestro Señor Jesucristo siguiendo fábulas artificiosas, sino como habiendo visto con nuestros propios ojos su majestad” (2ª Pedro 1:16).


      Las palabras del apóstol Pedro a esos creyentes se centran en la gran esperanza de la segunda venida del Señor Jesucristo “porque no os hemos dado a conocer el poder y la venida de nuestro Señor Jesucristo”. No puede perderse de vista que la fe cristiana tiene una esperanza sólida, firme y segura. Ahora bien, esta esperanza no es algo abstracto, sino que está ligada de manera directa a la segunda venida de Jesucristo. Con su segunda venida, Cristo Jesús llevará a consumación la gran salvación que obró y aseguró en su primera venida. Con su retorno la gran salvación de los suyos llegará a su consumación final y la herencia guardada en los cielos para la iglesia será una realidad que gozaremos. Por tanto, no hay mayor esperanza que esperar a nuestro Señor Jesucristo. Toda la historia de la salvación contenida, narrada e interpretada en la Biblia termina con este gran grito de esperanza “el que da testimonio de estas cosas dice: Ciertamente vengo en breve. Amén, sí, ven, Señor Jesús” (Apocalipsis 22:20). Siendo así, desvirtuar la segunda venida de Jesucristo con fábulas es desvirtuar gravemente la esperanza final de todo cristiano al tiempo que también es desvirtuar la conducta presente del cristiano. Esto estaba pasando en el primer siglo concretamente entre aquellas iglesias a las que escribió el apóstol Pedro.
Pastor Rubén Sánchez
Devocional Semanal - Pastor Rubén Sánchez
"...y le puso por nombre Eben-Ezer, diciendo: Hasta aquí nos ayudó Jehová" (1ª Samuel 7:12)
Copyright 2013 Iglesia Evangélica Bautista "Piedra de Ayuda" - C/San Eusebio, 54 - 08006 Barcelona. España
Pastor Rubén Sanchez Noguero - Móvil: 610.224.965 - emali: rsanchez111@yahoo.es
Padre celestial, ayúdame a no caer en fábulas creadas para desviarme de la esperanza que tenemos en Cristo. Padre ayuda a mis hermanos a no malgastar su tiempo y devoción en fábulas artificiosas. Padre ayúdanos como iglesia a estar atentos a tu palabra como antorcha que nos alumbra hasta que nuestro Señor Jesucristo resplandezca en su venida. Amén.
MARTES

Leer: 2ª Pedro 1:16-21

Meditar: ¿Cuál crees que era el problema principal que vivían aquellos creyentes? ¿Qué es aquello que Pedro quiere que conozcan? ¿Qué evento histórico muestra el apóstol para demostrar que su mensaje de la venia de Cristo no son fábulas? ¿Cuál es el centro de la revelación traída en el monte? ¿Cuál es la revelación profética más segura? ¿Por qué crees que la revelación que viene en la palabra es más segura? ¿Cómo llegó esta revelación según los vv.20-21? ¿Qué aplicación crees que pueden tener estos versículos para tu vida?

Orar: Ora que Dios te ayude a no moverte por fábulas sino por la revelación inspirada de Dios. Pide a Dios que nunca tu esperanza en Cristo se mueva por la última historia nueva aparecida en el mundo sino por la fe que fue dada una vez a los santos.


MIÉRCOLES

Leer: Colosenses 2:8-13

Meditar: ¿Cuál es el llamamiento que hace Pablo en el v.8? ¿De qué debe tenerse cuidado? ¿Según que patrón son las filosofías y huecas sutilezas? ¿Cuál es el patrón que no siguen esas filosofías y huecas sutilezas? ¿Qué descripción da Pablo de Cristo? ¿Qué descripción da Pablo de los creyentes? ¿Cuál es la situación de todo creyente en Cristo?

Orar: Pide a Dios que en su gracia te ayude a estar atento a todas aquellas filosofías que su patrón no es el evangelio. Pide a Dios que siempre te ayude a recordar la posición que tienes en Cristo Jesús. 


JUEVES

Leer: 1ª Timoteo 1:3-7

Meditar: ¿Por qué dejó Pablo a Timoteo en Éfeso? ¿A que no debían prestar atención? ¿Cuál es el resultado que acarrean las fábulas? ¿Qué es aquello que debe buscarse y sobre qué se basa la edificación de Dios? ¿Cuál es el propósito del mandamiento dado por Pablo? ¿Cómo podrías aplicar este texto a tu vida?

Orar: Pide a Dios que la edificación de tu vida e iglesia siempre sea conforme a la fe del evangelio y no destruida por fábulas que nada ayudan. Pide a Dios que en su gracia te ayude a crecer en el amor nacido de un corazón que ha sido transformado por la gracia de Dios.


VIERNES

Leer: Salmo 119:33-40

Meditar: ¿Qué pide el salmista a Jehová? Trata de identificar todos aquellos verbos que son una petición del salmista a Dios ¿Están las peticiones del salmista seguidas de su voluntad de responder de alguna manera? Trata de identificar todos aquellos verbos que se refieren a la respuesta del salmista. ¿Cuál crees que es el tema central de estos versículos? Trata de identificar aquellas palabras que son sinónimas y que pueden marcar el tema central de los versículos. ¿Cómo aplicarías lo dicho por el salmista a tu vida diaria?

Orar: Pide a Dios que el te enseñe, te dé entendimiento, de guíe e incline tu corazón a su palabra. Pide a Dios que la meditación de su palabra sea con el propósito de guardarla y cumplirla.


SÁBADO

Leer: Salmo 119:41-48

Meditar: ¿Qué es aquello en que ha confiado el salmista? ¿Qué es aquello que el salmista no quiere que sea quitado de su boca? ¿Qué es aquello que el salmista tiene la determinación de guardar y obedecer en su vida? ¿Qué suponen para el salmista los mandamientos de Jehová? ¿Qué términos encuentres que muestran el gran gozo y alto valor que los testimonio o mandamientos de Dios tienen para el salmista?

Orar: Pide a Dios que sea su verdad revelada en su palabra aquello en lo que puedas regocijarte. Pide a Dios que en su gracia te ayude a vivir en obediencia a la verdad revelada en su palabra.
      El apóstol Pedro frente a la realidad de su inminente muerte (vv.13-14) no quería que su partida dejase a esos creyentes sin que en todo momento pudiesen hacer memoria de que eran participantes de la naturaleza divina (v.3-4). No quería que dejasen de recordar el conocimiento de Jesucristo y la importancia de la vocación y elección de ellos (vv.8-11). Por ello, el apóstol Pedro les dice que con toda diligencia procurará que en todo momento puedan tener memoria de esas cosas. La razón de ello es “porque no os hemos dado a conocer el poder y la venida de nuestro Señor Jesucristo siguiendo fábulas artificiosas sino como habiendo visto con nuestros propios ojos su majestad”. La razón por la cual Pedro será diligente en que esos creyente recuerden en todo momento las cosas acerca del conocimiento de Jesús que él mismo les explicó, es porque el conocimiento que les fue dado a esos creyentes de la venida poderosa de Cristo no fue dado “siguiendo fábulas artificiosas” sino más bien de una manera muy distinta “sino habido visto con nuestros propios ojos su majestad”. En este contraste el apóstol muestras dos cosas. Por un lado, de manera indirecta la presencia de fábulas que desvirtúan el conocimiento de la venida de Cristo. Por otro lado, de manera directa la realidad que el conocimiento de la venida de Cristo se basa sobre el testimonio histórico y apostólico. 


      Indirectamente las palabras de Pedro muestran que ya en el primer siglo había aquellas fábulas que desvirtuaban el conocimiento del poder y la venida de Jesucristo. Pedro y el resto de apóstoles no dieron a conocer la realidad de la venida de Jesucristo “siguiendo fábulas artificiosas”. El patrón de la enseñanza apostólica sobre Cristo y su venida en poder nunca estuvo basado y surgió de historias creadas.
       La mención de “fábulas artificiosas” se refiere a historias creadas por el ser humano cuya naturaleza no es solamente artificiosa y artificial sino que están diseñadas para desvirtuar, engañar y desviar de la verdad. El patrón de la enseñanza de los apóstoles sobre la venida de Cristo en poder no fue nunca la creación de historias y fábulas creadas por hombres con la sola intención de engañar y desviar la atención. El patrón apostólico siempre fue, es y será la revelación e inspiración divina. Ahora bien, las palabras de Pedro muestra que las fábulas creadas para desvirtuar la esperanza del creyente respecto a la venida de Cristo son una realidad bien antigua.
      El primer siglo tenía sus fábulas artificiosas pensadas para poder engañar y desvirtuar la gran esperanza de la venida de Cristo. Quizás algunos opinaban que eran historias parecidas a la mitología greco-romana. Sea como sea, las palabras del apóstol escritas en el primer siglo siguen vigentes para todo creyente de Cristo en el siglo XXI. Siguen habiendo fábulas modernas sobre las que todo creyente y la iglesia tiene que estar bien alerta porque de manera directa o indirecta afectarán a la esperanza futura que tenemos. Han surgido y surgirán teorías que se centran más en mostrar los juegos de tronos de este mundo mientras relegan a la periferia del transcurso de la historia la realidad que es Dios quien gobierna y Cristo quien retornará al fin. Han surgido y surgirán movimientos capaces de dañar el ánimo, la vida y el gozo del creyente en el presente por el simple hecho que en su carácter artificioso y nocivo pueden llegar a mover la esperanza de algunos cristianos de la verdad inspirada de la Palabra de Dios hacia filosofías huecas y vanas de hombres. Han surgido y seguirán surgiendo fábulas artificiosas que tristemente llamarán más la atención y absorberán como una sanguijuela chupa la sangre de su huésped el tiempo y fortaleza espiritual del creyente nublando su visión de la verdad bíblica del retorno de Cristo y dejándole entonces con un gran temor frente a un mundo oscuro que parece cada vez más complicado. Las fábulas por muy atrayentes y verdaderas que puedan parecer lo único que hacen son acarrear disputas y no edificar según la fe del evangelio (1ª Timoteo 1:4-5).


      “No os hemos dado a conocer el poder y la venida de nuestro Señor Jesucristo siguiendo fábulas artificiosas”.
Ni el creyente ni la iglesia de Cristo puede dejarse guiar por las fábulas de este mundo. No estamos llamados a las disputas por fábulas sino a la edificación en la fe del evangelio y al amor que surge de un corazón transformado por la gracia. Debemos estar bien atentos a ellas, los ojos debemos tenerlos bien abiertos para no basar nuestra esperanza en ellas ya que la venida de Cristo sí que nos ha sido dada a conocer siguiendo el testimonio histórico y apostólico “sino como habiendo visto con nuestros propios ojos su majestad”.  Pedro fue uno de los que contempló en el monte de la transfiguración la majestad de Cristo (vv.17-18). La enseñanza del apóstol Pedro estaba basada en su experiencia en el monte juntamente con Cristo. Él vio la gloria y majestad de Cristo, él escuchó la voz del Padre que desde la majestad misma decía “este es mi Hijo amado, en el cual tengo complacencia” (v.17). Si hay algo que las fábulas no tienen es fundamento histórico, la historicidad de los eventos brilla por su ausencia en las fábulas, ahora bien, no es así en la revelación bíblica. El mensaje de los apóstoles no es un mensaje desligado de la historia y de eventos históricos reales. Contempló la revelación gloriosa de Cristo Jesús acompañada de la voz del Padre y esa misma revelación quedó escrita por inspiración en la palabra profética más segura a la cual Pedro dice que hacemos bien si estamos atentos a ella como una antorcha que alumbra en lugar oscuro hasta que el día esclarezca y el lucero de la mañana salga en nuestros corazones (v.19). En otras palabras, la esperanza de la venida de nuestro Señor nunca la podemos y debemos basar en fábulas de nuestro tiempo y sociedad sino en la revelación de la Palabra de Dios la cual no es de interpretación privada sino escrita por inspiración. No podemos ni debemos movernos por la oscuridad de este mundo siguiendo las historias y fábulas que él nos propone, incluso cuando estas pueden haber tomado indiscriminadamente de la revelación bíblica y sonar muy acorde a ella, muy espirituales e incluso para algunos muy emocionantes. Todo creyente y toda congregación de Cristo hace bien en estar atenta día a día a la palabra de Dios como antorcha que alumbra y descubre esas fábulas de viejas que para nada aprovechan. Así que no seguimos fábulas artificiosas sino que seguimos la revelación inspirada de la palabra de nuestro Dios, la única que contiene la verdad de nuestra esperanza, la verdad de aquel que dijo “ciertamente vengo en breve”.