LO QUE SÍ DEBE
PERMANECER
“A los cuales ni por un momento accedimos a someternos,
para que la verdad del evangelio permaneciese con vosotros”
(Gálatas 2:5)
      Sin duda alguna, toda iglesia no está exenta de la presencia de diversidad de opiniones, sensibilidades y puntos de vista teniendo todos ellos su lugar. Toda iglesia local es un cuerpo cuya parte de su esencia es la diversidad. Hay diversidad de dones, hay diversidad de miembros, hay diversidad de opiniones, hay diversidad de caracteres, hay diversidad de sensibilidades, hay diversidad de maneras de hacer, hay diversidad de puntos de vista y así podría seguirse y seguirse. ¿Dónde surge lo complicado y problemático de toda esta diversidad? No surge solamente en lo complicado de manejar todo esto. No surge únicamente en lo difícil de compaginar toda esta diversidad. La dificultad primaria surge cuando todos estos aspectos empiezan a desplazar aquello que es fundamental en la iglesia y lo que sí debe permanecer de manera absoluta. Lo verdaderamente peligroso es cuando estas opiniones, visiones y sensibilidades se convierten en lo que uno cree que es fundamental para la iglesia perdiendo así de vista que lo fundamental no es lo que nosotros pensamos sino lo que Cristo ha establecido para su iglesia. El apóstol Pablo tuvo que luchar de manera clara entre las iglesias de Galacia para que lo fundamental permaneciese entre ellos y no fuese desplazado a la periferia de la iglesia. Tuvo que dejar claro que no se sometieron a lo que ciertos judaizantes pedían para que así la verdad del evangelio permaneciese entre ellos “a los cuales ni por un momento accedimos a someternos, para que la verdad del evangelio permaneciese con vosotros” (Gálatas 2:5).


      El apóstol Pablo en sus palabras muestra que la verdad del evangelio es aquello que marca a lo que nunca debería estarse dispuesto a acceder. Al mismo tiempo la verdad del evangelio es el fundamento que sí debe permanecer sin negociación en la iglesia. Las palabras de Pablo tienen un contexto mayor. Las iglesias de la región de Galacia estaban perdiendo lo que era el fundamento claro que les había formado, les daba su identidad como iglesia y suponía el fundamento que debía permanecer en ellos. Esas iglesias estaban perdiendo el evangelio de Cristo. Pablo se sorprende de lo rápido que se estaban moviendo a otro tipo de evangelio que no era evangelio en absoluto, un evangelio que negaba la sola fe en el sacrificio de Jesucristo (Gálatas 1:6-7). ¿Por qué se estaba produciendo ese deslizarse del evangelio en esas iglesias? Por la incursión de los llamados judaizantes. Es importante saber que en el primer siglo había tres grupos más o menos definidos entre los judíos en relación al evangelio. Estaban aquellos judíos que habían aceptado el evangelio de sola fe en Jesucristo y habían dejado atrás aspectos como la circuncisión, los días de reposo y las leyes de comida. Todo esto para ellos ya no tenía sentido, eran cosas viejas, cosas de una identidad pasada que ya no regía su vida y poco sentido tenían con lo que ahora eran en Jesucristo. Estaban aquellos que como judíos habían aceptado el evangelio de sola fe en Jesucristo y seguían manteniendo aspectos como la circuncisión, las leyes de comida y los días de reposo como aspectos de su identidad judía, ahora bien, ninguno de esos aspectos era fundamental para su fe y salvación, no era necesario que los demás pasasen por todo ello como parte de su fe en Cristo. El tercer grupo era el complicado, los llamados judaizantes.



      Estos judíos no habían aceptado el evangelio de sola fe en Jesucristo y decían que la fe en Jesucristo no era suficiente para la salvación, en especial la de los gentiles como esos de las iglesias de Galacia. Por ello, era necesario, imprescindible e imperante que a su fe en Jesucristo le añadiesen las obras de la ley, entre ellas la circuncisión, es as esto a lo que Pablo no accedió ni por un momento. Pablo decidió no circuncidar a Tito aun y ser griego para no acceder a someterse a lo que esos judaizantes decían “a los cuales ni por un momento accedimos a someternos”.
Pastor Rubén Sánchez
Devocional Semanal - Pastor Rubén Sánchez
"...y le puso por nombre Eben-Ezer, diciendo: Hasta aquí nos ayudó Jehová" (1ª Samuel 7:12)
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Pastor Rubén Sanchez Noguero - Móvil: 610.224.965 - emali: rsanchez111@yahoo.es
Padre, examina mi corazón y ayúdame a ver aquellas cosas que siendo legítimas en mí, las he podido convertir en vitales por encima del evangelio de tu Hijo.  Padre, dame la valentía de no someterme a todo aquello que desplaza la verdad del evangelio en mi vida y en mi iglesia. Padre, ayúdame a tener la perspectiva correcta de saber que aquello que sí debe permanecer es la verdad del evangelio. Amén.
MARTES

Leer: Gálatas 2:11-14

Meditar: ¿Qué sucede con Pedro y Pablo? ¿Quiénes crees que eran los de Jacobo¿ ¿Cuál fue el cambio que se produjo en Pedro con la venida de los de Jacobo? ¿Cuál es la razón principal por la que Pablo se encaró con Pedro? ¿Conforme a qué no andaba Pedro? ¿Cuál crees que fue la verdad del evangelio que Pedro estaba negando con su actitud? ¿Qué aplicaciones prácticas crees que hay para tu vida e iglesia?

Orar: Pide a Dios que te ayude a poder caminar siempre conforme a la verdad del evangelio. Pide a Dios que te de sabiduría, valentía y amor para poder poner de manifiesto las actitudes de aquellos hermanos que no son conforme a la verdad del evangelio.


MIÉRCOLES

Leer: Mateo 16:13-18

Meditar: ¿Qué sucede en estos versículos? ¿Qué dos preguntas hace Jesús a sus discípulos? ¿Cuál es la respuesta de Pedro? ¿Por qué crees que Pedro pudo dar tal respuesta sobre la identidad de Jesús? ¿Quién es aquel que edifica la iglesia? ¿Qué énfasis crees que marca el posesivo “mi”? ¿Qué importancia crees que tiene para determinar lo fundamental en la iglesia el hecho que ella pertenezca a Cristo y sea edificada por Cristo?

Orar: Da gracias a Dios porque es Jesucristo quien edifica su iglesia. Pide a Dios que esto te haga entender que la verdad que edifica la iglesia es la de Cristo y el evangelio.


JUEVES

Leer: Hechos 2:43-47


Meditar: ¿Cuál es el contexto general de estos versículos? Trata de identificar que son aquellas cosas que la primera iglesia realizaba. Trata de identificar aquellas cosas que la iglesia en Hechos 2 hacía pero nosotros como la iglesia del s. XXI no podríamos hacer como ellos. Según el texto ¿Cuáles son aquellas cosas que deben permanecer como fundamentos de la iglesia y cuáles son aquellas que no son esenciales y que por el paso del tiempo han cambiado de la iglesia del primer siglo y la del siglo XXI?

Orar: Pide a Dios que te ayude a ser capaz de discernir aquellos aspectos vitales que conforman la identidad y la vida de la iglesia de aquellos que por el paso del tiempo pueden y deben cambiar y no afectarán a lo que es la iglesia en su esencia y identidad como iglesia edificada por Cristo. 


VIERNES

Leer: Efesios 2:17-22

Meditar: ¿Qué imágenes de la iglesia aparecen en estos versículos? ¿Cuál es la imagen que utiliza Pablo en el v.20? ¿Sobre qué se edifica y fundamenta la iglesia según Pablo? ¿A que crees que se refiere el fundamento de los profetas y apóstoles? ¿A qué crees que se refiere que Cristo es la piedra del ángulo? Según lo dicho por Pablo ¿qué es aquello que siempre debería estar en la iglesia como su fundamento de edificación? Según esto, piensa que cosas, por muy importantes que puedan ser o parecer nunca determinarán el fundamento de la iglesia a la que perteneces. 

Orar: Pide a Dios que siempre sea Cristo y su revelación el fundamento de tu iglesia. Pide a Dios que aun y cambios que puedan producirse seas capaz de discernir aquellos que son simplemente cambios en idiosincrasia, maneras de hacer, renovaciones, de lo que son los fundamentos básicos que conforman lo que la iglesia es.


SÁBADO

Leer: 1ª Pedro 1:23-25

Meditar: ¿Mediante qué somos renacidos como creyentes? ¿Cómo es descrita la palabra de Dios en el v.23? ¿Cómo describe Pedro al ser humano? ¿Cuál es la palabra que permanece para siempre según el v.25? ¿Qué conclusiones te lleva el saber que el evangelio permanece para siempre?

Orar: Pide a Dios que el evangelio que permanece para siempre sea el fundamento que permanezca y guía tu vida y la congregación a la cual perteneces. Pide a Dios que su palabra que es eterna se el fundamento vital de tu vida e iglesia.
      Hay tantos puntos de vista como ojos hay, tantas opiniones como cabezas pueden contarse y tantas sensibilidades como corazones laten. En definitiva, en todo lugar y grupo existe un bosque denso de opiniones, puntos de vista y sensibilidades que muchas veces se hace difícil el transitar a través de él. No cabe duda alguna que todas esas opiniones y puntos de vista en la mayoría de los casos son legítimos y tienen su lugar, ahora bien, el problema surge cuando esos puntos de vista, sensibilidades y opiniones ponen en peligro el fundamento mismo de la verdad del evangelio en la iglesia.
      Llama la atención que en otra ocasión Pablo sí que aceptó circuncidar a Timoteo quien era medio gentil por parte de padre (Hechos 16:1-3). ¿Por qué a uno sí y a otro no? Porque la situación era distinta. En el caso de Timoteo, Pablo le circuncidó por causa de los judíos para que así Timoteo pudiese ser instrumento de la expansión del evangelio entre los judíos. En el caso de Tito, Pablo no quiso circuncidarlo para no someterse a aquellos que decían que la circuncisión era algo imprescindible en el evangelio de sola fe solo en Jesucristo. ¿Qué muestra esta manera de actuar del apóstol Pablo?
      Por un lado, nos muestra que Pablo siempre actuaba con las convicciones y principios no personales sino del evangelio de Jesucristo. Quizás, y esto es un pensamiento personal, a Pablo como judío que era le hubiese gustado que la circuncisión fuese algo requerido, pero no eran sus pensamientos, opiniones y puntos de vista los que regían su vida, era la verdad fundamental del evangelio. Pablo era capaz de discernir en madurez aquellos aspectos que no eran vitales, que no formaban parte del evangelio y usarlos o cambiarlos siempre a razón de que el evangelio progresase y su verdad permaneciese. Siendo la iglesia el pueblo edificado por Cristo, entonces son los principios de Cristo los que rigen, no los nuestros. Son los intereses y puntos de vista de nuestro Señor, no los nuestros. El asunto de no circuncidar a Tito para así no acceder ni por un momento a someterse a aquellos que no solamente negaban la sola fe sino también la total eficacia del sacrificio de Cristo, debería hacernos pensar en algo. Se ha dicho que todos nacemos con un pequeño legalista en el corazón. Podemos llegar a tener la capacidad de convertir cosas que no son fundamentales en el evangelio en fundamentos vitales del mismo y de su iglesia. Podemos convertir cosas legítimas e incluso de nuestro interés y apreciación como fundamentales desplazando así lo que es verdaderamente esencial en la iglesia de Cristo. Cuando esto sucede o está empezando a gestarse en la vida de alguien suele existir una actitud de desánimo, amargura y la visión de que todo está cambiando y está dejando de ser lo que era. Ciertamente las cosas cambian pero es en esos momentos cuando debemos preguntarnos ¿son esos cambios la pérdida del fundamento del evangelio? ¿O simplemente cambios de lo que podían ser mis intereses? ¿Habré convertido algo que en ningún momento supone el fundamento sobre el que se construye la iglesia y que determina lo que la iglesia es en algo fundamental? ¿Habré perdido de vista que es el evangelio el fundamento vital?


      Algo tan pequeño como la circuncisión algunos la convirtieron en algo tan grande y fundamental para la fe y la iglesia que estaba desplazando el evangelio y el progreso del mismo. Cuando esto se da ni por un momento debemos acceder a someternos a ello. Para Pablo el evangelio era el fundamento, la verdad que sí o sí debía permanecer en la iglesia. No se sometió a ellos “para que la verdad del evangelio permaneciese con vosotros”. La verdad de la sola fe solo en Cristo, el evangelio que es el poder para salvar, formar y edificar a todo creyente y toda iglesia de Cristo es el fundamento que sí debe permanecer. No hay otra verdad sobre la que sustentarnos y edificarnos y no hay otra verdad que debamos luchar para mantenerla. Puede haber cosas legítimas, incluso de un interés grande para nosotros pero el evangelio y su verdad debe estar primero. Debemos preguntarnos si sobre esas cosas es sobre lo que la iglesia se construye y toma su identidad. Debemos preguntarnos si esas cosas desplazan y limitan al evangelio y su progreso. Debemos vigilar de aquellos que quieren robarnos la verdad del evangelio pero también cuidarnos nosotros de no caer en la trampa de los Gálatas, si es así, ni por un momento debemos someternos a ello para que la verdad del evangelio permanezca en nosotros. Debemos colocar a la verdad del evangelio como nuestro fundamento y filtro y ser capaces de entender que la verdad del evangelio es lo que debe permanecer, si ella está entonces la iglesia permanecerá.