POR EL CAMINO
“Iban por el camino subiendo a Jerusalén; y Jesús iba delante,
y ellos se asombraron, y le seguían con miedo. Entonces volviendo a tomar a los doce aparte,
les comenzó a decir las cosas que le habían de acontecer:
He aquí subimos a Jerusalén, y el Hijo del Hombre será entregado a los principales sacerdotes y a los escribas y le condenarán a muerte, y le entregarán a los gentiles; y le escarnecerán, le azotarán, y escupirán en él, y le matarán; mas al tercer día resucitará
(Marcos 10:32-34).
      “Caminante no hay camino se hace camino al andar” es una frase bien conocida de uno de los grandes poetas de la literatura española. El camino era una constante en la poesía de Antonio Machado. El poeta, que conocía muy bien los campos y caminos de Castilla, dejó en sus poemas evidencia de la importancia del camino en la vida de uno. Para Machado el concepto de camino implicaba la realidad del gran viaje de la vida que todo ser humano emprende, el gran viaje de una vida que ha quedado atrás y que de manera incierta todavía se extiende hacia adelante. “Caminante son tus huellas el camino y nada más. Caminante no hay camino, se hace camino al andar”. El camino representa esa vida pasada que ya no podrá volver a vivirse y una vida futura desconocida. Un pasado y un futuro que en ningún momento debían condicionar el presente del peregrino. El concepto de camino fue importante para el poeta de Castilla pero igualmente fue de importancia para Marcos al escribir su evangelio. A diferencia de Machado, el evangelista Marcos tenía claro que había un camino claro y marcado para la persona de Jesucristo. Un camino marcado desde la revelación misma del Antiguo Testamento y que se extendía de manera clara, certera y sin ningún tipo de incertidumbre hasta la cruz del Calvario y la tumba vacía. Marcos muestra que Jesús tenía claro el camino que debía andar, para él no era en ningún momento un camino incierto y desconocido sino decretado desde la eternidad misma. Un camino bien marcado que pasaría por la terrible y al mismo tiempo necesaria muerte del Hijo del Hombre en la cruz y por la gloriosa victoria de la resurrección al tercer día.  Marcos permite ver primero que el camino de la muerte y la resurrección estaba decretado soberanamente en la vida de Jesucristo. Segundo, el camino de la vida de Jesús pasaba ineludiblemente por la muerte y la resurrección. Tercero, el camino de la muerte y resurrección es un camino que debe aprender todo discípulos de Cristo.


      El evangelio de Marcos se caracteriza por varias cosas pero una de ellas es el marcado uso que el evangelista hace de la idea del “camino”. El evangelio de Marcos posiblemente es uno de los evangelios que tiene la estructura más fácil y simple. Toda la narración del evangelista se mueve de Galilea a Jerusalén. En este movimiento algo que Marcos utiliza para trazar este recorrido de Jesús con sus discípulos desde Galilea hasta Jerusalén es la expresión “por el camino”. Desde un buen inicio, Marcos nuestra que el principio del evangelio de Jesucristo, el Hijo de Dios (Marcos 1:1) empezó en la historia de la humanidad con el mensajero enviado por Dios, Juan el bautista, para preparar el camino delante de Jesús. El bautista preparará “el camino delante de ti” (Marcos 1:2), es la voz que clama en el desierto “preparad camino” (Marcos 1:3) es la voz llamada a enderezar sus “sendas o caminos” (Marcos 1:3).  Para Marcos, el evangelio de Jesucristo no empieza en la historia de la humanidad como un accidente, ni tampoco como un evento más dentro de la historia de la humanidad. Marcos presenta que el camino preparado para Jesucristo y el evangelio sucede tal y como se anunció en el Antiguo Testamento por el profeta Isaías. La idea del “camino de Jehová” es algo característico en el Antiguo Testamento.
Pastor Rubén Sánchez
Devocional Semanal - Pastor Rubén Sánchez
"...y le puso por nombre Eben-Ezer, diciendo: Hasta aquí nos ayudó Jehová" (1ª Samuel 7:12)
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Señor gracias te doy porque el camino que anduviste fue para el rescate de mi vida sumida en pecado. Gracias porque nada te paró en ese caminar. Gracias por haber dado tu vida en rescate por muchos y haber resucitado para vida eterna. Gracias Dios mío por tu evangelio el cual es tu poder para salvar. Gracias por el camino que preparaste desde la eternidad misma, que tu Hijo cumplió en su persona y obra y el que llevará a muchos hijos a la gloria eterna. Padre, ayúdame en tu gracia a vivir una vida la cual nunca camine por el camino ancho sino siempre por el estrecho por el cual pisó tu Hijo. Amén.
MARTES

Leer: Marcos 1:1-3

Meditar: ¿Cómo describe Marcos al evangelio en el v.1? ¿Cómo describe a Jesucristo en el v.1? ¿Cómo Marcos explica el inicio del evangelio en la historia según los vv.2-3?¿Qué tres textos crees que menciona Marcos en los vv.2-3? ¿Cuántas veces se menciona la palabra “camino” y “senda” en los vv.2-3? ¿Cuál crees que es el camino que Juan el bautista tenía que preparar para la venida de Cristo? ¿Qué te hace pensar del evangelio el hecho que sea anunciado conforme a lo que se dijo en el Antiguo Testamento?

Orar: Bendice a Dios porque el evangelio es el cumplimiento de todo su mensaje redentor anunciado a lo largo de toda la revelación de las Escrituras. Da gracias a Dios porque el evangelio es el camino de salvación en la persona de nuestro Señor Jesucristo.


MIÉRCOLES

Leer: Marcos 8:27-33

Meditar: ¿Dónde aparece la expresión “por el camino” en el texto? ¿Qué es aquello que Jesús preguntó a sus discípulos? ¿Por qué crees que Jesús hizo esta pregunta? ¿Cuál fue la respuesta de Pedro? ¿Por qué Jesús mandó que no dijesen nada sobre que él era el Cristo? ¿Cómo crees que encaja el v.31 con la confesión de Pedro y el hecho que Jesús mandase a sus discípulos no decir nada a nadie? ¿Qué hizo Pedro frente a la explicación de Jesús de su muerte y resurrección? ¿Cómo crees que la reacción de Pedro ayuda a entender el hecho que Jesús les dijo que no dijesen nada acerca de que él era el Cristo?

Orar: Entender que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios es entenderlo nunca separado de su obra en la cruz y la resurrección. Pide a Dios que él te haga crecer en el conocimiento de Jesucristo tanto en su persona como en su maravillosa obra en la cruz y la resurrección.


JUEVES

Leer: Marcos 9:30-32

Meditar: ¿Dónde aparece el tema del “camino” en los versículos leídos? ¿Qué es lo que hace Jesús con sus discípulos? ¿Qué les enseño exactamente? ¿Crees que los discípulos entendieron lo importante de la explicación de Jesús? ¿Por qué crees que era importante que Jesús les explicase su muerte y resurrección? ¿Qué puedes aplicar a tu vida personal de la enseñanza de Jesús a sus discípulos?

Orar: Son primeramente aquellos que siguen a Cristo y deben predicar su mensaje del evangelio aquellos que deben creer y conocer las profundas implicaciones de la persona de Jesús y su obra. Pide al Señor que tu vida y anuncio del evangelio sea siempre el reflejo de la realidad de tu conocimiento y crecimiento en el conocimiento él.


VIERNES

Leer: Marcos 10:1-34

Meditar: ¿Qué es lo que sucede en los versículos leídos? ¿Qué enseñanza está dando Jesús a sus discípulos en los vv.1-12? ¿Qué enseñanzas da Jesús a sus discípulos en los vv.13-16? ¿Qué enseñanzas de Jesús a sus discípulos en los vv.17-31? ¿Crees que lo mostrado en esos versículos es el discipulado de Jesús a los doce? ¿Cómo crees que encaja la explicación de la muerte y la resurrección de Jesús en la enseñanza del discipulado?

Orar: El vida del discípulos de Jesucristo no solamente tiene que reflejar las enseñanzas de Jesús en cada una de las áreas de su vida sino también caminar en el camino de los sufrimientos de la cruz y la victoria de la resurrección. Pide al Señor que en su gracia tu vida sea una muestra vida del poder del evangelio de Jesucristo.


SÁBADO

Leer: 1ª Corintios 15:1-4

Meditar: ¿Cuál es el evangelio anunciado por Pablo y recibido por los Corintios? ¿Qué eventos históricos establece Pablo como centrales en el evangelio anunciado y recibido? ¿Conforme a qué fueron dadas la muerte y la resurrección de Jesús? ¿Qué te hace pensar la expresión “conforme a las Escrituras” en cuanto al evangelio y su relación con el Antiguo Testamento?

Orar: Bendice a Dios porque el evangelio se dio conforme a lo que Dios determinó en las Escrituras y no lo que ningún ser humano estableció. Pide a Dios que esas verdades fundamentales y centrales del evangelio nunca sean perdidas de vista en tu vida porque el creer en el evangelio es también perseverar en sus verdades fundamentales.
      Antes de destruir Sodoma y Gomorra Dios determinó dar a conocer sus propósitos o camino a Abraham porque éste enseñaría a su descendencia a que “guarden los caminos de Jehová haciendo justicia y juicio” (Génesis 18:19). El camino de Jehová es un camino de justicia y juicio tal y cómo Dios mismo mostró a Abraham en la destrucción de Sodoma y Gomorra. Dios obró juicio contra esas ciudades pecadoras pero también justicia liberando al justo Lot. Es precisamente este camino de justicia y juicio el que estaba siendo preparado para el principio del evangelio y es precisamente dicho camino el que caminó Jesús hacia Jerusalén.
      A medida que avanza su evangelio, Marcos muestra a Jesús y a sus discípulos “por el camino” acercándose a Jerusalén y es precisamente “por el camino” que Jesús predice tres veces lo que ese camino supondrá para su vida. Tres veces por el camino Jesús anuncia su muerte y su resurrección (Marcos 8:27-31; 9:31; 10:32-34). Marcos menciona “Iban por el camino subiendo a Jerusalén; y Jesús iba delante, y ellos se asombraron, y le seguían con miedo”. Los discípulos sabían que la oposición a Jesús en Jerusalén era una oposición que ponía en peligro la vida de Jesús y sus propias vidas, pero el asombro en ellos residía en la absoluta resolución de Jesús de ir “por el camino subiendo a Jerusalén”. La razón de ello tuvo que explicársela el mismo Jesús. Sería en Jerusalén donde el Hijo del Hombre sería crucificado pero resucitaría “He aquí subimos a Jerusalén, y el Hijo del Hombre será entregado a los principales sacerdotes y a los escribas y le condenarán a muerte, y le entregarán a los gentiles; y le escarnecerán, le azotarán, y escupirán en él, y le matarán; mas al tercer día resucitará. Para Jesús el camino de su vida no era incierto sino totalmente claro. Sabía perfectamente el camino que debía tomar y el fin del mismo. Sabía que había venido no a ser servido sino a servir y a dar su vida en rescate por muchos (Marcos 18:45). ¿Cómo es esto posible? No únicamente porque es Dios encarnado sino porque dicho camino fue decretado desde antes de la fundación del mundo por el Trino Dios. Esa era la voluntad del Padre para su Hijo enviado, ese camino fue anunciado y preparado por los profetas en el Antiguo Testamento, y ahora era el camino que Jesús mismo recorría en cumplimiento a la voluntad de su Padre y a todo lo anunciado en el antiguo pacto. La cruz del Calvario y la tumba vacía nunca fueron y nunca serán un evento más entre tantos millares de eventos que han acontecido en la historia de la humanidad. Fue el evento por excelencia decretado por Dios, anunciado por los profetas y cumplido en la persona y obra de Jesucristo. La cruz y la resurrección eran el corazón del camino y del evangelio de nuestro Señor Jesucristo. El camino de la vida de Jesús pasaba ineludiblemente por la muerte y la resurrección.
      El sufrimiento de la entrega del Hijo del Hombre, del escarnio, de los azotes y por último el sufrimiento de cargar la culpa del pecado y remover la ira de Dios, era el fin de ese camino. La tumba y la gloriosa resurrección al tercer día era igualmente parte de ese camino. En las tres predicciones que Jesús hace de su muerte y de su resurrección a lo largo del camino está mostrando algo importante a sus discípulos, tanto la cruz como la resurrección son dos eventos inseparables de su persona y totalmente indispensables en el ministerio de Jesús. Cuando Jesús explicó a sus discípulos que debía ser entregado, sufrir, morir y resucitar, Jesús está explicando el corazón mismo de su ministerio y el corazón mismo del evangelio de salvación.
      El corazón del evangelio está formado por la persona de Jesucristo, la cruz y la tumba vacía. La manera en cómo Jesús expresa su muerte y su resurrección no es a manera de probabilidad sino de una absoluta certeza, esos acontecimientos le sucederán en Jerusalén. Esos acontecimientos eran necesarios porque ellos eran la única manera en la que muchos pecadores serían rescatados por Cristo. Jesús vino a entregar su vida en rescate por muchos, era la vida del Inocente por excelencia entregada en la cruz para el rescate de muchos pecadores que perdieron su vida por su pecado contra Dios. Su resurrección sería no solamente la vindicación de todo lo que hizo en la cruz sino también las primicias de la nueva vida que algún día gozarían aquellos rescatados con la vida de Jesús. Hablar del evangelio es hablar ineludiblemente de la muerte y la resurrección de Jesús, esto les explicó Jesús a sus discípulos asombrados que le seguían con miedo. Todo discípulos de Cristo debía saber que la muerte y resurrección de Jesús conformaban el camino de justicia y juicio que Jesús andaría.
      Marcos sitúa el camino de Jesús y sus discípulos de subida a Jerusalén después de tres lecciones sobre el discipulado (Marcos 10:1-31). Por el camino Jesús enseñó a sus discípulos ciertas cosas pero la lección más importante para todo discípulos de Cristo venía por el camino subiendo a Jerusalén. Asombrados le seguían con miedo y es debido a esto que “entonces volviendo a tomar a los doce aparte, comenzó a decirles las cosas que le habían de acontecer”. La gran sensibilidad y misericordia de Jesús hacia sus discípulos es sorprendente. Marcos muestra que Jesús nuevamente volvió a tomar a los doce aparte, por tanto, ya había estado hablando con ellos, ya les había discipulado por el camino pero aquellos doce discípulos que serían los encargados de propagar el evangelio de la muerte y resurrección de Jesucristo debían aprender posiblemente la lección más importante que todo discípulos debe aprender. El discipulado de seguir a Jesús siempre implica seguirle de manera última hasta la cruz misma y la tumba vacía. El discípulo de Cristo es aquel que sigue a Cristo en su vida tanto en los sufrimientos de la cruz como en la victoria de la resurrección. Muchos son aquellos que quieren seguir a Jesús en lo fácil y en la ley del mínimo esfuerzo. Ahora bien, no existe tal cosa como dicho discipulado en las Escrituras. No existe una vida del discípulos que quiere caminar por el camino ancho siguiendo a Jesús quien caminó por el camino estrecho. Seguir a Jesús por el camino es entender que su muerte y resurrección fue central en su vida y debería serlo en la vida de todo discípulos de Jesucristo. Seguimos a Jesús en las pisadas de su sufrimientos pero le seguimos también en las pisadas de su resurrección gloriosa. El discipulado cristiano es una vida que entiende la centralidad de la cruz y resurrección en el evangelio que le ha transformado y está dispuesto, por la gracia de Dios, a vivir los valores de la cruz y la resurrección en todas y cada una de las áreas de su vida. Nuestro camino de discípulos de Jesús puede ser con asombro y en ocasiones con miedo, pero debemos saber que seguimos a Aquel que sufrió para rescatarnos pero resucitó para llevarnos a la gloria. Por tanto, nuestra vida siguiendo a Cristo tendrá los sufrimientos por el evangelio pero también tendrá la victoria de la tumba vacía.