LA VOLUNTARIEDAD
DE LA ALABANZA
“Voluntariamente sacrificaré a ti; alabaré tu nombre, oh Jehová, porque es bueno”
(Salmo 54:6)
      La alabanza es la expresión voluntaria de un alma que ha sido hecha depositaria de la bendición de la redención de Dios. Sin duda alguna así lo expresó David en el Salmo 54:6 “voluntariamente sacrificaré a ti; alabaré tu nombre, oh Jehová, porque es bueno”. David de manera simple muestra dos cosas que son importantes para entender la alabanza de todo creyente a nivel individual y que también se hace extensible a todo el pueblo redimido de Dios. Por un lado, la alabanza es la respuesta voluntaria a la obra redentora que Dios ha realizado en nuestra vida. Por otro lado, la alabanza es la respuesta digna de aprobación por haber sido redimidos por Dios. Para poder entender esta afirmación de alabanza del rey David debe comprenderse la razón por la cual David escribió el Salmo 54 ¿qué es aquello que llevó a David a afirmar primeramente que “voluntariamente sacrificaré a ti; alabaré tu nombre”? ¿Qué es aquello que motivó en David la respuesta voluntaria de alabar a su Dios? La respuesta a estas preguntas se encuentra en el título del Salmo.


      Aun y cuando ha existido y sigue existiendo debate en cuanto a los títulos de los salmos, no hay duda alguna que ellos eran parte integral del cuerpo mismo de los salmos. Son los títulos los que aportan - en algunos casos - información sobre el contexto u ocasión por la cual se escribió un salmo. En el caso del Salmo 54 David escribió “al músico principal; en Neginot, Masquil de David, cuando vinieron los zifeos y dijeron a Saúl; ¿No está David escondido en nuestra tierra?” De entre toda la información que puede encontrarse en el título, el autor claramente muestra el contexto histórico que está detrás de ese himno de alabanza a Dios. El Salmo refleja el momento cuando los zifeos se presentaron delante del rey Saúl y le informaron que David, el fugitivo al cual Saúl perseguía y quería acabar con su vida, se escondía en sus tierras. El contexto histórico del Salmo 54 puede leerse en 1 Samuel 23:19-29. Los zifeos fueron al rey Saúl y le informaron que David estaba escondido en su tierra en las peñas de Hores, en el collado de Haquila al sur del desierto. Sin duda alguna, fue información preciosa y de alto valor para el rey Saúl. Por fin, el lugar en el cual se escondía aquel que por tiempo había estado persiguiendo le era descubierto (1 Samuel 23:19-21). Ante esto Saúl, que tenía la noción de que David era astuto en gran manera, pidió a los zifeos que se asegurasen bien del lugar en el cual estaba David. Saúl pidió que no dejasen ningún lugar sin examinar, ninguna piedra bajo la cual pudiese esconderse David sin darle la vuelta (1 Samuel 23:22-23). Todo debía estar bajo el control y cálculo preciso y perfecto de Saúl, entonces así, el rey le buscaría entre todos los millares de Judá (1 Samuel 23:23).
Pastor Rubén Sánchez
Devocional Semanal - Pastor Rubén Sánchez
"...y le puso por nombre Eben-Ezer, diciendo: Hasta aquí nos ayudó Jehová" (1ª Samuel 7:12)
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Dios mío, gracias por el corazón de carne que me diste. Gracias porque él tiene la voluntad y capacidad libres de poder alabar tu nombre. Dios mío, ayúdame a que mi alabanza sea no una obligación a cumplir sino la respuesta de una vida que tú, en tu misericordia soberana, decidiste salvar y transformar para la alabanza de tu gloriosa gracia en tu Hijo. Amén.
MARTES

Leer:   Salmo 54:1-7

Meditar: ¿Cuál es el contexto histórico en el que se sitúa el salmo? ¿En cuántas partes podría dividirse el salmo? ¿Qué llamado realiza el salmista a Dios? ¿Por qué lo realiza? ¿Cuál es la confianza del autor de que Dios escuchará su oración? ¿Cómo el autor describe su adoración a Dios? ¿Por qué crees que David ofrecerá alabanza a Dios? ¿Cómo entiendes las expresiones de la ruina de los enemigos parte del salmo de David?

Orar: Bendice a Dios por ser Dios de salvación y en quien podemos confiar para ser ayudados y salvados. Alaba a Dios en base a la obra de salvación que él ha obrado en tu vida.


MIÉRCOLES

Leer: Salmo 111:1-10

Meditar: ¿Cuál crees que es el tema central del salmo según su título? ¿Cuál es el motivo principal para alabar a Jehová según el salmista? ¿Podrías citar las diferentes obras de Jehová que son mencionadas en el salmo? ¿Cuál es la gran obra que Dios ha realizado con su pueblo según el v.9? ¿Cómo crees que encaja el v.10 y el principio de la sabiduría en el salmo?

Orar: Alaba a Dios por la obra de redención obrada en tu vida. Alaba a Dios por la fidelidad en el cumplimiento de sus promesas redentoras en Cristo. Pide a Dios que te dé sabiduría de lo alto para que el temor y reverencia a él pueda estar siempre presente en tu vida.


JUEVES

Leer: Salmo 113:1-9

Meditar: ¿Cuál es el tema central del salmo según el título? ¿Cómo tiene que ser alabado el nombre de Jehová? ¿Por qué tiene que ser alabado Jehová según los vv.5-9? ¿Qué acciones realiza Dios en los vv.5-9 que merecen alabanza y adoración? ¿Cómo crees que lo dicho en el salmo se cumple en la persona y obra de Jesucristo? ¿Cómo podrías aplicar el salmo a tu vida personal?

Orar: Alaba el nombre de Dios de manera permanente. Alaba a Dios por ser Dios soberano, sobre todo, por ser el Dios que en su soberanía se dignó a mirar su creación. Alaba a Dios por mirarte con redención y perdón en Cristo Jesús.


VIERNES

Leer: Romanos 12:1-2

Meditar: ¿En base a qué ruega Pablo? ¿Qué es lo que deben presentar los creyentes a Dios? ¿Qué tipo de sacrificio es el que deben presentar los creyentes? ¿Podrías pensar y mencionar en las diferencias de los sacrificios del antiguo testamento y el sacrificio que el creyente presenta en su vida a Dios? ¿Qué idea trae la imagen de sacrificio en la vida del creyente? ¿Cómo se ofrece dicho sacrificio según el v.2? ¿Qué crees que significa que es nuestro culto racional?

Orar: La vida de todo creyente transformado por el evangelio es un sacrificio constante de adoración y alabanza a Dios. Pide a Dios que tu vida sea una vida de alabanza a Dios ya que esto es tu culto de adoración racional y lógico como hijo o hija de Dios.


SÁBADO

Leer: Efesios 1:3-14

Meditar: ¿Por qué es bendito el Dios y Padre? ¿Cuál es el tema central de estos versículos? ¿Qué funciones tienen las tres personas de la Trinidad en estos versículos? ¿Qué funciones o acciones hace el Padre? ¿Qué funciones o acciones hace el Hijo? ¿Qué funciones o acciones hace el Espíritu? Según los vv.6, 12, 14b ¿para que hemos sido hechos en base a la obra de redención del Dios Trino.

Orar: Bendice a nuestro Dios Trino por su gran obra de salvación. Bendícele porque siendo nosotros pecadores por su gracia nos ha hecho para la alabanza de su gloriosa gracia.
      Los zifeos cumplieron las órdenes del rey y es aquí cuando la acción de los acontecimientos se acelera. A David le fue dado aviso de que Saúl iba buscándole y pisándole los talones. La acción llega a su clímax cuando la Biblia nos narra que “Saúl iba por un lado del monte, y David con sus hombres por el otro lado del mundo, y se daba prisa David para escapar de Saúl; más Saúl y sus hombres habían encerrado a David y a su gente para capturarlos” (v.26). Parecía que todo estaba perdido, el lazo estaba puesto alrededor de David y su gente, únicamente un milagro podría sacarlos del lazo de sus enemigos y salvarlos de esa situación. Fue justo en esos momentos cuando un informe de la invasión de los filisteos llegó a oídos de Saúl y tuvo que dejar de perseguir a David para cuidarse de ese otro asunto (1 Samuel 23:27-28). Muchos suspirarían aliviados pensando la gran suerte que tuvieron de poder ser salvados de esa situación por la invasión de los filisteos, pero claramente no fue la suerte sino la intervención de la providencia divina la que salvó a David y a sus hombres. Es precisamente el Salmo 54 el cántico que llena el vacío que no aparece narrado en ese acontecimiento.


      El Salmo 54 muestra la oración por salvación que David levantó a Dios frente a esa situación. El clamor por salvación porque extraños y enemigos se habían levantado contra él (vv.1-3). David clamó a Dios por salvación y confió que únicamente Dios era su ayudador, su salvador y aquel que cortaría con la verdad a sus enemigos (vv.4-5). La narración de 1 Samuel 23:19-29 muestra que la salvación de Dios llegó usando a los filisteos los cuales hicieron que Saúl tuviese que dejar de perseguir a David. Dios escuchó el clamor de David por salvación frente a sus enemigos, Dios fue su ayudador y el que salvó su vida y por ello David puede decir “voluntariamente sacrificaré a ti; alabaré tu nombre”. La entrega de sacrificios a Dios no es más que la alabanza del nombre de Dios por parte de David, es una alabanza que surgió en respuesta a la obra de salvación que Dios obró en la vida de David y de los suyos. La obra de salvación de Dios es la base sobre la cual se sustenta y desde la cual se levanta de manera sólida y firme la alabanza de todo creyente cuya vida ha sido tocada por la obra salvífica de Dios. Sin duda alguna, todo cristiano en algún momento u otro de su vida ha podido vivir una circunstancia similar a la de David.
      Hay momentos en la vida que extraños se levantan contra uno y aquellos o aquello que no han puesto el nombre de Dios delante de sí, se convierten en enemigos de la fe del evangelio de salvación. Es en estos momentos y circunstancias cuando habiendo levantado un clamor por salvación delante de Dios, podemos ver como su mano salvadora y misericordiosa no nos ha desamparado y sigue obrando a favor de nosotros. ¿Qué respuesta dar ante ello? La respuesta de un alma que ha sido hecha depositaria de la misericordia salvadora de Dios es la alabanza del nombre del Dios que la ha salvado.
      Siempre la alabanza será la respuesta que nace de una vida que ha sido hecha beneficiaria de la salvación de Dios. La respuesta de alabar, dignificar, dar el peso de gloria que únicamente el nombre de Dios se merece nace de la obra salvífica de Dios. Es precisamente esta salvación lo que hace que la adoración pueda ser voluntaria. Poco le puedes pedir a una piedra. Poco le puedes pedir a una piedra que responda a tus palabras cuando la llamas. Poco le puedes pedir a corazones de piedra, pero mucho puede y debe ser expresado de corazones de carne. La mayor salvación que Dios ha obrado en nuestra vida fue la salvación de habernos librado de los enemigos del pecado, la muerte y Satanás. Dios nos salvó y nuestro corazón fue cambiado de piedra en carne ¿cómo deberíamos responder entonces a tal magnífica obra de salvación? No podemos mas que responder con la alabanza que surge de manera voluntaria de nuestro corazón transformado por la gracia de Dios.


      La voluntariedad en la alabanza a nuestro Dios surge debido a que la obra de salvación nos ha dado la voluntad y la capacidad de querer alabar al Dios que antes no queríamos ni conocer ni reconocer. Por tanto, la voluntariedad en la alabanza también puede entenderse como la libertad de ofrecer alabanza a Dios, la realidad de una alabanza que ya no es movida por la hipocresía ni por el legalismo de hacer algo “porque toca” sino porque existe el deseo y voluntad libre de hacerlo. Si nuestra vida ha sido transformada por el Espíritu de Dios y por la verdad de Cristo, entonces nuestra respuesta debe ser la alabanza en espíritu y verdad. Si Dios nos ha hecho depositarios de su salvación para la alabanza de la gloria de su gracia, entonces la respuesta de nuestra vida debe ser, en la nueva voluntad que nos ha sido dada, alabar a nuestro Dios. Si Dios nos ha dado la voluntad de poder alabarle, entonces voluntariamente ofreceremos alabanza al Dios de nuestra salvación ¿Por qué? Porque la alabanza es la respuesta digna de aprobación en aquellos que han sido redimidos por Dios.
      David determina al final de sus palabras la causa o razón de dicha alabanza a Jehová “porque es bueno”. La bondad no es fácil de definir, existen diversos tipos de bondad por lo que determinar que algo es bueno no siempre es fácil y mucho menos en un tiempo posmoderno en el cual no existe un estándar de verdad absoluta que permita comparar aquello que es bueno y aquello que es malo. De todas maneras, de manera bien simple, aquello que es bueno suele ser aquello que cumple el propósito para lo que ha sido creado y, por tanto, aquello que es bueno es digno de toda aprobación. David determina que la razón de alabar el nombre de Dios es porque es bueno.
      La alabanza a nuestro Dios es algo digno de toda aprobación delante de los ojos de Dios y delante del pueblo de Dios, así lo expresa David en el Salmo 52:9 “te alabaré para siempre, porque lo has hecho así; y esperaré en tu nombre, porque es bueno, delante de tus santos”. La alabanza de todo creyente y del pueblo de Dios es la repuesta voluntaria de los redimidos que es digna de toda aprobación. Es buena porque alaba a Dios quien es bueno y bueno en gran manera. La alabanza de todo creyente es buena y digna de toda aprobación porque cumple el gran propósito para el cual la salvación de Dios fue dada por gracia. Transformar vidas que pudiesen ser presentadas como sacrificio vivo, santo y agradable a Dios siendo esto el culto racional de todo transformado por el evangelio de gracia y fe en Jesucristo. La alabanza es buena y digna de toda aprobación porque cumple el propósito de haber sido hechos no para nuestra propia alabanza, no para ser un sacrificio de alabanza a lo bueno que somos nosotros sino para responder y mostrar que hemos sido salvos para la alabanza de la gloriosa gracia que nuestro Dios nos mostró en la persona de nuestro Señor y Salvador Jesucristo.