ACERCA DE ESTA SALVACIÓN
TAN GRANDE
“Los profetas que profetizaron de la gracia destinada a vosotros, inquirieron y diligentemente indagaron acerca de esta salvación, escudriñando qué persona y qué tiempo indicaba el Espíritu de Cristo que estaba en ellos, el cual anunciaba de antemano los sufrimientos de Cristo, y las glorias venideras tras ellos. A éstos se les reveló que no para sí mismos, sino para nosotros, administraban las cosas que ahora os son anunciadas por los que os han predicado el evangelio por el Espíritu Santo enviado desde el cielo; cosas en las cuales anhelan mirar los ángeles”
(1ª Pedro 1:10-12)

      Una de las cosas que debemos saber de nuestra salvación es que tiene sus bases en el Antiguo Testamento, nuestra salvación es como un árbol frondoso del cual nosotros los cristianos del nuevo pacto podemos comer de los frutos de vida eterna pero un árbol con raíces profundas que se enraízan de manera profunda en el suelo fértil de todo el mensaje profético del antiguo pacto. La salvación que por gracia nos ha sido dada por medio de la fe en Cristo no fue ni nunca será una improvisación divina. Algunos consideran que fue un plan B debido a la rebelión y caída del ser humano, pero ciertamente no fue así. La salvación que tenemos es una salvación grande y sublime. Fue decretada en la voluntad del Dios Trino antes de la fundación del mundo y desarrollada progresivamente a lo largo de la historia. El apóstol Pedro ciertamente presenta la grandeza de esta salvación ligada a la historia misma “Los profetas que profetizaron de la gracia destinada a vosotros, inquirieron y diligentemente indagaron acerca de esta salvación, escudriñando qué persona y qué tiempo indicaba el Espíritu de Cristo que estaba en ellos, el cual anunciaba de antemano los sufrimientos de Cristo, y las glorias venideras tras ellos.
Pastor Rubén Sánchez
Devocional Semanal - Pastor Rubén Sánchez
"...y le puso por nombre Eben-Ezer, diciendo: Hasta aquí nos ayudó Jehová" (1ª Samuel 7:12)
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En cosas tales como estas anhelan mirar los ángeles. Los creyentes del nuevo pacto estamos en una posición mayor y mejor que los santos del antiguo pacto y miramos cosas que los ángeles mismos anhelan mirar. No hay duda alguna que esto debe hacernos pensar que nunca deberíamos perder la admiración, el deseo y el gozo de seguir contemplando esta salvación tan grande. Señor, ayúdame a siempre mirar y gozarme en esta salvación que por gracia y por medio de la fe me has dado en tu Hijo Jesucristo. Amén. 
MARTES

Leer: 1ª Pedro 1:3-9

Meditar: ¿A quién bendice el apóstol Pedro? ¿Qué acciones son las que Pedro menciona que Dios hizo con nosotros? ¿Por qué la esperanza que tenemos es una esperanza viva? ¿Cuál es el propósito de haber sido renacidos? ¿Cómo es nuestra herencia en los cielos? ¿Crees que tal salvación implica el estar ajeno a las pruebas? ¿Qué función tienen las pruebas en la vida del creyente?

Orar: Bendice a Dios por la gran salvación que te ha sido dada en Cristo. Bendice a Dios por el nuevo nacimiento, la herencia eterna y las pruebas que fortalecen tu fe para ser hallada preciosa y de gran valor en la venida de Cristo.


MIÉRCOLES

Leer: 1ª Pedro 1:10-12

Meditar: ¿Cuál es la acción principal de los profetas en el v.10? ¿Qué es aquello sobre lo que indagaron? Según el v.11 ¿qué cosas escudriñaron los profetas? ¿Puedes pensar en imágenes o acontecimientos en el AT que hablen de los sufrimientos y glorias del Mesías? ¿Para quién es la revelación final de todo ello? ¿Qué relación ves entre el v.11 y el anuncio del evangelio en el v.12 por el Espíritu? ¿Qué te hacen pensar estos versículos con relación a la posición que tenemos como creyentes en el nuevo pacto?

Orar: Ora a Dios que te ayuda a considerar, apreciar y entender toda la revelación bíblica como necesaria para entender la salvación en Cristo. Bendice a Dios porque como creyentes en el nuevo pacto somos capaces de ver el cumplimiento de lo anunciado en Cristo Jesús.


JUEVES

Leer: Hebreos 2:1-4

Meditar: ¿Cuál es la advertencia del autor? ¿Cómo debemos atender? ¿A qué debemos atender según los versículos? ¿Cuál crees que es la palabra descrita en el v.2? ¿Cómo ha sido anunciada la salvación tan grande que tenemos? ¿Por qué debemos tomar atención a la salvación tan grande?

Orar: Da gracias a Dios por el anuncio de la gran salvación pero pide a Dios que te ayude a ser diligente y atender a la gran salvación que en Cristo te ha sido dada. 


VIERNES

Leer: Génesis 22:1-14

Meditar: ¿Qué sucede en el texto de Génesis? ¿Cómo es descrito Isaac en estos versículos? ¿Por qué crees que Dios le pidió tal cosa a Abraham? ¿Cómo Dios acaba salvado a Isaac del sacrificio? ¿Qué aspectos de la salvación en Cristo puedes ver en la historia de Genesis?

Orar: Da gracias a Dios porque él fue quien se proveyó de sacrificio. Dios nos entregó a la simiente última de Abraham, a Jesucristo como sacrificio para nuestros pecados. Bendice a Dios porque él entregó a su único Hijo amado para ser nuestro sustituto en la cruz.


SÁBADO

Leer: Jonás 2:1-10; Mateo 12:38-41

Meditar: ¿En qué situación se encontraba Jonás? ¿A qué responde la oración de Jonás? ¿Qué significaba para Jonás estar en el Seol, en lo profundo de la tierra? ¿Qué imágenes utiliza Jonás para mostrar que está abandonado totalmente? ¿Por qué al final Jonás puede alabar a Dios? ¿Qué entiende Jonás finalmente en el v.9? ¿Cómo crees que esto se cumple en Cristo según lo dicho en Mateo 12:39-40?

Orar: Bendice a Dios porque la salvación es únicamente de él. La señal de Jonás no fue únicamente que Cristo estuvo muerto y al tercer día resucitó, sino también que así como el mensaje de arrepentimiento y perdón llegó a Nínive por medio de Jonás, el mensaje de arrepentimiento, perdón y salvación llega a todo el mundo por medio de aquel que murió y resucito. Pide a Dios que este mensaje siga avanzando en el mundo para gloria de Jesucristo.
      A éstos se les reveló que no para sí mismo, sino para nosotros, administraban las cosas que ahora os son anunciadas por los que os han predicado el evangelio por el Espíritu Santo enviado desde el cielo; cosas en las cuales anhelan mirar los ángeles” (1ª Pedro 1:10-12). El apóstol muestra tres aspectos importantes de la gran salvación que nos ha sido dada, primero sus raíces en el antiguo pacto. Segundo, Cristo el centro de la salvación y tercero, nosotros los creyentes los depositarios de esta gran salvación.
      ¿Quién anunció primeramente acerca de esta salvación? Pedro responde de manera clara a ello “los profetas que profetizaron de la gracia destinada a vosotros”, fueron los profetas los que profetizaron, los que indagaron acerca de dicha salvación. La referencia a los profetas sitúa el argumento de Pedro en estos versículos en la realidad y tiempo del antiguo pacto. Los profetas que profetizaron, indagaron e inquirieron fueron ni más ni menos que los profetas del Antiguo Testamento, Isaías, Jeremías, Daniel, Ezequiel, Moisés, etc. Es bien interesante notar que la acción principal de los profetas no fue primeramente profetizar de la gracia sino indagar acerca de la salvación “inquirieron y diligentemente indagaron acerca de esta salvación” esta es la acción principal, esto es lo que los profetas hicieron primordialmente, buscar acerca de esta salvación que gozamos. Los profetas a lo largo de sus mensajes inquirieron y buscaron con gran diligencia acerca de la salvación, ahora bien, la pregunta podría ser ¿cómo indagaron e investigaron? la verdad es que Pedro no lo dice. El apóstol no nos dice cómo indagó Moisés acerca de la salvación, tampoco nos dice cómo Isaías buscó diligentemente acerca de la salvación. Pedro se limita a decirnos que “inquirieron diligentemente acerca de esta salvación”. La razón de ello es porque Pedro presenta la acción de los profetas de inquirir e indagar diligentemente no como una acción que hicieron en un momento puntual o con detalles sino más bien a nivel general, la idea de Pedro es mostrar que el carácter general del mensaje profético, que el hilo de oro que recorre todo el mensaje de los profetas es la salvación que ha llegado a nosotros. Todo el mensaje profético es un mensaje cuyo corazón es la salvación, es un mensaje salvador, es todo él una palabra de salvación.


      Cuando se abren las Escrituras y por tanto el Antiguo Testamento como parte de ellas, la salvación es aquello que resuena en cada palabra y profecía dicha por los profetas desde Génesis hasta Malaquías. Es un mensaje que no revela historias desconectadas la una de la otra sino unidas por el gran plan de salvación que progresa a lo largo de la historia y el tiempo. Contemplar nuestra salvación con sus raíces en el antiguo pacto debería ayudarnos a ver lo grande que es la salvación que nos ha sido dada. Debería darnos la perspectiva de la maravillosa providencia de Dios trabajando en la historia para que esta salvación tan grande alcanzase su cumplimiento último y alcanzase a pecadores como nosotros. ¿Cómo es esto posible? Hay muchas razones para ello, pero quizás las más grande de todas es porque verdaderamente aquello que buscaron era la persona misma de Cristo.

      El mensaje de los profetas puede ser acerca de la salvación que gozamos porque Pedro sí nos dice una manera en cómo indagaron acerca de esta salvación, v.11 “escudriñando” es decir, “buscando”, los profetas indagaron acerca de la salvación buscando básicamente dos cosas. Lo primero que buscaron fue “qué persona y qué tiempo”, esto se refiere “en qué circunstancias” el Espíritu de Cristo en ellos anunciaba de antemano “los sufrimientos de Cristo y las glorias que vendrían tras ellos” esta es la segunda cosa. Los profetas indagaron acerca de esta salvación por medio de buscar cuando el Espíritu de Cristo testificaba en qué persona y tiempo se cumplirían los sufrimientos y glorias del Mesías. Los profetas dependían de la revelación del Espíritu en todos estos hechos v.11 “indicaba el Espíritu de Cristo” ni mucho menos eran sus propias imaginaciones y pensamientos sino la revelación misma del Espíritu de Cristo obrando en ellos. Ahora bien, hay algo importante a notar en las palabras del apóstol, la palabra “salvación” desaparece de la escena y la razón de ello es porque ha sido sustituida y especificada. El término salvación es sustituido por la expresión “los sufrimientos de Cristo y las glorias que vendrían tras ellos”, ahora la salvación es focalizada en los sufrimientos y glorias del Mesías y esta es la razón por la cual todo el mensaje profético del antiguo pacto puede ser mensaje acerca de esta salvación. Es el mensaje que busca, indaga, anuncia a aquel que es el foco, centro y cumplimiento de la salvación, Cristo sus sufrimientos y glorias. Todo el Antiguo Testamento es Cristo-céntrico, todo él es una palabra salvadora porque anuncia aquel que es el autor de la salvación, sus sufrimientos y sus glorias. Esto hace al Antiguo Testamento la base histórica de nuestra salvación, le hace tan importante como el Nuevo Testamento para conocer y entender nuestra salvación.
      Podemos buscar y debemos buscar acerca de esta gran salvación, acerca de los sufrimientos y las glorias del Mesías en el antiguo pacto, esto implica que puedes encontrar anuncios de los sufrimientos y glorias de Cristo desde la simiente de la mujer en Génesis o en Jale clavando una estaca al rey Sisera, o incluso en la asna de Balaam, todo destila de una manera u otra, en tipos, profecías y sombras la salvación en los sufrimientos y glorias del Cristo. Lo sorprendente es que, aun y cuando los profetas buscaron acerca de estos sufrimientos y glorias del Mesías, todo ello estaba reservado a ser revelado de manera clara a nosotros, los creyentes del nuevo pacto “a éstos se les reveló que no para sí mismos sino para nosotros administraban las cosas” (v.12). Estos versículos están encerrados bajo la idea de que lo qué fue buscado por los profetas fue hecho no para su tiempo sino para el nuestro. Los profetas que indagaron buscando en qué circunstancias el Espíritu daría a conocer los sufrimientos y glorias de Cristo posiblemente esperarían que se les revelase lo que buscaban pero “a éstos se les reveló que no para sí mismos, sino para nosotros”. Se les reveló que no era para su tiempo sino para el nuestro, no para ellos sino para nosotros los creyentes del nuevo pacto.
      A Dios le ha placido desarrollar la salvación de esta manera, enraizada en la historia del antiguo pacto y cumplida en el nuevo pacto. Nosotros los cristianos del nuevo pacto sí que podemos ver con mayor claridad. Si le preguntamos a Isaías; “Isaías ¿quién es el Siervo Sufriente?” Isaías responde “no lo sé”, si le preguntamos “¿cómo fue herido por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados? ¿Cómo el castigo de nuestra paz fue sobre él y por su llaga fuimos nosotros sanados?” Si le preguntamos a Ezequiel;  “¿Quién es el siervo de David que recogerá a las ovejas de Dios que están dispersas?” Si le preguntamos a Job;  “Job ¿quién es tu redentor que vive?”
      La respuesta de todos ellos es;  “no lo sabemos, indagamos y buscamos lo que el Espíritu de Cristo tiene que decir pero nos es revelado que no es para nuestro tiempo sino para el vuestro”. Pero con todo el mensaje profético del antiguo pacto, ahora nosotros en el nuevo pacto podemos decir, “¡sí vemos, sí sabemos, sí conocemos quien y en qué tiempo, aquí viene Jesús de Nazaret el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo, Jesús de Nazaret el Cristo el Hijo de Dios!”. “¡Sí conocemos que él es el siervo de David, el buen pastor que conoce y recoge a sus ovejas!”. “¡sabemos que en él se cumplen los sufrimientos del Mesías, los sufrimientos de llevar el pecado de los suyos, los sufrimientos de remover la ira de un Dios Santo a consecuencia de nuestro pecado, los sufrimientos de la cruz donde la paz con Dios es dada y por su herida fuimos sanados!”. “¡Sí vemos y conocemos que esas glorias después de los sufrimientos es la gloria de la resurrección, la gloria de la exaltación, las glorias de que a través de esa resurrección somos renacidos a una esperanza viva y eterna!”. Todo esto nos ha llegado condensado de manera poderosa en la predicación del evangelio de Cristo. El evangelio predicado por el Espíritu, el mismo Espíritu de Cristo que les dijo a los profetas que los sufrimientos y glorias del Mesías no eran para su tiempo, es el que en el evangelio nos ha hecho llegar el gran mensaje de salvación en Cristo Jesús.