LA FACTORIA
DE LA PACIENCIA
“Hermanos míos, tened por sumo gozo cuando os halléis en diversa pruebas,
sabiendo que la prueba de vuestra fe produce paciencia. Mas tenga la paciencia su obra completa, para que seáis perfectos y cabales sin que os falte cosa alguna”
(Santiago 1:2-4)
      Posiblemente no será la primera vez que uno escuche el dicho en el que alguien pidió paciencia pero la pidió al momento. Parece algo totalmente contradictorio el pedir paciencia pero pedirla rápida y prontamente. La paciencia se asocia con la capacidad o virtud de poder esperar y soportar de manera tranquila y equilibrada en medio de una situación difícil. Aun y cuando la paciencia no fue una de las cuatro virtudes cardinales (templanza, justicia, fortaleza y prudencia) enunciadas por Platón como las virtudes esenciales para la moralidad, lo cierto es que, la paciencia era una virtud apreciada. Era la virtud que se asociaba con aquellos que saben sufrir y tolerar las contrariedades y adversidades con fortaleza y sin lamentarse. Ahora bien, la paciencia bíblicamente no es tanto una virtud sino parte del fruto de la obra del evangelio en la vida del cristiano. Algunos han dicho que las virtudes de Paltón influenciaron al fruto del Espíritu que Pablo menciona en Gálatas 5:22, ahora bien, hay una gran diferencia vital.
Pastor Rubén Sánchez
Devocional Semanal - Pastor Rubén Sánchez
"...y le puso por nombre Eben-Ezer, diciendo: Hasta aquí nos ayudó Jehová" (1ª Samuel 7:12)
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En medio de la prueba puedes tener gozo sabiendo que tu Dios sigue trabajando para formarte a la imagen de su Hijo amado, a la imagen de Aquel que te ama, a la imagen de Cristo Jesús. Pide a Dios, quien da sin reproche, sabiduría para afrontar la prueba con gozo. Pide a Dios que en ti produzca paciencia. Pide a Dios que las pruebas en tu vida te sirvan para mirar el gran fin que Dios tiene establecido para ti en Cristo Jesús. 
MARTES

Leer: Job 6:1-11; 42:12-13

Meditar: ¿Cuál es la situación en la que se encontraba Job? ¿Qué visión tiene Job con relación a Dios? ¿Cuál piensa Job que es la actitud de Dios hacia él? ¿Te has sentido alguna vez como Job en alguna situación de tu vida? ¿Cuál es la pregunta final de Job en el v.11? ¿Cómo crees que el final libro de Job responde a esta pregunta?

Orar: Job muestra que el fin de la paciencia de Job en medio de la prueba fue un fin mayor que el primero en su vida. Pide a Dios que la paciencia en medio de las pruebas te permita ver el fin mayor de la salvación que tenemos en Cristo. El fin de ser glorificado y formado a la imagen de Cristo.


MIÉRCOLES

Leer: Romanos 5:1-5

Meditar: ¿A quién se está dirigiendo Pablo? ¿Dónde está firme el creyente? ¿En qué dos cosas se gloría el creyente? ¿Porqué crees que el creyente pude gloriarse en las tribulaciones? ¿Cuál es el resultado final de la paciencia y la prueba? ¿Por qué la esperanza no avergüenza en la vida del creyente?

Orar: Pide a Dios que en su gracia te ayude a gloriarte en las tribulaciones sabiendo que la paciencia producida al final es para una esperanza que no avergüenza porque la tribulación obrará en tu vida para el propósito final de Dios mostrado en el amor que ha sido derramado en tu vida por el Espíritu quien es garantía de tu salvación final.


JUEVES

Leer: Gálatas 5:22-26

Meditar: ¿Cómo es descrito el fruto del Espíritu? ¿Por qué crees que Pablo habla del “fruto (míralo a la luz de los vv.19-21)? ¿Qué tienen en común todo lo descrito en el fruto del Espíritu? ¿Qué importancia tiene lo dicho en los vv.24-25?

Orar: Pide a Dios que el fruto del Espíritu se manifieste en tu vida. Pide a Dios que en su gracia te ayude a vivir en el Espíritu sabiendo que tu unión con Cristo es fundamental para ello. Pide a Dios que en tu relación con tus hermanos el fruto del Espíritu sea una realidad. Ora por tu iglesia y el fruto del Espíritu en ella.


VIERNES

Leer: Efesios 1-3

Meditar: ¿Cuál crees que es la vocación con la que fuimos llamados? ¿Qué dos elementos menciona Pablo para andera conforme a la vocación? ¿Cuál es la manera de andar conforme a la vocación con que fuimos llamados? ¿En relación a quien se expresa la paciencia en el v.2? ¿Qué debemos guardar en el vínculo de la paz?

Orar: La vocación con la que fuimos llamados es la vocación de ser miembros de una misma familia, la familia de Dios en Cristo Jesús. La paciencia debe expresarse hacia los miembros de la familia en amor. Pide que esto sea una realidad en tu vida y en tu iglesia por la gracia de Dios.


SÁBADO

Leer: Santiago 1:1-8

Meditar: ¿Cuál es la actitud con la que el creyente debe afrontar las pruebas? ¿Cuál es el conocimiento que debe tenerse para afrontar las pruebas con gozo? ¿Qué produce la prueba de nuestra fe? ¿Cuál es el fin de la paciencia que es producida en la prueba?¿Crees qué es difícil dicha actitud? ¿Qué debe pedirse para poder afrontar las pruebas cómo Santiago establece? ¿De qué manera debe pedirse?

Orar: Tener la visión de Santiago frente a las pruebas no es algo fácil, pero podemos pedir sabiduría a Dios sabiendo que él da sin reprochar. Pide a Dios por sabiduría cuando estés en diversa pruebas para poder afrontarlas con gozo y viendo el propósito divino en ellas.
      El fruto mencionado por el apóstol Pablo es precisamente eso, un fruto y no una virtud producida de manera natural o por el esfuerzo del ser humano. La paciencia es uno de los granos de uva que crece injertado en el racimo del fruto producido por el Espíritu Santo en la vida del creyente. Por tanto, bíblicamente la verdadera paciencia no la producimos nosotros sino que es producida en nosotros como evidencia del evangelio. Ahora bien, si es parte del fruto del Espíritu, ¿cómo se produce esta paciencia en nosotros? Dios tiene una factoría muy específica que, aunque no guste, suele ser la más eficaz para la producción y la perfección de la paciencia en sus hijos. Esa factoría es la factoría de las pruebas en la vida.
      Las pruebas, ya sean aquellas que Dios permite o aquellas que Dios pueda enviar de manera directa, serán la factoría en la que la paciencia del creyente será trabajada, cultivada y prosperada. Esto es precisamente lo que Santiago escribió a sus amados hermanos “hermanos míos, tened por sumo gozo cuando os halléis en diversas pruebas, sabiendo que la prueba de vuestra fe produce paciencia. Mas tenga la paciencia su obra completa, para que seáis perfectos y cabales sin que os falta cosa alguna” (Santiago 1:2-4). Frente a la prueba Santiago nos deja ver tres cosa importantes: Primero, la actitud de gozo que todo cristiano debe tener frente a la prueba. Segundo, el resultado de la paciencia como producto de la prueba. Tercero, la madurez como el propósito final de la paciencia. No cabe duda alguna que, los tiempos que estamos viviendo a causa de la pandemia y a causa de la gran crisis económica que todos parecen augurar son tiempos de prueba para nuestro mundo y los cristianos no somos ajenos a ellos. Como el resto de la raza humana, los cristianos pasamos por medio de la prueba, perdemos seres queridos, sufrimos pérdida de trabajo y aprietos económicos. La prueba no es algo que el evangelio evite ni tampoco prometa evitar, todo lo contrario. El mal llamado evangelio “para de sufrir” no es evangelio en absoluto. Es una perversión del verdadero evangelio de gracia y fe en Cristo. El evangelio revelado en la Biblia no evita las pruebas, ahora bien, lo que sí hace es dar una actitud totalmente distinta a la del mundo para poder enfrentar las pruebas. Santiago dice: “hermanos míos, tened por sumo gozo cuando os halléis en diversas pruebas”.

      El gozo es la actitud que debe caracterizar al cristiano cuando este se encuentra en medio de diversas pruebas. Sin lugar a dudas las palabras de Santiago son chocantes y sorprendentes. El ambiente de las pruebas no es un lugar creado para tener gozo, no es tierra fértil donde el gozo crece con facilidad. Hallarse en pruebas de diversa clase e índole es territorio alcalino, es cómo intentar sembrar rosas en un desierto de sal, es muy poco probable que estas crezcan. Entonces ¿cómo puede pedir Santiago gozo en medio de las pruebas? No puede malentenderse lo que Santiago está diciendo. La actitud de gozo no implica un actitud continua de risa y alegría como si nada pasase. El gozo en medio de las diversas pruebas no evita la tristeza, las lágrimas y la preocupación. La razón de que el cristiano deba tener gozo en medio de las pruebas en su vida es porque existe una razón concreta, existe un conocimiento que todo cristiano debe tener “sabiendo que la prueba de vuestra fe produce paciencia”. Aquí está la razón básica y fundamental de porqué todo cristiano debería afrontar las diversas pruebas en su vida con gozo, porque hay un conocimiento que no puede perderse nunca de vista.
      El gozo que el cristiano debe tener en las pruebas no es una actitud ingenua. No es una actitud que venga del conformismo o la resignación frente a una situación en la que más vale estar gozoso que no triste. La actitud de gozo surge porque debemos tener un conocimiento concreto, el conocimiento que las pruebas en nuestra vida tienen una razón de ser. El conocimiento de que en las manos de nuestro Dios las pruebas para los cristianos tienen un función concreta y determinada. A diferencia del mundo, como cristianos podemos y debemos tener el conocimiento de que en las manos de nuestro Dios soberano, las pruebas que pueden acontecer en nuestra vida no son ajenas al propósito divino.
      El ejercicio de la soberanía divina es capaz de usar algo tan difícil y característico de un mundo hundido en el pecado, como son las pruebas, para producir bien en nuestra vida. En concreto tienen la función de “probar vuestra fe”. Es importante entender que Dios no permite la prueba para saber si hay fe o no hay fe en nosotros. Dios es el autor y consumador de nuestra fe. El don de la fe nos ha sido dado por él y por tanto ya conoce si hay fe en nosotros. El Señor Jesús no le dijo a Pedro que había orado para que tuviese fe en medio de la prueba. El Señor le dijo que había orado para que su fe no faltase. La pruebas tienen la función no de determinar si tenemos fe o no, sino de hacer madurar el don de la fe que nos fue dado, para que siendo probada como el oro sea hallada en alabanza, gloria y honra cuando Jesucristo sea manifestado (1ª Pedro 1:6).  Dios es bueno y en ello no cambia, por tanto, aun y cuando la prueba pueda ser dura, la bondad de Dios sigue en medio de ella y su propósito eterno para los suyos tampoco cambia y a ello contribuirán las pruebas en nuestra vida ¿cómo? Generando el resultado del producto de la paciencia en nosotros.


      La prueba de la fe “produce paciencia” así que en cierta manera las pruebas en la vida son la factoría donde la paciencia es ejercida y trabajada. Por tanto, el cristiano debe tener sumo gozo en las pruebas porque debe tener el conocimiento de que la prueba de su fe tiene una razón de ser y es producir paciencia. Sin duda alguna únicamente el cristiano puede tener dicha visión de la pruebas porque el fruto del Espíritu está implicado en medio de ello. El gozo y la paciencia son parte del fruto del Espíritu y en medio de las pruebas aparece. Ahora bien ¿por qué producir paciencia? ¿Por qué no producir valentía? ¿Por qué no producir una actitud marcada de estoicismo? ¿Por qué no producir una educación espartana en la que uno es capaz de soportar el dolor, el frío y el hambre? ¿Por qué las pruebas son la factoría de la paciencia? Porque las pruebas en el plan divino para el creyente no tienen una visión que termina en el presente sino que se enfocan en la eternidad y al fin último que Dios tiene para aquellos que él ama. El propósito es la madurez final.
      Santiago dice “mas tenga la paciencia su obra completa, para que seáis perfectos y cabales sin que os falte cosa alguna”. Santiago determina que el cristiano debe dejar que la “paciencia tenga su obra completa”, es decir, puesto en otras palabras, el cristiano no debe resistir la prueba sino afrontarla tal y cómo Santiago lo establece. Nos gustaría evitar y escapar de las pruebas pero siendo así saldríamos de uno de los lugares que Dios usa para producir paciencia en nosotros. Una paciencia que debemos dejar que tenga su obra completa porque su propósito último es que el cristiano sea perfecto y cabal sin que le falte cosa alguna. Es decir, acabe siendo plenamente maduro como hijo e hija de Dios. Esta madurez final es la madurez que Dios tiene establecida en su plan decretado desde antes de la eternidad. Es la madurez que todo cristiano acabe siendo formado a la imagen de Jesucristo para que él sea el primogénito entre muchos hermanos (Romanos 8:29). Para ello, Dios usará las aflicciones de este tiempo presente, las pruebas que tan difíciles pueden resultarnos para que todo obre para el bien de aquellos que le aman. Para que todo obre para el bien final de la salvación, el ser hechos a la imagen de nuestro Señor Jesucristo.