¿A DÓNDE ME IRÉ?
“¿A dónde me iré de tu Espíritu? ¿Y dónde huiré de tu presencia?
Si subiere a los cielos, allí estás tú; y si en el Seol hiciere mi estrado, he aquí, allí tú estás”.
(Salmo 139:7-8)
      Nuestro mundo es un mundo ajetreado, una sociedad que como las olas del mar no para. De un lado al otro, de aquí para allá movidos, regulados y regidos por las imparables manecillas del reloj que nos marcan el paso a paso de nuestro día a día. A menudo he escuchado gente decir que los días deberían ser de treinta horas en lugar de veinticuatro. En muchas ocasiones y para muchas cosas nos falta tiempo, no llegamos a todo y ya sea como una queja o como un deseo el atributo de la omnipresencia es invocado en esos casos. En ocasiones como queja suele decirse “es que soy incapaz de poder estar en todas partes al mismo tiempo para poder hacerlo todo”. En otras ocasiones como si de un deseo se tratase, la omnipresencia se desea como un atributo que nos permitiese estar en todos los sitios al mismo tiempo para poder cumplirlo todo. Ciertamente, el atributo o capacidad de estar en todos los sitios al mismo tiempo no es ni mucho menos una capacidad del ser humano. Somos limitados y estamos limitados en el espacio y el tiempo. Somos parte de esta creación definida por los parámetros del espaciotemporales, pero no es así con Dios. Dios es distinto e independiente a su creación, él es el Creador, por tanto, no está sometido ni limitado a los parámetros de la creación misma. Uno de los atributos que caracteriza el ser de Dios es su omnipresencia, es decir, Dios no está limitado por el espacio y por ello está al mismo tiempo en todas partes aun y cuando esto no quiera decir que esté en todas partes de la misma manera.
Pastor Rubén Sánchez
Devocional Semanal - Pastor Rubén Sánchez
"...y le puso por nombre Eben-Ezer, diciendo: Hasta aquí nos ayudó Jehová" (1ª Samuel 7:12)
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      Saber que Dios es omnipresente no debería de ser solamente un ejercicio de conocimiento académico e intelectual para cualquier creyente. Saber que Dios es omnipresente debería tener implicaciones prácticas y vitales para la vida de todo hijo e hija de Dios. David bien lo sabía y así lo expresó en su Salmo 139. En el Salmo 139:7-8 David plantea dos aspectos importantes: Primero, plantea la pregunta del supuesto de poder huir de la presencia de Dios, segundo plantea la imposibilidad de huir de Dios por su completa y absoluta omnipresencia.
      Nuestro mundo es un mundo ajetreado, una sociedad que como las olas del mar no para. De un lado al otro, de aquí para allá movidos, regulados y regidos por las imparables manecillas del reloj que nos marcan el paso a paso de nuestro día a día. A menudo he escuchado gente decir que los días deberían ser de treinta horas en lugar de veinticuatro. En muchas ocasiones y para muchas cosas nos falta tiempo, no llegamos a todo y ya sea como una queja o como un deseo el atributo de la omnipresencia es invocado en esos casos. En ocasiones como queja suele decirse “es que soy incapaz de poder estar en todas partes al mismo tiempo para poder hacerlo todo”. En otras ocasiones como si de un deseo se tratase, la omnipresencia se desea como un atributo que nos permitiese estar en todos los sitios al mismo tiempo para poder cumplirlo todo. Ciertamente, el atributo o capacidad de estar en todos los sitios al mismo tiempo no es ni mucho menos una capacidad del ser humano. Somos limitados y estamos limitados en el espacio y el tiempo. Somos parte de esta creación definida por los parámetros del espaciotemporales, pero no es así con Dios. Dios es distinto e independiente a su creación, él es el Creador, por tanto, no está sometido ni limitado a los parámetros de la creación misma. Uno de los atributos que caracteriza el ser de Dios es su omnipresencia, es decir, Dios no está limitado por el espacio y por ello está al mismo tiempo en todas partes aun y cuando esto no quiera decir que esté en todas partes de la misma manera.


      El Salmo 139 ha sido considerado como uno de los grandes salmos contenidos en la Escritura. C. H. Spurgeon en su famoso comentario al libro de los Salmos, Los Tesoros de David, define al salmo 139 como “uno de los más notables de todo el libro de himnos sagrados”. El salmo se presenta como parte de los himnos de adoración del pueblo de Dios, por tanto, la adoración del pueblo de Dios era sin lugar a dudas una adoración que fluía de la naturaleza misma de Dios expuesta en dicho salmo. Ahora bien, dicho salmo se sitúa dentro de un aspecto muy específico de la adoración del pueblo, de manera específica es presentado como una oración por parte del salmista, una petición a ser examinado por parte de Dios (vv.1-2, 23-24). David en su salmo pregunta a Dios “¿a dónde me iré de tu Espíritu? ¿Y dónde huiré de tu presencia?” Las preguntas de David claramente son retóricas y merecen la respuesta de “a ningún sitio podría irme o podría huir de tu presencia”, por el simple hecho de que no hay rincón en todo el universo donde la presencia de Dios no esté presente.
      No hay lugar escondido en todo lo creado que no manifieste la gloria de Dios y cuente la obra de sus manos, no hay lugar arriba en el cielo o abajo en la tierra que Dios esté ausente de él. La petición del salmista en el salmo es que Dios le examine, que vea si hay camino de perversidad en él y que le guíe en camino eterno. Si por casualidad el salmista desease escapar de ese examen divino, la respuesta sería que es totalmente imposible “¿a dónde me iré de tu Espíritu? ¿Y a dónde huiré de tu presencia?” Las dos preguntas retóricas que expresan la misma idea muestran la imposibilidad de irse o escapar de Dios. No hay lugar en este universo que uno pudiese escapar del examen divino. No hay duda alguna que para un pecador no arrepentido sería fabuloso encontrar algún lugar en este mundo donde la presencia de Dios no estuviese o dónde el escrutinio divino no hiciese acto de presencia, pero no lo hay. Al mismo tiempo sería terrible para aquellos que han depositado su fe en Cristo el pensar que hay algún sitio donde su presencia no estuviese, pero debe pensarse otra cosa. La petición de David, debería ser también la petición de nuestro corazón como hijos de Dios “examíname, oh Dios, y conoce mi corazón; pruébame y conoce mis pensamientos” (v.23). ¡cuánto necesitamos pedirle a Dios que él examine nuestro corazón y pruebe nuestros pensamientos!
       Si el camino que él ha trazado para aquellos que hemos sido salvos en Cristo es camino de santidad e integridad, siendo el corazón más engañoso que todas las cosas ¡cuánto necesitamos que el examen divino de nuestro Creador pruebe y conozca el peso de nuestro corazón y pensamientos no fuese el caso que como a Belsasar se nos dijese “mene, mene, tekel, uparsin, contó Dios tu reino y le ha puesto fin, pesando has sido en balanza y fuiste hallado falto” (Daniel 5.25-28). En el supuesto de querer escapar de esa prueba divina ¿dónde huiríamos de su presencia? Sin duda alguna nos sería imposible.
      Sería imposible irse de su Espíritu o huir de su presencia porque su omnipresencia es totalmente absoluta. En el v.8 mostrará unas coordenadas verticales “cielos” y “Seol” lo más alto y lo más profundo. David toma dos extremos verticales, por un lado los cielos, lo más alto, por otro lado el Seol, el lugar de los muertos, el lugar más profundo que alguien podría imaginarse y pensar. La combinación entre “cielos” y “Seol” es lo que se conoce como un “merismo”, es decir, el uso de dos términos que por separado denotan ideas opuestas pero que usados de manera conjunta denotan totalidad. Por tanto, David entiende que la omnipresencia de Dios es absoluta, no hay lugar ninguno donde pudiese huirse o escapar de la presencia divina. David como si de un GPS se tratase toma las coordenadas del más allá, los cielos y el Seol mismo. Pensar en los cielos probablemente traería a la mente el pensar en el lugar donde Dios mora, donde Dios habita, no sería extraño encontrar a Dios en los cielos, es más, debería ser el lugar más deseable donde estar, Dios habita en los cielos, es el lugar de su morada (1 Reyes 8:30). Por esta razón David puede decir “si subiere a los cielos, allí estás tú”. Ahora bien, ¿quién esperaría encontrar a Dios en el lugar donde la tumba rige y la muerte reina? ¿Quién esperaría encontrar a Dios en el Seol el lugar de los muertos? Pero la sorpresa salta en el salmista “y si en el Seol hiciere mi estrado, he aquí, allí tú estás”. David muestra su sorpresa, David está diciendo “y si en el Seol hiciere mi estrado ¡he aquí! Que gran sorpresa allí tú estás”. Incluso en ese lugar tenebroso y aparentemente dejado de la presencia divina David se encuentra con la realidad de que la presencia de Dios está allí, hay una clara imposibilidad de escapar de la absoluta omnipresencia de Dios.
Grande es el atributo de la omnipresencia divina. Medita en lo siguiente, puede hacer que nuestro Dios habite en la inmensidad del universo y al mismo tiempo en la pequeñez de nuestras vidas. Puede hacer de los cielos su morada y de nuestros cuerpos el templo santo donde mora por su Espíritu. Puede hacer que la presencia del Cristo que nos salvó derramando su sangre en la cruz y que resucitó victorioso sea lo que lo llena todo en todos y al mismo tiempo puede acompañarnos hasta lo último de la tierra. Puede hacer que el Cristo ascendido esté mediando continuamente a la diestra de la Majestad por aquellos que ha salvado y al mismo tiempo morar por la presencia de su Espíritu en nosotros. Puede hacer que tengamos la certeza que en todo tiempo y lugar nuestros Dios puede examinar nuestros corazones y probar nuestros caminos para no dejarnos en camino de perversidad sino por amor de su nombre guiarnos en camino eterno. ¿A dónde irás de tu Dios?  
MARTES

Leer: Salmo 139

Meditar: ¿Cuál es la petición del salmista en los vv.1, 23-24? ¿Cuáles son los tres atributos divinos que puedes encontrar en el Salmo 139? ¿Cómo explica David en los vv.7-12 la omnipresencia de Dios? ¿Qué imágenes utiliza para explicar este atributo de Dios?

Orar: Bendice a Dios porque su presencia abarca todo lugar sin excepción. Bendice a Dios porque su omnipresencia es un atributo que te garantiza que no hay lugar donde puedas ir que Dios no esté allí. Pide a Dios que él puede examinar tu camino y reconoce que no hay lugar donde puedas huir de ese examen divino.


MIÉRCOLES

Leer: Jeremías 23:23-30

Meditar: ¿Qué preguntas realiza Dios en estos versículos? ¿Qué visión te dan de Dios los vv.23-24? ¿Qué imágenes utiliza Dios para explicar la realidad de su omnipresencia? ¿Qué aplicación presenta la omnipresencia de Dios en los versículos que se han leído?

Orar: La omnipresencia de Dios hace que nada escape a su presencia y visión. Pide a Dios que la realidad de su omnipresencia te haga consciente de que nuestro Dios contempla toda nuestra vida en todo lugar y momento.


JUEVES

Leer: Isaías 66:1-2; Hechos 7:48

Meditar: ¿Cómo define el cielo y la tierra el profeta Isaías? ¿Qué imagen crees que da la definición de los cielos y tierra por parte de Isaías? ¿Cómo crees que se relaciona la segunda pregunta del profeta con la primera? ¿Dónde habita el Altísimo según Hechos 7:48? ¿Cómo crees que se relaciona lo dicho por el profeta Isaías en Hechos 7:48-49? ¿Por qué Dios no habita en templos hechos de mano de hombre según los textos que has leído?

Orar: Bendice a Dios porque él es Creador de cielos y tierra. Bendice a Dios porque él es distinto a su creación y no está limitado por ella. Bendice a Dios porque nada puede contener la presencia de nuestro Dios.


VIERNES

Leer: Amós 9:1-4

Meditar: ¿Dónde se encuentra Dios en el texto narrado por el profeta? ¿Cuál es la petición que Dios hace al profeta? ¿Qué imágenes nos presentan los vv.2-4 en relación a la presencia de Dios? ¿Qué relación crees que los vv.2-4 tienen con la petición hecha por Dios al profeta en el v.1?

Orar: La omnipresencia de Dios hace que no pueda escaparse del juicio de Dios en ningún lugar. Pide a Dios que el atributo de su omnipresencia sea para tu vida usado por la gracia de Dios para andar en santidad y obediencia a Dios allí donde te encuentres.


SÁBADO

Leer: Juan 4:12-24

Meditar: ¿Qué sucede en el capítulo de Juan 4? ¿Qué es aquello que Jesús le ofrece a la mujer? ¿Qué petición le hace Jesús a la mujer en el v.16? ¿Por qué crees que Jesús le hace tal petición? ¿Qué es lo que la mujer samaritana piensa de Jesús según el v.19? ¿Qué pregunta teológica que le hace la mujer a Jesús? ¿Cuál es la respuesta de Jesús? ¿Cómo crees que se relaciona la respuesta de Jesús en los 21-23 con el atributo de la omnipresencia? ¿Qué tipo de adoradores busca el Padre?

Orar: La omnipresencia de Dios y la verdad traída en la persona de Cristo hace que podamos adorar a Dios en cualquier lugar y momento. Pide a Dios que la realidad que él es omnipresente motive tu adoración a él en cualquier lugar donde estés. Adora a Dios dondequiera que te encuentres.