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Pastor Rubén Sánchez
Devocional Semanal - Pastor Rubén Sánchez
"...y le puso por nombre Eben-Ezer, diciendo: Hasta aquí nos ayudó Jehová" (1ª Samuel 7:12)
      Jacob fue a decir a su hermano que tenía, vacas, asnos, ovejas, siervos y siervas para ganar la gracia de su hermano, pero plantéate esta pregunta ¿Qué tenemos nosotros para ofrecer a Dios y ganar así su gracia y favor? ¿Sirven nuestras riquezas para hallar gracia ante los ojos de Dios? ¿Sirven nuestros logros para ganar el favor de Dios? ¿Podemos decir como Jacob: “así dice tu siervo tengo esto y aquello para hallar gracia en tus ojos”? La respuesta bíblica es clara; nada podemos ofrecer a Dios para hallar gracia delante de sus ojos, por tanto, nada en nosotros sirve como base para nuestra salvación. No hay duda alguna que la gracia es una estocada mortal al orgullo humano. Debe entenderse que, si la gracia es el favor mostrado por Dios hacia aquellos que solo merecen condenación, entonces, el ejercicio de la gracia no depende de los méritos o bondades de aquel que la necesita sino de la libertad y soberanía de aquel que la ejerce. Por tanto, la gracia es el favor no solo inmerecido hacia nosotros sino dado de manera libre y sin obligación por parte de Dios. Dios decidió libremente en su soberanía mostrar favor y bondad hacia nosotros que no la merecíamos. Dios justamente puede decir, “sí, sí, mereces condenación, pero yo muestro mi bondad en Cristo hacia ti”. “Sí, sí mereces justo castigo, pero yo sin obligación alguna muestro mi gracia en Cristo por ti”. Si la gracia es inmerecida entonces solo hay un medio para poder apropiarse de ella, “por medio de la fe”. 



      Sola gratia, sola fide, son compañeros inseparables y esto hace entonces que la salvación “no sea de vosotros, pues es don de Dios”. Sola gracia y sola fe hacen que la salvación sea un don, un regalo inmerecido de Dios, siempre, siempre dado por gracia y por medio de la fe en Cristo Jesús. ¿Qué podemos aportar para ganar el favor de Dios? NADA. ¿Qué aportó Dios para reconciliarnos con él por su bendito favor? A CRISTO JESÚS SU HIJO. Siendo así, solo podemos decir “a Dios sea la gloria”.
500 AÑOS DE REFORMA
"SOLA GRATIA"
“Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no es de vosotros, pues es don de Dios” (Efesios 2:8)
      Una de las solas que destacó en tiempos de la Reforma protestante fue “sola gratia”, es decir, solo gracia. La historia de la iglesia ha recogido en himnos la sublime gracia de Dios. John Newton escribió el conocido himno “Amazing Grace” (Sublime Gracia) que recoge la grandeza de la gracia celestial:
Sublime gracia del Señor
Que a un infeliz salvó;
Fui ciego mas hoy mira yo
Perdido y él me halló
      Solamente la gracia de Dios es el favor que el pecador necesita para entrar por las puertas de la Jerusalén celestial, solamente el favor del Altísimo es lo que el pecador necesita para caminar por los nuevos cielos y la nueva tierra. Toda la enseñanza bíblica determina que la salvación es por gracia. Ningún ser humano se gana el cielo, más bien el cielo fue ganado por Cristo para aquellos que Dios muestra su gracia en su Hijo. Efesios 2:8 el apóstol Pablo determina como la gracia es el patrón o base de la cual brota la salvación y como esto implica, por tanto, que la salvación nunca es un mérito o esfuerzo humano sino la demostración misma del favor de Dios “porque por gracia sois salvos, por medio de la fe; y esto no es de vosotros, pues es don de Dios”.



      ¿Qué es la gracia de Dios? No hay duda alguna que tal pregunta es importante ya que la salvación está ligada directamente a la demostración de la gracia divina “porque por gracia sois salvos”. Pablo presenta la gracia de Dios como la base sobre la cual uno es salvo. La idea, entre otras, que conlleva el término gracia, es la de hallar favor delante de los ojos o del rostro de alguien. Jacob años después de haber engañado a su hermano Esaú quiso presentarse delante de él con vacas, asnos, ovejas, esperando hallar delante de los ojos de su hermano un favor que en absoluto merecía “tengo vacas, asnos, ovejas, y siervos y siervas; y envío decirlo a mi señor, para hallar gracia en tus ojos” (Génesis 32:5).
      La gracia consiste en hallar ese favor, bondad y aceptación inmerecidas delante de la presencia de alguien. Cuando esto es aplicado a Dios, la gracia de Dios es la bondad y favor de Dios hacia aquellos que no la merecen debido a que lo único que merecen es el castigo. Como pecadores delante de Dios lo que justamente merecemos por parte de un Dios Santo y Justo es el castigo, ahora bien, su gracia significa el favor y bondad que él ha mostrado de manera inmerecida sobre aquellos que no la merecíamos en absoluto. Esta bondad inmerecida es la base por la que somos salvos “porque por gracia sois salvos”.
MEDITACIÓN

Que glorioso es saber que sin merecerlo de ninguna manera hallamos gracia delante de los ojos de Dios. La gracia de Dios nos fue dada en Cristo, medita en lo que esto significa. Nada podías aportar para ganar el favor de Dios, su aceptación y salvación. Fue Dios quien aportó, fue Dios quien dio a su Hijo en el cual se manifiesta la gracia, bondad y favor de nuestro bendito Dios. Pasa un tiempo meditando y orando en esta sublime gracia y dando gracia a Dios por ella.
MEDITACIÓN SEMANAL BASADA EN EL DEVOCIONAL
MARTES

Leer: Génesis 18:3

Meditar: ¿Qué se entiende por gracia en el texto de Génesis? Piensa qué relación tiene la gracia y la expresión “en tus ojos”. ¿Qué es aquello que la gracia de Dios trae en el texto de Génesis 18:3?

Orar: Meditar en lo que significa el tener favor delante de Dios. Orar y dar gracias a Dios por como su gracia conllevó que él no pasase de pecadores como nosotros.


MIÉRCOLES

Leer: Ester 2:17

Meditar: ¿Qué significado tiene hallar gracia y benevolencia? ¿Qué privilegio tuvo la gracia que Ester halló delante del rey? ¿Qué significado puede tener para un creyente hallar gracia delante del Rey de reyes?

Orar:  Meditar como por gracia el Rey Altísimo nos ha coronado juntamente con Cristo en los lugares celestiales. Orar dando gracias a Dios por su inmerecida gracia y los privilegios que tenemos como creyentes.


JUEVES

Leer: 1ª Corintios 1:4-7

Meditar: ¿Qué es aquello por lo que Pablo de gracias? ¿Cómo la gracia de Dios enriquece a la iglesia? ¿En quién es dada la gracia de Dios?

Orar: Dar gracias por como la gracia de Dios nos es dada en Cristo enriqueciendo nuestras vidas y congragaciones. Orar que Dios siempre nos haga conscientes del valor de su gracia en nuestras vidas.


VIERNES

Leer: Gálatas 1:6-7

Meditar: ¿Con qué asocia Pablo la gracia de Dios en estos versículos? ¿De qué se alejaron los Gálatas rápidamente? ¿Qué relación crees que hay entre la gracia en Cristo y el evangelio?

Orar: Pedir a Dios que te ayude a estar firme en el evangelio que muestra la gracia de Dios en Cristo. Pedir a Dios que en un tiempo donde no hay verdad absoluta, Dios sea aquel que te ayude a mantenerte en la verdad absoluta del evangelio de gracia.


SÁBADO

Leer: 2ª Corintios 12:9

Meditar: ¿Cómo se presenta la gracia en este texto? ¿Por qué la gracia de Dios debía de ser suficiente para Pablo?

Orar: Pedir a Dios que en nuestras debilidades y dificultades aprendamos que la gracia de Dios es suficiente para nuestra vida. Pedir a Dios que en nuestras debilidades su poder se perfeccione y su gracia nos sea más que suficiente.