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Pastor Rubén Sánchez
Devocional Semanal - Pastor Rubén Sánchez
"...y le puso por nombre Eben-Ezer, diciendo: Hasta aquí nos ayudó Jehová" (1ª Samuel 7:12)
HERMOSA BIENAVENTURANZA
“Bienaventurado aquel cuya transgresión ha sido perdonada y cubierto su pecado.
Bienaventurado el hombre a quien Jehová no culpa de iniquidad,
y en cuyo espíritu no hay engaño”

(Salmo 32:1-2)
      ¡Cuánto pude llegar a desear un reo de muerte que sus delitos sean perdonados y cubiertos sus crímenes! ¡Cuánto desearía uno que ha cometido un crimen poder escuchar la sentencia de “perdonado eres, tu culpa ha sido quitada de ti”! ¡Qué gran bienaventuranza es aquella que proclama al ofensor que las ofensas le han sido perdonadas! En esos momentos la persona más bienaventurada de la faz de la tierra no sería aquella que tiene millones, posesiones o poder, sino aquella a quien se le ha dicho “bienaventurado eres, tú culpa te es perdonada, tú deuda saldada”. Si hay algo que parece quitar una losa pesada y fría de encima del alma del ser humano es, sin duda alguna, el perdón. Aquellos cuya conciencia, como si de una herida cerrada por un hierro ardiente se tratase, todavía no ha llegado a estar cauterizada del todo por la maldad e injusticia, cualquier acto de maldad cometido por ellos parece ser una piedra de molino pesada y atada a la conciencia de uno. Cualquier acto de injusticia y maldad contra otro incrementa el peso de la piedra de molino hundiendo así a la conciencia en la culpabilidad. Frente a tal peso, el perdón ciertamente parece ser aquella palanca que levanta dicha piedra y aligera el alma de tal peso. El perdón se convierte, sin duda alguna, en una bienaventuranza para aquella persona que la experimenta en la vida. ¡Qué bálsamo es y qué bienaventurado se siente uno cuando la persona a la que hemos podido ofender nos dice “te perdono”! David nos introduce a dicha bienaventuranza en el Salmo 32:1-2 “Bienaventurado aquel cuya transgresión ha sido perdonada y cubierto su pecado. Bienaventurado el hombre a quien Jehová no culpa de iniquidad, y en cuyo espíritu no hay engaño”.

      La bienaventuranza expresada por David toma perspectivas eternas ya que está puesta con relación a la bienaventuranza de perdón que uno puede experimentar no por parte de un ser humano sino de Dios mismo “bienaventurado el hombre a quien Jehová no inculpa de iniquidad”. Si el perdón humano resulta grande, ¿cuánto más grande será el perdón que desciende de la corte del Juez celestial? ¿Cuánto más bienaventurado será el hombre cuyo pecado ha sido perdonado por Dios? David muestra primero ¿quién es bienaventurado? Segundo, ¿en qué consiste la bienaventuranza? Y tercero ¿cómo es dada la bienaventuranza? David es descrito en la Escritura como un hombre según el corazón de Dios, ahora bien, su corazón fue entenebrecido por el pecado que cometió contra Dios cuando adultero con Betsabé. El clamor de David por su pecado es descrito en el Salmo 51 y en ese salmo David clamó que Dios restaurase en su vida el gozo de su salvación (Salmo 51:12). La bienaventuranza hermosa del Salmo 32:1-2 parece ser el cumplimiento de ese clamor de restauración “bienaventurado aquel cuya transgresión ha sido perdonada y cubierto su pecado”. Aquel que es bienaventurado no es aquel que es perfecto en su corazón, aquel que es bienaventurado no es aquel que es íntegro en su vida sino todo lo contrario. Quizá podrías pensar “necesito ser de corazón recto y justo para ser bienaventurado delante de Dios”, pero escucha el canto de David. El canto de la hermosa bienaventuranza surge de los labios de un rey cuyo pecado fue grande a los ojos de Dios. Nuestro tiempo considera bienaventurados o felices aquellos a los que la vida perece sonreírles, pero ¿quién consideraría bienaventurado a uno hundido en el fango? ¿Qué bienaventuranza puede haber para alguien así? La hermosa bienaventuranza del Salmo 32:1-2 apunta al pecador como el objeto de la bienaventuranza. La bienaventuranza no nos deja hundidos en el fango del pecado, sino que trae esperanza. Ahora bien, no es a cualquier tipo de pecador al cual se dirige.
      ¿En qué consiste la bienaventuranza? “Bienaventurado aquel cuya transgresión ha sido perdonada y cubierto su pecado. Bienaventurado el hombre a quien Jehová no culpa de iniquidad”. Maravilloso es escuchar que uno que es miserable por el pecado puede llegar a ser bienaventurado. El contenido de la bienaventuranza explica a qué tipo de pecador se dirige. David pecó, pero clamó por perdón (Salmo 51:4-12) y ese perdón divino le llevó a cantar “Bienaventurado aquel cuya transgresión ha sido perdonada y cubierto su pecado. Bienaventurado el hombre a quien Jehová no culpa de iniquidad y en cuyo espíritu no hay engaño”. El pecador bienaventurado es aquel pecador arrepentido y que ha experimentado en su vida el bálsamo del perdón celestial, su transgresión ha sido perdonada, su pecado cubierto, y ha sido declarado por Dios no culpable de su iniquidad. ¿Cómo es esto posible? ¿Cómo Dios siendo justo puede perdonar o cubrir el pecado del pecador? ¿Cerró acaso Dios sus santos ojos frente a tal maldad? Y la respuesta es no.

      Si hubo uno a quien Dios no podía inculpar de pecado, si hubo uno en cuyo espíritu no había engaño, ese no fue David sino nuestro Señor Jesucristo y es en él donde el canto de la hermosa bienaventuranza encuentra sentido. ¿Por qué el pecador arrepentido puede ser bienaventurado con perdón? ¿Por qué Dios puede cubrir su pecado? Porque en un acto sorprendente de sabiduría divina, Dios sí inculpó de pecado a Cristo, Dios sí culpó de iniquidad a Cristo, Dios sí juzgó por el pecado a Cristo. Ahora bien, el pecado y culpa inculpada a Cristo no fue la suya sino la mía y la tuya. Porque el Rey de reyes en aquella cruz clamó, “Padre perdónalos porque no saben lo que hacen”, ahora por medio de la fe podemos cantar “Bienaventurado aquel cuya transgresión ha sido perdonada y cubierto su pecado. Bienaventurado el hombre a quien Jehová no culpa de iniquidad, y en cuyo espíritu no hay engaño”. Aún y cuando David fue el que cantó en el Salmo 32 es como si en él uno ya pudiese escuchar la voz de nuestro Redentor enseñándonos a caminar por el camino de la bienaventuranza del perdón.
MEDITACIÓN SEMANAL BASADA EN EL DEVOCIONAL
MARTES

Leer: Salmo 32:1-11
Meditar: ¿Cómo se describe David en los vv.3-5? ¿Qué es aquello que hizo David para cambiar la situación en el v.5-6? A la luz de la bienaventuranza de los vv.1-2 ¿Qué camino crees que ha de ser enseñado y caminarse según el v.8?
Orar: Medita sobre el efecto que el pecado ejercer sobre nuestra vida cuando no es confesado (vv.3-5) y la importancia de la confesión del este. Sabiendo que el Salmo enseña el camino de la bienaventuranza del perdón, ora delante de Dios confesando tus pecados y dando gracias porque él es quien ha establecido el camino del perdón.

MIÉRCOLES

Leer: Romanos 4:6-9; 5:8
Meditar: ¿En qué contexto Pablo cita la bienaventuranza del Salmo 32:1-2? Siguiendo el ejemplo de Abraham, ¿Cómo crees que la bienaventuranza se cumple? ¿Cuál es el medio por el cual la bienaventuranza se aplica a la vida del creyente?
Orar: Cristo y su obra redentora es la base sobre la cual se cumple la bienaventuranza y la fe es el medio por el cual se aplica. Ora dando gracias a Dios porque él es quien ha dado a Cristo quien murió por nosotros y también nos ha dado la fe para creer en él.


JUEVES

Leer: Efesios 2:1-9
Meditar: ¿Cómo los vv.1-3 describen la situación del ser humano? ¿Qué gran cambio se muestra en los vv.4-6? ¿Cuál es el propósito de lo que Dios hizo en Cristo por nosotros? ¿Cuál es la causa de haber sido salvos por gracia por medio de la fe? 
Orar: Ora meditando sobre el gran amor de Dios mostrado a nuestro favor dándonos vida juntamente con Cristo cuando estábamos muertos en nuestros pecados. La redención por gracia y fe no es para nuestra gloria sino para la de Dios. Ora dando gloria a Dios por esta maravillosa obra de salvación.


VIERNES

Leer: 1ª Timoteo 1:12-16
Meditar: ¿Qué está mostrando Pablo en los vv.12-14? ¿Por qué crees que Pablo muestra como la gracia de Dios cambió su vida? ¿De qué pretender ser ejemplo Pablo en estos versículos? ¿Cuál es la palabra fiel y digna de ser recibida por todos (v.15)?
Orar: El ejemplo de Pablo muestra la verdad de que Cristo vino al mundo a salvar a los pecadores. No hay pecador que Cristo no pueda salvar. Ora dando gracias a Dios porque en su soberanía y gracia pudimos ser uno de esos pecadores a los que Cristo vino a salvar.


SÁBADO

Leer: Mateo 18:23-35
Meditar: ¿Cuál es el tema principal de esta parábola expresada por Jesús? ¿Por qué fue bienaventurado el primer siervo? ¿Qué crees que el siervo perdonado debería haber hecho con aquel que le debía? ¿Cómo crees que esta parábola puede aplicarse a la hermosa bienaventuranza del Salmo 32:1-2?
Orar: La bienaventuranza del perdón en nuestra vida requiere que nosotros seamos capaces de perdonar a otros. Ora para que Dios pueda darte la gracia de extender sobre otros el perdón que has recibido de Dios.

MEDITACIÓN

Camino de caídas y desobediencia es nuestra vida, pero manantial de perdón y bienaventuranza es la cruz de Cristo. Acude a Cristo por perdón todos los días de tu vida. Como el Cristiano en el Progreso del Peregrino no dejes un solo día sin pasar por la cruz donde podrás escuchar la voz del Redentor “bienaventurado aquel cuya transgresión ha sido perdonada”, donde podrás experimentar la hermosa bienaventuranza del perdón.