Copyright 2013 Iglesia Evangélica Bautista "Piedra de Ayuda", San Eusebio, 54 - 08006 Barcelona. España

Pastores Roberto Velert Chisbert -- Telfs- 93.209.83.46 - Móvil: 659.890.253  emali: radiobonanova8@gmail.com
         Rubén Sanchez Noguero - Telfs - 93.209.83.46 - Móvil: 610.224.965   emali: rsanchez111@yahoo.es
UNA FE MUERTA
Y UNA FE VIVA
“Así también la fe, sino tiene obras, es muerta en sí misma.
Pero alguno dirá: Tú tienes fe y yo tengo obras.
Muéstrame tu fe sin tus obras y yo te mostraré mi fe por mis obras.
Tú crees que Dios es uno; bien haces. También los demonios creen y tiemblan.”

(Santiago 2:17-19)
      La naturaleza nos da lecciones que en muchas ocasiones pasamos por alto pero que deberíamos tomar atención y aprender de ellas. Los árboles frutales dan a su tiempo el fruto que deben producir. El manzano a su tiempo da manzanas, el peral a su tiempo da peras y el naranjo a su tiempo da naranjas. Por tanto, el fruto es algo que se espera de tales árboles y es muestra de varias cosas. Básicamente la evidencia de fruto en el árbol frutal permite, por un lado, reconocer que tipo de árbol es. Los agricultores son capaces de distinguir un manzano de un naranjo simplemente viendo el árbol, tenga este fruto o no, ahora bien, alguien que no está familiarizado con árboles frutales, el fruto será algo esencial para distinguir de que árbol se trata. Uno será capaz de distinguir un manzano de un naranjo primeramente porque el manzano tendrá como fruto manzanas mientras que el naranjo tendrá como fruto naranjas. Por lo tanto, el fruto determina que tipo de árbol es y la genuinidad de este. Por otro lado, la presencia de fruto demuestra que existe salud en aquel árbol. Un árbol que no produce fruto es muestra de que algo está intrínsecamente mal en el propio árbol. Tal y como se ha dicho, la naturaleza nos da lecciones que en muchas ocasiones pasamos por alto pero que deberíamos aprender de ellas para poder aplicarlas a nuestra vida espiritual como cristianos. Es precisamente cuando hablamos de la fe que podemos tener como cristianos que el ejemplo del fruto puede ayudar a entender que la fe salvífica nunca se encuentra sola, sino que siempre va acompañada del fruto de las obras.
Pastor Rubén Sánchez
Devocional Semanal - Pastor Rubén Sánchez
"...y le puso por nombre Eben-Ezer, diciendo: Hasta aquí nos ayudó Jehová" (1ª Samuel 7:12)
      Santiago escribió que existe un tipo de fe que no aprovecha para nada por el simple hecho de ser una fe muerta en sí misma “así también la fe, sino tiene obras, es muerta en sí misma”. Hay un tipo de fe que tiene una lápida de cementerio sobre ella, una fe que no tiene provecho ni beneficio para aquel que la sustenta (vv.14-16), una fe que tiene escrita sobre ella R.I.P “Requiescat in pace” (Descanse en paz). Quizás las preguntas que pueden surgir aquí son ¿qué tipo de fe es esta? ¿Qué es aquello que nos muestra que una fe es verdadera y genuina? Santiago deja ver primero que la fe que está muerta es la fe que no tiene obras. Segundo, las obras son lo que caracteriza a una fe salvífica y tercero, las meras confesiones o profesiones de fe pueden no mostrar una fe verdadera. Santiago es claro en decir “así también la fe, sino tiene obras, es muerta en sí misma”. En el v.16 Santiago ha puesto el ejemplo de un hermano o hermana que no tienen vestido ni comida, viven en una situación de necesidad extrema. A estos se les dice “id en paz, calentaos y saciaos” pero no se les provee de lo necesario para el cuerpo, la pregunta es ¿de qué aprovecha tal confesión verbal dicha al hermano o hermana? La respuesta es “de nada”. Lo dicho al hermano o hermana, esa confesión hecha de labios no es de beneficio ni ganancia. Se muestra que tales palabras so defectuosas y deficientes en sí mismas ¿por qué? Porque no van acompañadas de aquella obra que mostraría la genuinidad de las estas. Unas palabras dichas a los hermanos genuinas y verdaderas serían unas palabras que de ellas brota la obra de cubrir, saciar y calentar al necesitado. Lo dicho es muerto por una simple razón, porque no produce nada, no produce ningún tipo de obra o fruto, “así también la fe, sino tiene obras, es muerta en sí misma”.


      La fe que no tiene obras es muerta en sí misma, es decir, no es la apariencia externa, externamente esa fe puede lucir sana y robusta, el problema reside en su esencia y corazón, es muerta y por esta razón es incapaz de producir nada de nada. Por tanto, las obras son el fruto que crece y brota de una fe que está viva, de una fe que se sustenta en un evangelio vivo y poderoso, en un Cristo vivo. Esta es la razón por la cual Santiago desafía a un supuesto objetor “Pero alguno dirá: Tú tienes fe y yo tengo obras. Muéstrame tu fe sin tus obras y yo te mostraré mi fe por mis obras”. La prueba reside no tanto en lo que se dice sino en lo que se hace, es decir, muéstrame tu fe por lo que haces, que tus obras y no solamente tus labios hablen de la fe que tienes, que tus obras sean el escaparate donde otros pueden ver el evangelio vivo que transforma y poder que salva. Piensa por un momento en el evangelio del reino. Éste siempre es mostrado con la enseñanza de Jesús (palabras) y con los milagros de Jesús (obras). Esos milagros eran el testimonio y evidencia que mostraba, caracterizaba y testificaba de quien era Jesús, el Hijo de Dios, eran evidencias de un evangelio de poder salvador y restaurador. Una fe bíblica en Cristo y el evangelio del reino es una fe que se muestra viva, que produce obras, obras de obediencia a Dios, obras de amor a los santos, obras que son el testimonio de una fe transformadora, de un evangelio vivo. Cuando alguien tiene que ver tu fe en Cristo por lo que haces, pregúntate lo siguiente ¿qué tipo de evangelio se muestra? ¿Qué tipo de Cristo ven? Sin obras que surjan de una fe viva, sin obras que caractericen a una fe viva ¿crees tu confesión será suficiente el día que el tribunal de Cristo sea establecido?  Escucha lo siguiente “Tú crees que Dios es uno; bien haces. También los demonios creen y tiemblan”.


      Una mera confesión puede ser garantía de nada. La legión del endemoniado gadareno confesó “¿Qué tienes conmigo, Jesús, Hijo del Altísimo? Te conjuro por Dios que no me atormentes” (Macros 5:7). ¿Cómo es esto posible? Una legión de demonios confesando que Jesús es el Hijo de Dios y conjurando por Dios, ahora bien, ¿crees que esa confesión verbal es suficiente para sustentar a esa legión en el día del juicio? ¡Evidentemente no! La confesión fue teológicamente correcta pero muerta y deficiente en sí misma por el simple hecho de no ir acompañada de obras acordes con esa confesión. Corremos el peligro de caer, como individuos e iglesias, en el creer fácil, solamente cree y eso es suficiente. Por supuesto que tiene que haber una confesión y profesión de fe, pero tal profesión de fe genuina se muestra viva por las obras que brotan de ella. Si solamente hay confesión, pero no hay obras que la acompañen, un examen debe hacerse porque podría ser que esa fe genuina y salvífica nunca haya estado allí. La religión pura y sin mácula dice Santiago que es aquella que visita a los huérfanos y viudas, que se guarda de mancharse del mundo (Santiago 1:26-26) en definitiva, es una religión que surge de una fe genuina que produce obras acordes a esa fe dada como don.
MEDITACIÓN

Solo la fe en Cristo salva, pero la fe que salva nunca está sola, de ella brotan obras de obediencia a la palabra, de lealtad a Dios, de amor a los santos. Obras que muestran una fe transformadora porque surge y se enraíza en un evangelio que es poder para salvar, transformar y restaurar corazones para obedecer y agradar a Dios. Solo medita en lo que Santiago te propone “tú dices que tienes fe, muéstrame tu fe sin tus obras y yo te mostraré mi fe por mis obras”.
MEDITACIÓN SEMANAL BASADA EN EL DEVOCIONAL
MARTES

Leer: Santiago 2:14-26

Meditar: ¿Cuál es la idea principal de estos versículos? ¿Qué tipo de fe es aquella que no aprovecha para salvación según el v.14? ¿Por qué crees que la fe sin obras no es de provecho? ¿Qué tres ejemplos da Santiago para mostrar que la fe sin obras es muerta? ¿Qué crees que significa que la fe de Abraham fue “perfeccionada” por las obras?

Orar: Da gracias a Dios por el do de la fe que te ha sido dado, pero pide a Dios que esa fe en tu vida sea una fe que produzca obras de manera especial entre los santos. Ora que por la gracia de Dios tu fe se muestra viva en obediencia y lealtad a Dios y en amor a los santos.


MIÉRCOLES

Leer: Génesis 15: 6 y Génesis 22: 1-24

Meditar: ¿En quien creyó Abraham en Génesis 15:6? ¿Qué es aquello que le fue acreditado a Abraham en Génesis 15:6? ¿Cómo crees que los acontecimientos de Génesis 22 se relacionan con la fe de Abraham en Génesis 15:6? ¿Qué es aquello que la entrega de Isaac muestra con relación a la fe de Abraham?

Orar: Piensa en como la entrega de Isaac fue la evidencia, el fruto o la obra que llevó la fe que justificó a Abraham a su objetivo o propósito final. Piensa en cómo Dios ha determinado que la fe que él nos da para justificarnos es una fe cuyo objetivo final es obrar en obediencia a Dios. Pide a Dios que en el transcurso de tu vida él pueda obrar por su gracia de tal manera que tu fe sea llevada poco a poco a ese propósito de producir obras de obediencia a Dios.


JUEVES

Leer: Mateo 25:34-40

Meditar: ¿A quiénes se dirige Jesús en el v.34? Según los vv.35-36 ¿Cuál es la causa del reino preparado desde antes de la fundación del mundo para los benditos del Padre? ¿Cómo se describe a los creyentes en el v.37? ¿Cómo es expresada o mostrada la relación de los justos con Cristo según el v.40? 

Orar: Piensa en la relación que existe en cómo lo que se hace a uno de los santos es hecho a Cristo. Medita en como la fe en Cristo se evidencia y muestra con obras de amor hacia los santos. Pide a Dios que tu fe sea una fe que se evidencia viva entre aquellos que son tus hermanos y hermanas en Cristo. Pide a Dios que tu relación con Cristo se muestre hacia aquellos que son depositarios igualmente de la gracia y amor divinos.


VIERNES

Leer: 1ª Tesalonicenses 1:1-5

Meditar: ¿Por qué da gracias Pablo? ¿Cuál es la obra de la fe de los Tesalonicenses? ¿Qué relación crees que existe en “la obra de vuestra fe” y “el trabajo de vuestro amor”? Según los vv.4-5 ¿cómo es posible que Pablo y sus colaboradores conozcan de la elección de los Tesalonicenses? Según este texto ¿Qué fruto crees que dio el evangelio en la vida de los Tesalonicenses?

Orar: Piensa en la relación que existe entre “la obra de vuestra fe” y “el trabajo de vuestro amor”. La fe de los Tesalonicenses fue obra fe que obró en amor y eso era fruto del evangelio de Cristo que brotó en aquellos escogidos.  Solamente la gracia del evangelio puede hacer que nuestra fe obre en amor hacia Dios y los santos. Pide a Dios que esto pueda ser una realidad en tu vida para que así lo que se evidencia y muestre en ella es el evangelio de gracia y fe en Cristo.


SÁBADO

Leer: 1ª Juan 3:9-12

Meditar: ¿Qué es aquello que diferencia a los hijos de Dios de los hijos del diablo? ¿Cuál es el mensaje básico que establece Juan en el v.11? ¿Qué ejemplo del AT utiliza Juan para ejemplificar el mandamiento? Según el ejemplo de Caín ¿Qué es aquello que mostraba o evidenciaba la maldad de uno y la justicia del otro?

Orar: Nuestro nuevo nacimiento y pertenencia a Dios se manifiesta no solamente en nuestra confesión sino en nuestro amor hacia los hermanos. Dios nos ha amado y nosotros debemos amar a nuestros hermanos. Este amor es fruto del amor divino derramado en nuestras vidas. Orar para que la fe en tu vida pueda mostrarse en amor hacia aquellos que Dios te ha dado como hermanos y hermanas. Piensa que amar al hermano o hermana no depende de cómo sean o cuánto tengan, depende de que Dios nos ha amado primero, le hemos conocido y lo que manifiesta esta fe y justicia en nosotros es la obra de amar a aquellos que Dios ha amado primero.