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PERO VEMOS A JESÚS
“Pero vemos a aquel que fue hecho un poco menor que los ángeles, a Jesús, coronado de gloria y de honra, a causa del padecimiento de la muerte, para que por la gracia de Dios gustase la muerte por todos”
(Hebreos 2:9)
      El corazón que late en la Navidad fue el corazón que empezó a latir en Belén con el nacimiento de la persona de Jesús. El Hijo de Dios se encarnó y el santo ser que nació en un pequeño pesebre de Belén fue la persona histórica de nuestro Señor Jesucristo. Para los Reformadores uno de los textos que fue utilizado ampliamente por ellos para recordar este hecho histórico inigualable e irrepetible en la historia fue el texto de Hebreos 2:9 “Pero vemos a aquel que fue hecho un poco menor que los ángeles, a Jesús, coronado de gloria y de honra, a causa del padecimiento de la muerte, para que por la gracia de Dios gustase la muerte por todos”. Los Reformadores vieron en este texto una clara explicación de lo que supuso la encarnación del Hijo de Dios. El eterno Hijo de Dios fue hecho un poco menor que los ángeles, el eterno resplandor de la gloria de Dios, la imagen misma de su sustancia y quien sustenta todas las cosas, hecho un poco menor que los seres angelicales. Sin duda alguna, los Reformadores acertaron plenamente en que dicho texto refleja uno de los misterios gloriosos y preciosos de la Natividad. La Navidad debe llevarnos a contemplar primero, a Jesús como aquel que fue hecho un poco menor que los ángeles, segundo, debe llevarnos a contemplar la razón de haber sido coronado de gloria y de honra y tercero, debe llevarnos a contemplar el designio de Dios detrás de todo ello.


      El autor de Hebreos empieza su texto con un pequeño “pero” que aun y ser pequeño en su texto es grande en su significado, es una pequeña palabra cargada de gran esperanza dentro del argumento y para todo aquel que la escucha. Como aquel que viaja por un camino en plena noche oscura sin ver lo que hay a su alrededor pero la luz de su linterna le ilumina lo suficiente para ver que hay camino y por tanto, esperanza final, así actúa el “pero” en el texto. El “pero” muestra que hay muchas cosas que posiblemente uno no puede observar y ver “pero” hay algo que sí se es capaz de observar, hay algo que sí se es capaz de contemplar, y ver, hay algo que en medio de todo aquello que no puede verse actúa a modo de luz que nos permite mirar con esperanza “pero vemos a aquel que fue hecho un poco menor que los ángeles”. ¿Qué es aquello que no vemos? ¿Quién es aquel que fue hecho menor que los ángeles? ¿Qué significa que fue hecho un poco menor que los ángeles celestiales? Justamente antes de Hebreos 2:9 en Hebreos 2:5-8 el autor ha mencionado el Salmo 8:4-6 un salmo donde David medita sobre la maravillosa obra de la creación de Dios
Pastor Rubén Sánchez
Devocional Semanal - Pastor Rubén Sánchez
"...y le puso por nombre Eben-Ezer, diciendo: Hasta aquí nos ayudó Jehová" (1ª Samuel 7:12)
MARTES

Leer: Hebreos 1:1-14

Meditar: ¿De quién está hablando Hebreos 1:1-3? ¿Qué descripción encuentras en estos versículos del Hijo de Dios? ¿Qué entiendes por un poco superior que los ángeles? Los vv.5-13 explican como el Hijo es superior a los ángeles ¿qué aspectos de la superioridad del Hijo encuentras en los versículos 5-13?

Orar: Después de lo considerado en los versículos bendije a Cristo como el Hijo de Dios. Ora alabando a aquel que es el eterno Hijo, el resplandor de la gloria de Dios, el Rey de reyes.


MIÉRCOLES

Leer: Salmo 8:1-9; Hebreos 2:5-9

Meditar: ¿En qué medita David en el Salmo? ¿Cómo describe David al ser humano en el Salmo 8? Compara Hebreos 2:5-7 y el v.9 ¿cómo ves que se aplica el Salmo 8 a Jesús? ¿Qué importancia crees que tiene que el autor de Hebreos aplique el Salmo 8 que habla del ideal de ser humano antes de la caída a Jesús?

Orar: Ora a Dios y dale gracias porque el ideal de humanidad él lo restauró en la persona de Jesucristo. Pide a Dios que tu concepto de humanidad se defina no por los patrones del mundo sino por la humanidad vista en Jesucristo.


JUEVES

Leer: Hebreos 2:9-18

Meditar: ¿Cómo explican la muerte en la cruz los vv.9-10? ¿De qué es autor Jesucristo? ¿Qué dos acciones hay en el v.11? Según los vv.14-15 ¿por qué fue necesaria la encarnación del Hijo de Dios? ¿Cómo relacionarías la necesidad de la encarnación con lo expresado en el v.16 “porque ciertamente no socorrió a los ángeles”? ¿Qué tipo de sumo sacerdote nos es dado en Cristo?

Orar: Ora dando gracias a Dios por la encarnación de su Hijo. Da gracias a Dios porque su Hijo participó de lo mismo que nosotros participamos menos del pecado. Da gracias a Dios porque Jesús nos libero del temor de la muerte, pecado y Satanás. Da gracias a Dios porque Cristo es sumo sacerdote misericordioso y fiel a nuestro favor. 


VIERNES

Leer: Colosenses 1:15-20

Meditar: ¿Cómo es descrito el Hijo en los vv.15-18? ¿Qué es aquello que agradó al Padre en lo explicado? ¿Qué crees que quiere decir que en el Hijo “habitase toda plenitud”? ¿Qué crees que esta expresión nos dice en cuanto a la identidad del Hijo de Dios? ¿Cuáles son los objetivos descritos en el v.20?

Orar: Glorifica al Hijo de Dios por cuanto en él habita la plenitud de la deidad. Glorifícale porque él es el Dios eterno y Creador que se encarnó. Da gracias a Dios porque por medio de el Hijo tenemos reconciliación para con él.


SÁBADO

Leer: Hebreos 2:17-18; 8:7

Meditar: ¿Qué tipo de sumo sacerdote es Cristo según Hebreos 2:17-18? ¿Cómo crees que la encarnación se relaciona con el oficio de sumo sacerdote de Jesús? ¿Dónde ministra Cristo como nuestro sumo sacerdote? ¿Por qué es necesario que Cristo ejerza de sumo sacerdote en el verdadero tabernáculo según Hebreos 8:6? ¿De qué es ministro Jesucristo como sumo sacerdote?

Orar: La encarnación sirvió para que Jesucristo pudiese ser nuestro representante perfecto no solo en la cruz sino también como sumo sacerdote delante del Padre. Da gracias a Dios por el oficio sacerdotal de Cristo, por su mediación completa y continua delante del trono en el tabernáculo celestial.
¿Qué podríamos decir en esta Navidad? Mira a Jesús hecho un poco menor que los ángeles. ¿Qué corona deberías mirar? No la corona de adviento sino la corona de gloria y honra que Cristo sustentó en la cruz. ¿Qué favor deberías contemplar? El favor de la gracia divina que llevó a Jesús a gustar la muerte en tu lugar. 
      David contempla y medita sobre la creación y se pregunta que es el ser humano. ¿Cómo es posible que Dios el Creador crease al ser humano como la joya preciosa de su creación? ¿Cómo es posible que Dios coronase al ser humano de gloria y honra sobre toda la creación de sus manos? ¿Cómo es posible que Dios hiciese al ser humano sólo un poco menor que los ángeles? ¿Cómo es posible que el Creador le diese la corona de reinado al ser humano y la gloria de extender el reino del Creador sobre toda la creación? Sin duda alguna, el ser humano, hombre y mujer sin distinción tienen un valor elevado y asombroso y precisamente en esto se centra el autor de Hebreos cuando cita el Salmo 8, ahora bien, hay algo que falta.
         Ciertamente el ser humano cuando fue creado por Dios, fue creado con gran valor y con una gran función, coronado de gloria y honra para extender la gloria del Creador pero ¿dónde vemos esto hoy en día? Contemplamos este mundo y no hace falta ser muy listo para darse cuenta de que el ser humano no tiene la corona de gloria y honra para la cual fue creado. Uno puede darse cuenta de que el gran ideal de la creación fue arruinado con la rebelión y pecado del ser humano. Uno contempla el mundo y aunque el ser humano se crea que todo lo tiene bajo control y sujeto a él, no es cierto. Enfermedad, desastres, problemas nos recuerdan una y otra vez que no todo está puesto bajo nuestros pies ¿puedes tú controlar los desastres naturales? ¿Puedes tú controlar que un pequeño virus te haga estar en cama por una semana? ¿Puedes tú controlar el cambio climático? Leyes han sido hechas, medidas han sido tomadas pero el mundo sigue escapándosenos de las manos, tal y como dice el autor de Hebreos “pero todavía no vemos que todas las cosas le sean sujetas” (Hebreos 2:8), por tanto, ¿dónde está la esperanza? ¿Dónde está el ideal de ser humano que Dios creó? El ideal y la esperanza están en ese pequeño “pero”, “pero vemos a aquel que fue hecho un poco menor que los ángeles” es decir, fue hecho ser humano “a Jesús”.


      No vemos todavía el ideal para el cual Dios creó a la humanidad, lo perdimos por nuestro pecado, pero sí vemos a uno que lo cumple a la perfección, podemos ver y contemplar a Jesús quien fue hecho menor que los ángeles y que así como el ser humano en el inicio de la creación fue coronado de gloria y honra, ese ideal pasó a Jesús, “coronado de gloria y honra”. El Hijo eterno de Dios fue hecho hombre y cumplió el ideal perfecto para el cual Dios nos había creado. Vemos a Jesús, el Hijo de Dios encarnado hecho hombre perfecto. El ideal de lo que el ser humano debería ser no se encuentra en políticos, en actores, en filósofos sino en Jesucristo. Esto es una gran esperanza porque Dios no dejó que la corona de su creación quedase arruinada por el pecado, no dejó que a los que él amó nos quedásemos arruinados sino que contemplando a Jesús podemos ver lo qué seremos aquellos que hemos creído en él. Vemos a Jesús y con ello entendemos la esperanza que tenemos, entendemos que Dios no dejó su ideal pasar sino que en Jesús inicio la restauración de ese ideal. Ahora bien, su corona y gloria no le fue dada por creación como al primer ser humano sino que la causa o razón fue “el padecimiento de la muerte”.   
      Jesús quien es el Hijo de Dios encarnado, hombre perfecto fue “coronado de gloria y honra a causa del padecimiento de la muerte”, su humanidad perfecta recibió no el reconocimiento que uno podría esperar sino la muerte misma ¿cómo alguien estropearía una humanidad tan perfecta? ¿A quién se le ocurriría que el único ser humano que ha sido perfecto en este mundo fuese condenado a muerte y la muerte más horrible que podía existir, una muerte dolorosa, de sufrimiento y vergüenza pública, la muerte de cruz? Debe entenderse algo, esa humanidad perfecta fue creada para acabar en una cruz, solamente Jesús el perfecto hombre con su humanidad perfecta y sin pecado era el sacrificio válido y suficiente para morir en una cruz en lugar de aquellos que éramos seres humanos pecadores e imperfectos. El sacrificio de Cristo sustitutorio o vicario implicó que él tomó nuestro lugar, su humanidad perfecta dada en lugar y representación de nuestra humanidad imperfecta y pecadora. La Natividad permitió que el eterno Hijo de Dios fuese hecho ser humano perfecto para representar a aquellos que no lo somos, para ser el sacrificio sin mancha necesario para el perdón de nuestros pecados, para ser semejante en todo, menos en pecado a aquellos que él amó y por ellos murió. Contemplando a Jesús uno puede exclamar, ¡veo mi pecado e imperfección pero veo a Jesús hombre perfecto! ¡Veo la sentencia de muerte por mi pecado pero veo a Jesús coronado de gloria a causa de padecer la muerte de cruz en mí lugar! ¡Veo lo que no soy pero veo a Jesús que me muestra lo que seré por la gracia de Dios! Porque el designio de tan glorioso evento de la Natividad es la misma gracia de Dios.


      El designio detrás del Hijo de Dios hecho un poco menor que los ángeles y contemplado en la persona de Jesús quien fue coronado de gloria y honra a causa de padecer la muerte, fue la gracia misma de Dios “para que por la gracia de Dios gustase la muerte por todos”. Sin lugar a duda, gracia inmerecida hacia todos nosotros como pecadores. Fue el favor inmerecido de Dios que Jesucristo probase la muerte de cruz en nuestro lugar ¿qué favor podíamos tener delante de Dios? Honestamente ninguno, pero su gracia fue suficiente, por su gracia Jesús, su Hijo eterno hecho menor a los ángeles, probó la muerte más cruel para que nunca más aquellos que hemos creído en él tengamos que probar la muerte más horrible que jamás habrá, la condenación eterna.