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Pastores Roberto Velert Chisbert -- Telfs- 93.209.83.46 - Móvil: 659.890.253 emali: radiobonanova8@gmail.com
Rubén Sanchez Noguero - Telfs - 93.209.83.46 - Móvil: 610.224.965 emali: rsanchez111@yahoo.es
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UNA MIRADA AL PASADO
EL MIEDO A LA MUERTE
por Consol Blanco Clavaguera
El grupo de señoras que nos reunimos a coser en el hospital Evangélico. Las que cosen a mano, tienen costumbre de hablar entre ellas y como es por separado, no paramos atención en lo que habla, pero el último jueves la conversación fue unánime. Se habló de la muerte.
Toda la mañana no cesaron los comentarios y todas estaban de acuerdo en que no temían a la muerte. En primer lugar por la edad sabían que ya les quedaba poco tiempo, además ya habían cumplido su tarea en esta vida y lo más importante que iban con el Señor. Lo que más temían, decían, era el sufrimiento.
Esta plática duró casi hasta la una, hora en que la mayoría se marcha. Antes que algunas se levantaran para partir, se alzó una voz y dijo:
Toda la mañana no cesaron los comentarios y todas estaban de acuerdo en que no temían a la muerte. En primer lugar por la edad sabían que ya les quedaba poco tiempo, además ya habían cumplido su tarea en esta vida y lo más importante que iban con el Señor. Lo que más temían, decían, era el sufrimiento.
Esta plática duró casi hasta la una, hora en que la mayoría se marcha. Antes que algunas se levantaran para partir, se alzó una voz y dijo:
-Hermanas, toda la mañana que les oigo conversar sobre si temen o no a la muerte, a mi me ocurre lo mismo; No le temo como ustedes porque se que iré con el Señor, ¿pero quieren saber porque no tememos? Pues porque no sabemos ni el día ni la hora.-
Se imaginan ustedes al Señor Jesús que desde su nacimiento ya sabía el día y la hora y la muerte que sufriría. En cambio Él no demostró nunca temor ni rencor hacia los hombres por lo que le tocaba padecer. Al contrario, solo demostró ternura y amor hacia aquellos que no lo querían.
Desde las primeras palabras que conocemos cuando solo contaba con doce años:
-¿Por qué me buscáis? ¿No sabéis que en los negocios de mi Padre me conviene estar?-
(Lucas 2:49)
El evangelista no nos dice, si durante treinta años, cuidó de sus hermanos, jugó con ellos, vigiló a sus hermanas o ayudó a su madre. Suponemos que sí. Lo que si sabemos es que era un buen carpintero, porque era conocido por los pueblos de alrededor.
Y durante estos treinta años, llevo en su corazón y en su mente la Pasión de la Pascua.
Quiero terminar diciendo, quien sería capaz en tres años, hacer el trabajo que Él hizo. Fue tan intenso, grande e importante que han pasado más de dos mil años y todavía perdura.
Pero lo que nos ha de quitar el temor de la muerte, fue la resurrección, además de las enseñanzas, fue en lo que más enfatizó:
-“Al tercer día resucitará”- (Lucas 18:33)
“Entonces Tomás le respondió y le dijo: - ¡Señor mío, y Dios mío! - Jesús le dijo: -Porque me has visto, Tomás, creíste, bienaventurados los que no vieron y creyeron.”- (Lucas 20:28-29)
Se imaginan ustedes al Señor Jesús que desde su nacimiento ya sabía el día y la hora y la muerte que sufriría. En cambio Él no demostró nunca temor ni rencor hacia los hombres por lo que le tocaba padecer. Al contrario, solo demostró ternura y amor hacia aquellos que no lo querían.
Desde las primeras palabras que conocemos cuando solo contaba con doce años:
-¿Por qué me buscáis? ¿No sabéis que en los negocios de mi Padre me conviene estar?-
(Lucas 2:49)
El evangelista no nos dice, si durante treinta años, cuidó de sus hermanos, jugó con ellos, vigiló a sus hermanas o ayudó a su madre. Suponemos que sí. Lo que si sabemos es que era un buen carpintero, porque era conocido por los pueblos de alrededor.
Y durante estos treinta años, llevo en su corazón y en su mente la Pasión de la Pascua.
Quiero terminar diciendo, quien sería capaz en tres años, hacer el trabajo que Él hizo. Fue tan intenso, grande e importante que han pasado más de dos mil años y todavía perdura.
Pero lo que nos ha de quitar el temor de la muerte, fue la resurrección, además de las enseñanzas, fue en lo que más enfatizó:
-“Al tercer día resucitará”- (Lucas 18:33)
“Entonces Tomás le respondió y le dijo: - ¡Señor mío, y Dios mío! - Jesús le dijo: -Porque me has visto, Tomás, creíste, bienaventurados los que no vieron y creyeron.”- (Lucas 20:28-29)
Publicado en el Boletin mensual
de junio del 2003
de junio del 2003
Una Mirada al Pasado
