Texto divisa 2020
"...y le puso por nombre Eben-Ezer, diciendo: Hasta aquí nos ayudó Jehová" (1ª Samuel 7:12)
INTRODUCCIÓN
      El teólogo y pastor del siglo XVIII Jonathan Edwards, el 17 de Agosto de 1723 estableció lo que se ha conocido como Las Resolución de Jonathan Edwards. Edwards estableció 70 resoluciones con intención de ayudarle a vivir una vida de santidad y consagración a Dios. Las siguientes palabras de Edwards establecen el propósito de las 70 resoluciones: 
FORTALECIMIENTO Y CONOCIMIENTO
Texto base: Efesios 3:14-21
1. La petición del Padre que nos ha dado nombre como iglesia de Cristo
Pastor Rubén Sánchez
Iglesia Evangélica Bautista
"Piedra de Ayuda"
       La Resoluciones marcaron, en cierta manera, líneas maestras en la vida de dicho siervo de Dios. Quizás ninguno de nosotros hemos hecho una lista de 70 Resoluciones pero entrando en un nuevo año, probablemente hayamos hecho la famosa lista de propósitos de nuevo año.
¿Qué propósitos tengo para este nuevo año? Pensando como iglesia ¿qué propósitos tenemos para este 2020? ¿Cuáles deberían ser nuestras líneas maestras o Resoluciones?  Cuando abrimos nuestras Biblias en Efesios 3:14-21 podemos leer una oración del apóstol Pablo que, sin lugar a dudas, marca los propósitos que deberían estar en nosotros como iglesia en este nuevo año que empezamos.
1.1. La Petición hecha por la preocupación hacia el rebaño

      Pregúntense lo siguiente ¿por qué Pablo ora esa oración por aquellos Efesios? Fíjense, la respuesta es simple pero preciosa. Miren como claramente los vv.14-15 nos describen como Pablo se presenta en oración delante de Dios por aquellos Efesios “por esta causa doblo mis rodillas ante el Padre de nuestro Señor Jesucristo”. En realidad algunas versiones no mencionan “de nuestro Señor Jesucristo”, parece ser que esto no estaba en el original, sea como sea esto no cambia nada. Pablo se presenta delante del Padre y se presenta con una actitud y posición de reverencia “doble mis rodillas” esto nos muestra que toda esta sección es una oración que Pablo levanta a favor de esos Efesios. Ahora bien, hay dos pistas en los vv.14-15 que nos indican por qué Pablo realiza una oración como esta. Fíjense, la primera son las palabras en el v.14 “por esta causa”. Fíjense como estas palabras las encontramos en el v.1 “por esta causa”. Esta expresión nos une el v.1 con el v.14, es decir, parece ser que Pablo quería empezar su oración en el v.1 fíjense, lean el v.1 y el v.14 y verán cómo encajan “por esta causa, yo Pablo, prisionero de Cristo Jesús por vosotros los gentiles doble mis rodillas delante del Padre” ¿se dan cuenta cómo encaja? Por tanto, esto nos da la primera razón por la cual Pablo ora delante del Padre.


      Pablo ora por aquellos gentiles de Éfeso por una simple pero preciosa razón, porque ellos son su ministerio, porque como dice el v.1 es prisionero de Cristo Jesús por ellos. Efesios fue escrita desde la cárcel y Pablo sufre incluso las cadenas y la cárcel por el bien de aquellos gentiles porque ellos son su ministerio, en otras palabras, son el rebaño que Dios le entregó y debido a esto Pablo ora por ellos. La oración de Pablo no es más que una oración pastoral hacia aquellos que Dios le ha dado. Una oración que es la expresión de la muestra del cuidado y preocupación que Pablo tiene por aquellos que le han sido entregados.
3.2 Conozcamos el amor de Cristo para ser llenos de la plenitud de Dios


      El v.19 es el resultado de conocer este amor “para que seáis llenos de toda la plenitud de Dios” ¿qué es esto? Fíjense que todo lo que es Dios more en la iglesia, que toda la plenitud de Dios llene la iglesia de Cristo. Conocer este amor juntamente con todos los santos para que seáis llenos de la plenitud de Dios, para que el Altísimo llene la iglesia con su presencia, con su poder, con su vida. La presencia de Dios ya llena la vida del creyente y la vida de la iglesia pero hermanos hay un ya pero todavía no. Todavía no se ha consumado lo que debemos ser y Pablo lo que está diciendo es que conozcan ese amor para que sean y vivan como aquello que ya son en Cristo Jesús, la iglesia de Cristo. Puesto en otras palabras hermanos, es para que lleguemos a la madurez espiritual. La madurez no solamente se expresa con gran conocimiento bíblico sino también con gran conocimiento vivencial del amor de Cristo entre nosotros. ¿Qué mayor deseo, anhelo, petición puede existir que seamos maduros como iglesia? Uno puede tener muchos anhelos y peticiones legítimas delante de Dios por la iglesia pero nos quedaríamos cortos si no tuviésemos en mente el llegar a madurez de lo que ya somos en Cristo. No quedarnos como esos Corintios a los que Pablo les recrimina que deberían ser maduros pero todavía son infantes con necesidad de leche. No quedarnos como aquellos creyentes que el autor de Hebreos les dice que ya deberían ser capaces de conocer cosas más profundas de Cristo y sus oficios pero que se han hecho perezosos para oír más y aprender. La oración de Pablo sin duda alguna es sublime y sus peticiones grandes para la iglesia. Quizás es por eso que alguien podría pensar: “Rubén todo esto está muy bien pero suena como una utopía, es francamente difícil” y te doy la razón en que es difícil pero no en que es una utopía, ¿por qué?
TITULO LECTURA BASE AUTOR AUDIO
"Fortaleza y Conocimiento" Efesios 3:14-21 Rubén Sánchez Escuchar o Descargar
Audio predicación sobre el texto lema 2020
“Siendo consciente de que soy incapaz de hacer nada sin la ayuda de Dios,
humildemente le pido que, por su gracia, me capacite para poder cumplir estas resoluciones,
mientras sean agradables a su voluntad para la gloria de Cristo”.
      La 70 Resoluciones de Edwards abarcaban cómo debía vivir en consagración a Dios en diversas áreas, relaciones, sufrimiento, carácter, vida espiritual, etc.
 
      La oración del apóstol Pablo en Efesios 3:14-21 no es una resolución de nuevo año pero sí que es el deseo que el apóstol tenía en el corazón por aquellos gentiles de Éfeso. Un deseo que Pablo llevó frente al Padre celestial para que él cumpliese en aquellos creyentes y en aquella iglesia. Y mis hermanos, la oración de Pablo y lo que pide a Dios son motivos que están en mi corazón en este nuevo año para esta iglesia. Los motivos por los que pide Pablo delante de Dios podrán ser fundamentos sobre los que, por las riquezas de nuestros Dios, construirnos y fundamentarnos como congregación en este nuevo año que se nos presenta. Así que tengan sus Biblias bien abiertas en Efesios 3:14-21. Si debemos empezar bien el año, debemos empezarlo con las Biblias bien abiertas porque es la Palabra de Dios y no la de hombre la que debe regirnos, guiarnos, nutrirnos, edificarnos y santificarnos, con esto tengan Efesios 3:14-21 delante de ustedes y antes de pasar a destacar ciertos puntos quiero que vean como la oración de Pablo es una oración cuyo contenido es fácil de ver ya que es una oración que presenta una estructura muy clara.


      La estructura de la oración consiste en la petición de dos cosas bien concretas acompañadas por dos resultados bien concretos, miren sus Biblias y verán cómo es la Biblia la que les muestra esto y no el predicador. Miren el v.16 encontramos el primer contenido de la oración “para que os de, conforme a las riquezas de su gloria el ser fortalecidos” y ahora miren el v.19 el segundo contenido “y de conocer el amor de Cristo”. Hay dos contenidos básicos en la oración, Pablo ora por fortalecimiento y por conocimiento. Ahora miren como estos dos contenidos van acompañados de dos resultados, es decir, Pablo pide por fortalecimiento y conocimiento para que esto produzca un resultado en aquellos creyentes, miren v.17 al final “a fin de que arraigados y cimentados en amor” y ahora miren el v.19 el segundo resultado “para que seáis llenos de toda la plenitud de Dios”. Esta es la estructura de la oración. Pablo ora por fortalecimiento con el resultado que sean arraigados y edificados en amor y ora por conocimiento para que sean llenos de la plenitud de Dios. Preciosa oración, no es de extrañar que el gran doctor Dr. Martyn-Lloyd Jones dijese de esta oración que: “no hay oración que se eleve a un lugar más elevado que esta oración. Nos eleva al mismo cielo y pide cosas las cuales son casi increíbles llegan al clímax de que seamos llenos de la plenitud de Dios”. Con esto, podemos considerar la oración de Pablo bajo tres puntos básicos.
      Pero fíjense, la preocupación era mutua, miren el v.13 “por lo cual pido que no desmayéis a causa de mis tribulaciones por vosotros, los cuales son vuestra gloria”, es decir, todos estaban preocupados. Los Efesios preocupados por las tribulaciones de Pablo y Pablo preocupado que los Efesios no desmayasen por estar preocupados por la situación de Pablo. Ante esto Pablo es como si dijese, “no os preocupéis por mi situación. No os preocupéis que os pasará, voy al Padre a pedir que él os fortalezca frente a esta situación y os dé conocimiento porque vosotros sois mi ministerio, porque yo estoy preso por vosotros”. Esto es precioso.
      Una de las grandes muestras de preocupación pastoral hacia el rebaño muchas veces no es dada en lo público donde todo el mundo puede verlo, sino en lo privado del aposento donde el Padre ve en lo secreto. Muchas veces la preocupación y cuidado hacia los hermanos, lo mostramos entre nosotros no solamente en público sino llevándolos delante del Padre. Cuando alguien tiene un diamante precioso y valioso, no lo deja en un lugar donde todo el mundo lo pueda ver e incluso llevárselo. Lo guarda en una caja fuerte secreta, donde esté guardado, protegido y cuidado. Pues bien, esto es lo que hace Pablo, lleva a esos gentiles a la cambra secreta de la oración delante del Padre, porque son su ministerio, su rebaño y son preciosos para Cristo y para él. Y hermanos esta es una de las razones de ver hoy esta oración. Porque surge del mismo anhelo y corazón que Pablo tenía hacia un rebaño que ha sido entregado. De alguna manera es el anhelo de mi corazón por “Piedra de Ayuda” en este año, pero hermanos debe también ser el anhelo y petición de cada uno de nosotros hacia los miembros de nuestra familia espiritual. Porque esta oración no solamente viene de una preocupación en Pablo por aquellos Efesios sino porque:


1.2.La Petición hecha por la identidad que nos es dada como familia de Dios

      Hay otro motivo por el cual Pablo ora esta oración y es delante de quien ora. Fíjense, al Padre que es descrito en el v.15 “de quien toma nombre toda familia en los cielos y en la tierra”. Probablemente es la idea de dirigirse a Dios como Creador. La palabra “familia” en el v.15 en realidad es la palabra “patria” y esta palabra proviene de la palabra “Padre”, es decir, Pablo está haciendo un juego de Palabras, ora al Pater de quien toda patria recibe nombre. Así que en cierta manera Dios es Padre de toda familia o clan o nación en términos de creación, porque él es Creador. Recuerden que en Génesis Dios nombró todas las cosas, por tanto, como Creador da nombre mostrando así su soberanía y dando existencia a todo. Dios como Creador es quien da existencia a toda familia ya sea en la tierra como en los lugares celestiales, a toda familia de ángeles, arcángeles, dominios y potestades. Ahora bien, hay algo mucho más particular aquí. Pregúntense ¿por qué Pablo no siguió con la oración en el v.1? ¿Por qué la partió y no empieza a orar hasta el v.14?


      En Efesios 3:2-13 que es lo que parte la oración de Pablo, el apóstol explica una sola cosa, el misterio por el cual los gentiles son coherederos, miembros de un mismo cuerpo y copartícipes de las promesas de Cristo por medio del evangelio (Efesios 3:6). Por tanto, la oración de Pablo tenemos que verla siempre conectada con lo que ha dicho anteriormente, da ahí fluye esta oración, de ahí brota, de ahí florece. No podemos perder de vista que la carta a los Efesios es una carta que le dice a los gentiles que había un tiempo que estaban lejos de Dios, lejos de Cristo, lejos de la familia del pueblo de Dios, pero ahora por el evangelio de Cristo, por su muerte y resurrección, vosotros gentiles que estabais lejos, habéis sido hechos cercanos. En Efesios 2:18-19 aparece el término Padre “porque por medio de él los unos y los otros tenemos entrada por un mismo Espíritu al Padre así que ya no sois extranjeros ni advenedizos sino conciudadanos de los santos y miembros de la familia de Dios”. Los gentiles que eran “don nadies” en el plan redentor de Dios ahora son alguien, ahora son parte de la familia divina, ahora Dios es su Padre y ellos son sus hijos. Pablo ora porque esos gentiles creyentes ya no son más “don nadies”, son parte de la familia de Dios y Dios por redención en Cristo es su Padre. Os llevo delante del trono porque ahora vosotros recibisteis nombre como familia de Dios por vuestro Padre Celestial. Hermanos, quizás para el mundo somos “don nadies”, quizás para el mundo eres un don nadie, pero no en la familia de Dios. Ahora Dios es tu Padre, un nombre te ha sido dado como dice Apocalipsis “daré una piedrecita blanca y en la piedrecita un nombre nuevo, el cual ninguno conoce sino el que lo recibe” (Apocalipsis 2:17). Pero no solamente personal sino que nos ha sido dado un nombre corporativo como familia de Dios. Dios dio por redención el nombre de ser su iglesia, la esposa de Cristo y ahora como familia de Dios tienes y tenemos acceso a un mismo Padre. Con esto en mente, la oración de Pablo es significativa porque hermanos las peticiones en esta oración serán cosas esenciales en nuestra vida de iglesia. Peticiones que surgen no como capricho del apóstol sino que surgen por nuestra identidad como familia de Dios, como iglesia. Será la familia de Dios, la iglesia hermanos que necesitará que el Padre que le ha dado nombre le fortalezca y Cristo more más y más en ella. Que el Padre le dé conocimiento del amor de Cristo y seamos así llenos de la plenitud de Dios. Lo primero que Pablo pide es por ser fortalecidos. 
2. La petición de que seamos Fortalecidos por Dios en nuestra vida en Cristo
¿Qué significa el ser fortalecidos por Dios?

2.1. Que seamos transformados a la imagen de Cristo por medio del Espíritu

      Fíjense hermanos, esta petición está en los vv.16-17 “para que os dé, conforme a las riquezas el ser fortalecidos con poder” paremos aquí. La primera petición es que los Efesios, la iglesia “sea fortalecida con poder”. Ahora bien, fíjense como es expresado “para que os dé conforme a las riquezas de su gloria, el ser fortalecidos con poder”. Primero Pablo muestra la fuente de dónde sale ese fortalecimiento. Sale “conforme a las riquezas de su gloria”. Esto hermanos es la fuente de donde proviene la petición de ser fortalecidos. Pablo pide que el ser fortalecidos con poder provenga de una fuente inagotable en Dios “las riquezas de su gloria”.


      Las riquezas de Dios aparece varias veces en la carta y se asocian con las “riquezas de su gracia” (Efesios 1:7; 2:8) “la riquezas de Cristo” (Efesios 3:8), “las riquezas de su gloria” (Efesios 1:18; 3:16). Esto se puede entender como “sus gloriosas riquezas” o bien como que la gloria de Dios es la fuente de las riquezas de Dios. Cuando pensamos en la gloria de Dios, hermanos, la gloria de Dios no es solo su valor y peso sino que también se asocia con el resplandor de todo lo que nuestro Dios es. La gloria de Dios es el resplandor, la visión de la plenitud del Dios infinito y eterno. Pablo está pidiendo que el ser fortalecidos venga de ese pozo de la riqueza de la gloria de Dios. Venga de esa fuente infinita, inagotable de quien es Dios. Las riquezas de la gloria misma de Dios sea el lugar de donde brote que sus hijos, que su iglesia sea fortalecida. Hermanos, las riquezas de la gloria de Dios son eternas e inagotables. No son como cuando uno pone una bombona de gas y al inicio la llama sale potente y a medida que se agota el gas la llama desciende en intensidad y calor. Las riquezas de Dios no se agotan y él conforme a ellas da. En base a ellas Pablo pide “el ser fortalecidos con poder”. Pero fíjense, el verbo es pasivo “el ser fortalecidos con poder”, es decir, la iglesia no se fortalece a sí misma. Nosotros no lo hacemos, yo no lo hago en ustedes y ustedes no lo hacen en sí mismos. No es nuestra obra sino que proviene de las riquezas de Dios y él es quien lo hace en nosotros. Es Dios quien fortalece a su iglesia y lo hace “con poder”.


      El poder que Dios usa para fortalecer a su iglesia es un poder de nueva creación. Fíjense como el poder de Dios ya opera en la iglesia y en todo creyente, Pablo ya lo ha dicho, miren el v.20 “y a Aquel que es poderoso para hacer todas las cosas, mucho más abundantemente de lo que pedimos o entendemos, según el poder que actúa en notros”. Miren ahora en Efesios 1:18-20 ¿cuál es ese poder? El que resucitó a Cristo de los muertos, el que le sentó en el trono celestial sobre todo dominio y potestad, el poder que nos sentó a nosotros en los lugares celestiales junto con Cristo Jesús. Ese poder que opera en nosotros es con el que somos fortalecidos. Ese poder con el cual Dios creó los cielos y la tierra en la primer creación. Ese poder que dijo a su Hijo “¡levántate!” “¡siéntate en el trono celestial de gobierno y dominio”. Ese poder que hizo algo nuevo de nosotros y estando muertos en pecados nos dio vida juntamente con Cristo, nos resucitó juntamente con él y nos sentó para mostrar las abundantes riquezas de su gracia (Efesios 2:5-6). Eso es mucho poder mis hermanos. Ahora, pongan junto ese poder de Dios y la fuente de donde proviene, las inagotables riquezas de la gloria de Dios y hermanos tenemos una combinación potente aquí para que la iglesia sea fortalecida. Hermanos, es este poder el que nos fortalecerá. No hay poder en este mundo, no hay poder que el ser humano haya podido crear. No hay poder en el universo como las supernovas, los cuasars o los pulsars en el universo capaz de fortalecer a la iglesia de Cristo como el poder que opera en nosotros y que proviene de las riquezas de la gloria de Dios.
      Es este poder que nos fortalecerá como iglesia, no otro poder. Es por esta razón que debe ser pedido al Padre del que recibimos nombre hermanos. Ahora bien ¿qué es el ser fortalecidos con poder? ¿Significa convertirnos en unos super cristianos? ¿Significa convertirnos en cristianos que no sentirán el dolor, las pruebas, las tristezas, el sufrimiento? Significa convertirse en una iglesia que no tendrá problemas, cargas, conflictos? ¿Significa que en un momento determinado nos abriremos las camisas y aparecerá una “S” como la de Superman en nuestro pecho? No es nada de esto, es mucho más que esto.
      El ser fortalecidos es hecho v.16 “por su Espíritu” él es el agente que lo hace posible y es hecho “en el hombre interior”. Esto es paralelo con lo que tenemos en el v.17 “para que habite Cristo por la fe en vuestros corazones”. Nuestras Biblias lo ponen como un propósito “para que” como si el que Cristo habitase fuese algo que sucediese de manera adicional a ser fortalecidos por el Espíritu. Puede ser entendido así pero tiene más sentido - y no puedo explicarles aquí el porqué, eso se queda en la oficina - tiene más sentido entender el v.17 no como un propósito sino como la explicación o especificación de lo que significa ser fortalecidos con poder por el Espíritu en el hombre interior. Fíjense, el “ser fortalecidos por el Espíritu” es igual a que “habite Cristo”, es decir, “que habite Cristo” explica más específicamente lo que significa “ser fortalecidos por el Espíritu” y el “hombre interior” es lo mismo que “en vuestros corazones”. ¿Cuál es el fin de este discurso? Lo que Pablo quiere decir es que el ser fortalecidos por el Espíritu implica que Cristo habite en nosotros. El ser fortalecidos con poder por el Espíritu implica que la presencia y la imagen de Cristo sea formada más y más en el creyente y en la iglesia. No olviden que el Espíritu es el testigo principal de Cristo, y Pablo ora para que cuanto más el Espíritu fortalezca mayor sea el ser transformados a la imagen de Cristo. Esto suceda en el “hombre interior” o “en vuestros corazones”, es decir, en el centro de vuestras vidas. Cristo sea formado en vosotros y ejerza dominio y gobierno sobre toda área. Cierto es que Cristo ya mora en el creyente desde el momento mismo de la conversión y aquí está la clave en cierta manera.


      El ser fortalecidos por el Espíritu sucede en el “hombre interior” en todo lo que somos cuerpo, mente, espíritu, alma, pero todo lo que somos ya en Cristo. Pablo muestra que más debemos crecer en ello. Pablo muestra que hay niveles de la formación de la imagen de Cristo en nosotros que van más allá de lo que podemos imaginarnos. De hecho esto es la glorificación del creyente, Romanos 8:29 “hechos conforme a la imagen de su Hijo para que él sea el primogénito entre muchos hermanos”. Ciertamente no hay mayor fortalecimiento que Cristo sea formado en nosotros. ¿Qué fortalece más a la iglesia? ¿Estructuras? Sí se necesitan ¿Ministerios? Sí se necesitan, ¿Actividades? Sí se necesitan pero el mayor de los mayores es anhelar, orar, trabajar para que Cristo sea formado en nosotros. Era el anhelo constante de Pablo, a los Gálatas se lo dijo 4:19 “hijitos míos, por quienes vuelvo a sufrir, dolores de parto, hasta que Cristo sea formado en vosotros”. Este es el anhelo, esta es la oración, este es el objetivo “hasta que Cristo sea formado en vosotros”. No hay mayor objetivo, no hay mayor oración, no hay mayor trabajo que este y por esto ora Pablo a Dios.

      Posiblemente la mayor fortaleza de la iglesia no proviene de no tener problemas, de tener grandes estructuras, proviene de que Cristo sea formado en ella. Y hermanos para ello necesitamos orar que Dios lo haga en nosotros y necesitamos otra cosa. Fíjense el v.17 “para que habite Cristo por fe”, es “por fe”, es decir debemos confiar pero nunca olviden que nuestra fe proviene de la Santa Biblia. Que Cristo habite en nuestros corazones pero escuchen Colosenses 3:16 “la palabra de Cristo more en abundancia en vosotros”. Hermanos, el ser fortalecidos por el Espíritu, él lo hace no sacando una barita mágica, sino por medio de la palabra de Cristo morando en nosotros. Cuanto más la Palabra more en esta iglesia, en este púlpito, en nuestras vidas, cuanto más la sazonemos en oración yo como pastor durante la semana, ustedes como congregación durante la semana para venir el domingo al culto, cuanto más oremos junto a la predicación de la palabra el ser fortalecidos con poder más Cristo será formado en nosotros para que cuando entren aquí vean en nosotros no un grupo de aquellos que creen una misma cosa solamente sino que vean a Cristo en palabra expuesta y en vidas formadas a su imagen.
¿Cuál es el resultado de ser fortalecidos por Dios?

2.2. Que estemos fundamentados sobre el amor unos con otros

      El resultado último v.17 “a fin d que arraigado y cimentados en amor”. Esta parte en realidad es de transición para la siguiente petición de Pablo, miren como ahora el tema del “amor” será central (vv.17, 19). El énfasis de Pablo ¿saben dónde está? El énfasis está en la palabra “amor”. Por el ser fortalecidos con poder por el Espíritu y Cristo habite en sus corazones, el resultado es que aquellos gentiles debían estar arraigados y cimentados en amor. El resultado de aquellos fortalecidos por el Espíritu, el resultado de aquellos que Cristo habita y es formado en ellos es el ser arraigados y cimentados en amor. Miren como Pablo utiliza dos imágenes, una botánica “arraigados” y otra de la arquitectura “cimentados”. Sea como sea el terreno donde el fortalecido por el Espíritu echa raíces y crece y el cimiento donde el que Cristo habita en él fundamenta su vida es en el amor, amor hacia lo santos de la iglesia. Fíjense como el amor es conocido con todos los santos, v.18 “seáis plenamente capaces de comprender con todos los santos”. Miren como en Efesios 1:15 el amor es expresado con todos los santos “vuestro amor para con todos los santos”. Podemos correr el peligro de mistificar la realidad de ser fortalecidos por el Espíritu, mistificar que el ser transformados a la imagen de Cristo. Pero fíjense como Pablo no lo mistifica sino que lo hace práctico.


      La evidencia de ser fortalecidos por el Espíritu y que Cristo more en nosotros es que nos fundamentemos en el amor, que el amor es el terreno sobre el que pisamos. Esto es esencial porque si piensan, así como los pistones de un motor de coche necesitan el aceite para que se muevan sin roces y finamente, lo mismo el amor para que la iglesia funcione sin roces y finamente. Piensen, el amor es esencial en el funcionamiento en el plan redentor de Dios. Dios es amor en sí mismo y el amor es una de las causas de la elección de su pueblo, Efesios 1:5 “en amor habiéndonos predestinado”. El amor es una de las razones de nuestra aceptación delante de Dios, Efesios 1:6 “no hizo aceptos en el Amado”. El amor es lo que llevó a Cristo a dar su vida en la cruz por aquellos que amó hasta el fin (Juan 3:1). El amor es la base para la paciencia. ¿Por qué uno es paciente con sus hijos? ¿Por qué tiene muy buen carácter? No, primeramente porque los ama. ¿Por qué uno debe de ser paciente con los hermanos de la congregación? ¿Por qué es lo que nos toca? No porque los amamos. El amor de 1ª Corintios 13 es lo que permite que los dones que me han sido dados sean usados para el bien común de aquellos a los que amo y para la edificación de la congregación a la que amamos. ¿Se dan cuenta? El resultado de ser fortalecidos y que Cristo habite por fe en nuestros corazones es que crezcamos y nos construyamos en amor. Ahora bien, ¿Qué amor? Porque esto puede sonar como una tribu de hippies y mis hermanos, Dios no creó una tribu de hippies sino un pueblo que debe conocer el amor con el que ha sido amado y en el que debe crecer y construirse y esto nos lleva a la segunda petición de Pablo.
3.1. Conozcamos el amor de Cristo como congregación


      Pasamos ahora a la segunda petición claramente expuesta en los vv.18-19, fíjense, que “seáis plenamente capaces de comprender” y miren el v.19 “y de conocer”. Por tanto, si la primera petición hecha delante de Dios era por fortalecimiento, ahora la segunda es por conocimiento. De manera concreta por conocimiento del “amor de Cristo”. Pablo ha dicho que el resultado de ser fortalecidos y que Cristo habite en nosotros es que “en amor seamos arraigados y cimentados” ahora bien, para ello también es necesario conocer ese amor en el que debemos ser arraigados y cimentados. No hay mayor peligro que la ignorancia y en términos del amor de Cristo, la ignorancia y desconocimiento de ese amor de Cristo ha hecho y está haciendo barbaridades. Está haciendo que se acepten cosas que delante de Dios son pecado claro simplemente con la bandera de “Dios es amor” o “Cristo amó a los pecadores”. Por tanto, debemos conocer el amor de Cristo y por ello Pablo ora.


      En el v.18 dice que “seáis plenamente capaces de comprender con todos los santos cuál sea la anchura, la longitud, la profundidad y la altura”. Pablo menciona una serie de medidas del amor de Cristo. Esto no quiere decir que pueda medirse físicamente, la idea es que el amor de Cristo es algo concreto, no es algo esotérico y abstracto es algo concreto que puede ser conocido. Aquí está el punto, las medidas “la anchura, la longitud, la profundidad y la altura” indica que el amor de Cristo puede ser conocido. Por tanto, Pablo no está hablando de un mero sentimiento o cadena de reacciones químicas. Nuestro mundo hoy habla del amor como simples sentimientos abstractos que varían de una persona a otra, cambian de como uno los sienta o interprete según su propia verdad. Quizás lo que es amor para uno no lo es para otro. Se habla de reacciones químicas de conectores neuronales. Bueno esto no es lo que Pablo dice aquí. Con las medidas implica que el amor de Cristo puede ser comprendido porque es algo concreto y medible. Ahora bien, aquí viene lo que parece incoherente. Pablo pide que se sea capaz de comprender la medida del amor de Cristo pero miren el v.19 “y de conocer el amor de Cristo que excede a todo conocimiento” ¿Cómo se comprende y conoce algo que excede a todo conocimiento? Parece algo incoherente e imposible. Es importante que entendamos lo que Pablo está diciendo.

      Pablo no dice que no se pueda conocer el amor de Cristo sino que teniendo medidas “anchura, longitud, profundidad y altura” es concreto y puede ser conocido, ahora bien “excediendo todo conocimiento” implica que ese amor por mucho que pueda conocerse nunca jamás podrá ser conocido de manera exhaustiva y total. Nunca jamás llegaremos a terminar y acabar de conocer el amor de Cristo hacia nosotros. Nunca jamás llegaremos a poder comprenderlo de manera plena. Es tan infinito como Cristo es el Dios infinito mismo. Es tan infinito como que alcanza el extremo último de la eternidad misma. Y eso hermanos me lleva a tres preguntas ¿Dónde sí podemos medir y conocer ese amor de Cristo? Y la respuesta está en un único sitio. La respuesta está en la cruz del Calvario. La respuesta está en así como Cristo había amado a los suyos que estaban en el mundo los amó hasta el fin dando su vida. Puedes comprender el amor de Cristo con el que fuiste amado cuando entiendes que quizás alguien daría su vida por uno justo quizás alguien la daría por una bueno, pero Dios mostró su amor no dando su vida por buenos y justos. Dios mostró su amor no dando su vida por aquellos que éramos inocentes ¡no! lo hizo por culpables de pecado. Lo hizo por aquellos que le ofendimos con nuestro pecado. Lo hizo por aquellos que preferíamos ser hijos de ira y no de Dios. Dios mostró su amor para con nosotros en que siendo aun pecadores, Cristo murió por nosotros (Romanos 5:8). ¿Quieres comprender la anchura, la longitud, la profundidad y la altura del amor de Cristo? Bien, debes comprender la anchura, la longitud, la profundidad y la altura de la cruz. Debes hacer lo mismo que hizo Isaac Watts cuando contempló la Cruz Sangrienta
3. La petición de que Conozcamos el amor de Dios que excede todo conocimiento
La cruz sangrienta al contemplar
Donde el Rey de gloria padeció,
Riquezas quiero despreciar
Y a la soberbia tengo horror.

Mi gloria y mi blasón será
La cruz bendita del Señor
Y lo que di a la vanidad
Se lo dedico con amor

Sus manos, su costado y pies
De sangre manantiales son,
Y las espinas de su sien
Mí aleve culpa las clavó
      La segunda pregunta es ¿llegaremos algún día a comprender tal amor? Y la respuesta es que ese amor excede a todo conocimiento. Cuando contemplas la cruz puedes perderte en el gran océano del amor de Dios, porque cuanto más y más contemplas esa cruz, más y más el amor de Cristo se muestra. Cuanto más contemplas esa cruz, más y más caes en ese amor que excede todo conocimiento y acabas diciendo “¿cómo pudo amarme así?” “¿cómo pudo amar mi Cristo y mi Señor a mí un pecador?” Pero hay una tercera pregunta ¿cómo podemos conocer esta amor? Y fíjense, hay algo importantísimo aquí, algo que Pablo pone en posición enfática, miren el v.18 “seáis plenamente capaces de comprender con todos los santos” ¡aja! Aquí está la cuestión comprender “con todos los santos”. Este conocimiento del amor de Cristo es algo que se hace conjuntamente con los santos. Es algo que se hace congregacionalmente. Esto hace que el amor de Cristo no sea abstracto sino que se muestre, se vea, se practique, se conozca juntamente con los hermanos y hermanas de la congregación. No es solo un conocimiento intelectual sino experimental, lo vivimos entre nosotros. Es algo congregacional no solamente individual y muchas veces perdemos esto de vista.


      Nuestra sociedad individualista ha convertido al amor en algo individualista y siendo individualista se transforma en algo egoísta porque solo piensa en uno mismo, en lo que le satisface y va bien a uno. Pero este no es el amor de Cristo. El amor de Cristo que debemos conocer lo hacemos con todos los santos y no puede ser de otra manera porque la iglesia es una comunidad de pacto cuya esencia es el amor de pacto los unos con los otros. El amor individualista se ha infiltrado en muchas congregaciones donde hay aquellos que tienen un primer amor fogoso con la congregación pero con el tiempo, cuando ya no cumple expectativas, cuando parece que ya no se me da lo que esperaba, cuando otro me ofrece algo que creo que es mejor, mi amor cambia de lealtad congregacional. Ese no es el amor de Cristo. Podrá sonar fuerte lo que diré ahora pero no puedes llegar a conocer cómo Cristo te amó si no lo haces juntamente con los santos de la iglesia de Cristo, si no lo haces en compromiso con una congregación local, con la participación en ella y en la vida de aquellos que son tus hermanos porque juntos es que estamos llamados a conocer el amor de Cristo ¿Qué mejor que pedir a nuestro Dios que seamos capaces de manera conjunta de conocer el amor de Cristo? ¿Qué mejor que pedir que podamos conocer este amor no solamente intelectualmente sino vivido entre nosotros? ¿para qué?      
4. La petición es hecha a nuestro Dios que es poderoso para hacer más de lo que pedimos
4.1. Una petición hecha por el poder de Dios para la gloria de Dios


      Los vv.20-21 es lo que se llama una doxología. La palabra doxología viene de la palabra griega “doxa” que es gloria. Las doxologías es cuando se atribuye la gloria a Dios y tienen varias funciones en las cartas. Pero fíjense, aquí es el cierre prefecto para tal oración. Como he dicho quizás alguien podría pensar que esto es una utopía lo que pide Pablo, que es algo imposible El ser fortalecidos y Cristo formado más y más en nosotros. El conocer el amor de Cristo que excede todo conocimiento juntamente con todos mis hermanos para que la iglesia madure a la imagen de Cristo. Todo esto está muy bien pero quizás unos dirán “veamos si es cierto esto”, otros dirán “si, si está muy bien pero no lo veo”. Pero ¿sabes qué? No depende de lo que tu veas o no. No depende de lo que tu pienses o no. Porque nuestra visión puede ser parcial, puede estar distorsionada. Porque nuestra opinión puede ser incorrecta. No depende de nada de esto. No te olvides que la petición es hecha delante del Padre y este Padre ahora en los vv.20-21 es “Aquel que es poderoso para hacer todas las cosas”.


      Pablo apela a la omnipotencia de Dios pero fíjense lo que dice “es poderoso para hacer todas las cosas más abundantemente de lo que pedimos o entendemos, según el poder que actúa en nosotros”. ¡Sorprendente! El poder de Dios va más allá que la propia oración de Pablo. ¿Pensabas que Pablo pedía demasiado? ¿Pensabas que Pablo pedía algo más allá de toda realización? ¡Pues no es así! Porque pide a Aquel que es poderoso para hacer incluso más allá de lo que uno pide. Según el poder que ya está en nosotros, Dios puede hacer más de lo que incluso Pablo pide. Por tanto, hermanos, nuestra confianza cuando pedimos algo así como la oración de Pablo reside en que Dios es poderoso para hacer mucho más. ¿Cuándo oramos por la iglesia verdaderamente creemos que Dios es poderoso para hacer mucho más de lo que pedimos por ese poder que operó en nosotros dándonos vida y sigue operando en nosotros por la gracia de Dios? ¿Cuándo oramos por la iglesia y por los hermanos verdaderamente creemos que Dios lo hará posible? ¿No fue su poder el que hizo algo impensable, resucitar y dar vida a aquellos que estábamos muertos en delitos y pecados? ¿Si hizo esto no hará por ese mismo poder que operó y opera en nosotros el formarnos a la imagen de Cristo y el darnos a conocer el gran amor con el que nos amó? Fe se requiere absolutamente pero uno dirá “pero no lo veo” en este caso debes saber que la fe no depende de lo que ves sino de la palabra de la cual surge. Otro seguirá diciendo “no lo veo” pues hermano ¡ora, ora, ora! como Pablo lo hizo.
      Porque Dios lo hará ¿saben por qué? No solamente porque el formar a Cristo y el conocer el amor de Cristo es su voluntad sino porque todo esto al fin y al cabo obra para la gloria de Dios y aquello que obra para su gloria, Dios tiene un gran interés en llevarlo a cabo “a él sea la gloria en la iglesia y en Cristo Jesús por todas las edades, por los siglos de los siglos. Amén”. Hermanos, cuanto más seamos fortalecidos por el Espíritu y Cristo formado en nosotros. Cuanto más comprendamos y conozcamos juntamente con todos los santos el amor de Cristo más gloria será dada a nuestro Dios en la iglesia en Cristo Jesús y si duda alguna esto deberá la motivación vital en nosotros.
Conclusión

      No hay mejor conclusión que la conclusión misa de las Escrituras. Por ello, podríamos concluir dicho mensaje de manera congregacional, poniéndonos de pie y tomando la oración de Pablo como una oración congregacional para poder leerla conjuntamente. Hermanos, leamos esta oración como un solo cuerpo, como una sola congregación y pidamos a nuestro Padre que nos fortalezca con poder por medio de su Espíritu para ser arraigados y cimentados en amor. Que podamos conocer el amor de Cristo entre nosotros para ser llenos de la plenitud de Dios para que a nuestro Dios sea dada la gloria en esta congregación.
14 Por esta causa doblo mis rodillas ante el Padre de nuestro Señor Jesucristo,
15 de quien toma nombre toda familia en los cielos y en la tierra,
16 para que os dé, conforme a las riquezas de su gloria, el ser fortalecidos con poder en el hombre interior por su Espíritu;
17 para que habite Cristo por la fe en vuestros corazones, a fin de que, arraigados y cimentados en amor,
18 seáis plenamente capaces de comprender con todos los santos cuál sea la anchura, la longitud, la profundidad y la altura,
19 y de conocer el amor de Cristo, que excede a todo conocimiento, para que seáis llenos de toda la plenitud de Dios.
20 Y a Aquel que es poderoso para hacer todas las cosas mucho más abundantemente de lo que pedimos o entendemos, según el poder que actúa en nosotros,
21 a él sea gloria en la iglesia en Cristo Jesús por todas las edades, por los siglos de los siglos. Amén.
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