DESEO DE SALVACIÓN
“el cual desea que todos los hombres sean salvos y vengan al conocimiento de la verdad. Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre”
(1ª Timoteo 2:4-5)
      Desidium es la palabra latina para deseo y suele referirse a la acción o el efecto de anhelar o aspirar a algo. Aquel que desea es aquel que tiene en su mente y corazón el anhelo de cumplir una voluntad o saciar algún tipo de gusto. Sin lugar a dudas, de deseos hay muchos, unos legítimos y otro ilegítimos pero, en muchas ocasiones el desear o anhelar algo se entiende simplemente como la ilusión de querer tener aquello que se quiere y que uno sabe que no podrá tenerlo. El apóstol Pablo nos habla del deseo divino en 1ª Timoteo 2:4-5 “el cual desea que todos los hombres sean salvos y vengan al conocimiento de la verdad. Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre”. Ahora bien, ¿qué significa que Dios desea la salvación de todos los hombres? Es evidencia histórica la realidad que no todos son salvos, no todos llegan al conocimiento de la verdad, por tanto, ¿es simplemente un deseo en el corazón divino que nunca llega a cumplirse? ¿Es simplemente algo que Dios tenían en el corazón como una ilusión que sabía que nunca podría llegar a ser? Claramente la respuesta es no. Pablo muestra primeramente el deseo divino de la salvación de todos los hombres y segundo, la doble razón por el deseo de salvación.


      La afirmación del apóstol forma parte de una serie de instrucciones que Pablo escribió a su hijo en la fe Timoteo para que supiese como comportarse en la iglesia (1ª Timoteo 3:14-15). Para ello, Pablo escribe varias instrucciones que Timoteo debía conocer. Entre ellas, se encuentra la exhortación del apóstol a que se hagan rogativas con acciones de gracias por todos los hombres, incluidos reyes y aquellos que están en eminencia (1ª Timoteo 2:1-2) ¿por qué la necesidad de una exhortación así? La Escritura misma nos da la razón de ello “porque esto es bueno y agradable delante de Dios, nuestro Salvador” (v.3). La simple y clara razón que el apóstol establece para hacer rogativas por todos los hombres es que tal acción es buena y agradable delante de Dios quien es nuestro Salvador. Es precisamente nuestro Dios y Salvador aquel que “quiere que todos los hombres sean salvos y lleguen al conocimiento de la verdad”. La afirmación del deseo divino de que todos lleguen a ser salvos y obtengan el conocimiento de la verdad está estrechamente ligado a las rogativas y acciones de gracias por todos los hombres. Ciertamente la salvación es y proviene únicamente de nuestro Dios y Salvador, únicamente él es el autor y consumador de la salvación pero no hay duda alguna que la oración de los santos juega un papel providencialmente ordenado dentro de la salvación que Dios obra. Como medio de gracia, la oración de los santos es usada en la providencia de Dios para llevar a cabo su propósito de salvación en aquellos que tiene determinados. Nunca se pierde el tiempo en la oración, todo lo contrario, los santos somos hechos partícipes del gran plan redentor que Dios tiene para todos los hombres. Y aquí está la conexión hecha por el apóstol para entender el deseo o el querer del Dios Salvador que todos los hombres sean salvos.
Pastor Rubén Sánchez
Devocional Semanal - Pastor Rubén Sánchez
"...y le puso por nombre Eben-Ezer, diciendo: Hasta aquí nos ayudó Jehová" (1ª Samuel 7:12)
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Dios mío te doy gracias porque tu voluntad se inclina a salvar a todo ser humano sin distinción. Gracias por el único camino de salvación en la persona de Jesucristo. Gracias porque por tu gracia encontré a Cristo Jesús que vino a salvarme. Señor, no permitas que nunca deje de deleitarme en tu voluntad de salvar y en el mediador que me diste. Amén.
MARTES

Leer: 1ª Timoteo 1:14-17

Meditar: ¿Cómo Pablo determina que la gracia del Señor fue más abundante? ¿En quién abunda esta gracia? ¿Con que dos adjetivos describe Pablo la palabra expresada en el v.15? ¿Qué crees que significan? ¿Cuál es la palabra fiel y digna? ¿Cuál es el propósito de la venida de Cristo Jesús al mundo? ¿Por qué crees que Pablo explica como halló misericordia? ¿Qué aplicación personal crees que puede haber para tu vida saber que Pablo, como el primero de los pecadores, recibió misericordia? ¿Cómo crees que funciona el v.17 en el argumento de Pablo?

Orar: Da las gracias a Dios porque su gracia se encuentra en la persona de Cristo y el mensaje del evangelio. Da gracias a Dios porque no hay pecador que esté descartado y fuera de la salvación que Cristo vino a traer a los pecadores. 


MIÉRCOLES

Leer: Romanos 1:1-6

Meditar: ¿Quién es el autor de la carta? ¿Para que fue apartado el apóstol Pablo? ¿Cómo describe Pablo al evangelio? ¿Cuál es el centro o contenido del evangelio? ¿Cómo es descrito a Jesucristo? ¿Qué crees que significa “del linaje de David según la carne”? ¿Cómo entiendes la afirmación que fue declarado Hijo con poder según el Espíritu? Pablo recibió la gracia del apostolado ¿para qué propósito?

Orar: Bendice a Dios porque el evangelio no fue una invención de Pablo sino el cumplimiento de lo prometido por Dios en toda la historia bíblica. Da las gracias a Dios porque en su humanidad Jesucristo fue del linaje de David haciéndolo el Rey en quien se cumplen las promesas de salvación del reino de Dios. Bendice a Dios porque por su gracia tu fe fue obediente al mensaje del evangelio.


JUEVES

Leer: 1ª Juan 3:23-24

Meditar: ¿Cuál es el mandamiento establecido por Juan? ¿Qué dos cosas deben estar presentes en la obediencia de ese mandamiento? ¿Cómo crees que se relacionan la fe en Jesucristo y el amor para con los santos? ¿Cuál es la evidencia de que Dios permanece en el creyente y el creyente en Dios? ¿De dónde procede el conocimiento de saber que Dios permanece en nosotros? Según estos versículos ¿cómo distinguirías la verdadera fe de la falsa?

Orar: Da gracias a Dios porque por el testimonio del Espíritu dado has obedecido al mandamiento de creer en el Hijo de Dios y tal fe obediente es evidencia de la unidad con Cristo Jesús como creyente verdadero.


VIERNES

Leer:  1ª Juan 4:1-6

Meditar: ¿Qué dos acciones son descritas como algo que es necesario hacer en el v.1? ¿Qué entiendes por “los espíritus”? ¿Qué prueba establece Juan para conocer el Espíritu de Dios? ¿Por qué crees que la encarnación de Jesucristo es prueba vital para el conocimiento del Espíritu de Dios? Si no se confiesa la verdadera encarnación de Jesús ¿cuál es el testimonio que opera? ¿Cómo se conoce el Espíritu de verdad según el v.6?

Orar: Pide a Dios discernimiento personal y en tu congregación para poder distinguir las confesiones verdaderas de las falsas en cuanto a la persona de Jesús. Pide a Dios que te ayude a conocer y entender más y mejor la doctrina de la encarnación de su Hijo.


SÁBADO

Leer: Lucas 1:31-35

Meditar: ¿Cuál será el nombre dado al niño que nacerá? ¿Cómo es descrito Jesús según el v.32? ¿Qué promesas ves que se cumplen en la persona de Jesús? ¿Dónde crees que reside la importancia de la pregunta de María? ¿Qué personas de la Trinidad participan en la encarnación? ¿Cómo crees que la encarnación de Jesucristo se relaciona con la Génesis 1 y la creación? ¿Qué te da a entender la relación entre creación y encarnación?

Orar: Bendice a Dios porque la encarnación de Jesucristo fue una nueva creación que permite que la humanidad de Jesús sea perfecta, sin pecado y la humanidad de la nueva creación a la que seremos todos los creyentes transformados cuando Jesucristo vuelva.
      Pablo exhorta a que se hagan oraciones por todos los hombres pero obviamente es imposible que todo creyente ore por todos y cada uno de los seres humanos de manera específica, particular e individual con nombres y apellidos ¿quién podría hacer algo así? Si muchas veces nos olvidamos de orar por aquellos que sí conocemos ¿cómo podríamos hacerlo por aquellos que no sabemos ni que existen? Ciertamente la afirmación de “todos los hombres” del apóstol Pablo no se refiere a cada individuo en particular sino que se refiere a lo que expone en el v.2 “por reyes y por todos los que están en eminencia”. Dentro del contexto cultural y social en el cual vivía Pablo tal afirmación era necesaria, pero explica cómo debe entenderse “todos los hombres”. Pablo exhorta a que se ore por todo grupo de individuos sin distinción alguna. Que se ore sin hacer distinción de grupos. Que se ore por los que son gobernantes aunque cueste. Que se ore por aquellos de clases sociales altas y también por los de clases sociales medias y bajas. Que se ore por hombres y por mujeres sin distinción. Que se ore por adultos, jóvenes y niños. ¿Por qué orar por todo tipo de grupo sin distinción? Porque nuestro Dios y Salvador “quiere que todos los hombre sean salvos y vengan al conocimiento de la verdad”.


      El deseo o voluntad de Dios es que “todos los hombres” entendido esto como Pablo lo presenta en su contexto, es decir, que todo grupo de individuos sin distinción lleguen a ser salvos y al conocimiento de la verdad. Dios quiere la salvación tanto de reyes y gobernantes como de la plebe. Dios quiere la salvación tanto de hombres como de mujeres, de niños y adultos. Sin lugar a dudas tal deseo no debe ser entendido como un deseo idílico e inalcanzable. Dicho deseo es la voluntad de Dios establecida en sus promesas redentoras desde la creación misma. Creó al ser humano a su imagen y semejanza para extender su reino. Después de la caída prometió a Abraham que a través de él serían benditas todas las familias de la tierra. Sin distinción de familias, tribus, lenguas, razas o naciones la bendición de la redención de Dios alcanzaría las naciones. La Biblia utiliza el lenguaje de “toda tribu, lengua, raza y nación” para indicar tal realidad. Sin duda alguna fue la obra de Jesucristo y el nuevo pacto quien abrió de manera gloriosa las puertas a esa realidad. El evangelio alcanza a toda tribu, a toda lengua, a toda nación, a toda clase social sin distinción. Ciertamente hay muchos y habrá muchos que no llegarán a salvación pero esto no es la evidencia del deseo divino incumplido ni mucho menos. Puede verse que la expresión “quiere que todos los hombre sean salvos y vengan al conocimiento de la verdad” no es meramente un deseo sino una realidad que Dios cumple y sigue cumpliendo en la persona de Jesucristo. Gracias a esta voluntad redentora muchos que el mundo no consideraría han sido considerados para entrar a formar parte de la familia de Dios. Lo débil que quizás el mundo no consideraría fue considerado por Dios para que muchos formasen parte de la filas del Cordero. Lo que el mundo podría avergonzarse Dios no se avergonzó sino que salvó. Quizás muchos de nosotros no seríamos considerados, pero gracias sean dadas a Dios que su voluntad y deseo no se rige por los patrones del mundo. ¿Qué razón puede haber para tal realidad? La razón es doble.
      “Porque hay un solo Dios y un solo mediador entre Dios, y los hombres, Jesucristo hombre”. El dese o voluntad de que todos sen salvos y lleguen al conocimiento de la verdad es doble. Primero “porque hay un solo Dios”. La doctrina de la singularidad de Dios, es decir, es singular en ser y en número es vital para entender la voluntad que Dios tiene de que todos sean salvos. Si hubiese más de un Dios verdadero podría ser que uno fuese Dios de los ricos y otro Dios de los pobres. La cultura greco-romana tenía dioses para dar, vender y para escoger en caso que uno no quedase satisfecho con el que tenía. También permitía que uno pudiese escoger que medio de salvación prefería, el que ofrecía una divinidad u otra. La demanda de las necesidades y caprichos humanos era tanta que la oferta divina estaba acorde a ella. Era una religión pluralista y sin verdad absoluta. Pero el evangelio de salvación no es así. Pablo en Romanos claramente determina que Dios es tanto Dios de los judíos y de los gentiles, por eso la misma salvación por medio de la fe en Jesucristo podía alcanzar tanto a judíos como a gentiles (Romanos 3:29-30). Ya que hay un solo Dios vivo y verdadero es por eso que todo grupo sin distinción puede ser salvo en el único Dios vivo que tiene la voluntad de salvar. No es necesario echar instancias distintas en función de si uno es de una clase u otra. La verdad de un solo Dios garantiza la verdad de una única voluntad y de una única salvación para todo ser humano sin distinción. Pero hay una segunda razón “y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre”.


      La salvación requiere de una mediación entre el Dios Santo y el ser humano pecador. Toda la historia de la salvación muestra esto. Se requería de un sumo sacerdote que representase al pueblo y mediase delante de Dios a favor del pueblo. Se requería una víctima inocente que fuese aquella que identificándose con el pecador pudiese llevar así el castigo por el pecado y el perdón fluyese en ese glorioso acto de intercambio. El único Dios estableció que en el único camino de salvación debía haber un mediador y el apóstol Pablo es claro en ello. El único mediador posible para la salvación es Jesucristo. Él es el último sumo sacerdote que representa a los redimidos delante de Dios. Él es el Cordero inocente que tomó nuestro lugar de culpables y llevó el castigo de nuestro pecado para que por la fe la justica que nos declara perdonados y no culpables fluyes a nosotros. Quizás aquí uno podría preguntarse ¿Por qué Jesucristo? ¿Por qué únicamente él? La respuesta es amplia pero simplemente una cosa a mencionar. Pablo se toma el cuidado de definirlo “Jesucristo hombre”. ¿Qué importancia tiene esta definición final?
      La importancia reside en el hecho que para poder ser mediador de una raza humana, el solo mediador tenía que ser humano igualmente. La voluntad de Dios es que todo ser humano sin distinción llegue a salvación y para ello Dios nos dio como mediador a Jesucristo quien fue plenamente humano. Su humanidad perfecta y sin pecado es lo que hace a Jesucristo el perfecto mediador para que la voluntad de Dios de salvar a una raza humana caída pudiese darse. No nos hubiesen servido para nada definiciones como “Jesucristo, ángel” o “Jesucristo arcángel”. Una raza humana caída en pecado requería de la encarnación del eterno Hijo de Dios, requería que Jesucristo viniese en carne. Requería que Jesucristo fuese, es y siga siendo por toda la eternidad el único Dios hecho hombre. La palabra del evangelio, fiel y digna de ser recibida por todos; que Cristo Jesús vino al mundo para salvar a los pecadores, requería que la venida de Cristo Jesús al mundo no fuese como un ángel que cantó juntamente con el coro de ángeles celestiales en Belén. Requería que fuese con la encarnación para que el ser que naciese fuese llamado Jesús, porque él salvaría a su pueblo de sus pecados. Tal milagro de la encarnación únicamente se da en la persona de Jesucristo, por ello -entre otras muchas razones - únicamente él es el mediador entre Dios y los hombres.