DIOS SE PROVEERÁ
“Y respondió Abraham:
Dios se proveerá de cordero para el holocausto, hijo mío, e iban juntos”
(Génesis 22:8)

      El famoso pastor y teólogo del siglo XVIII Jonathan Edwards, ante la noticia que le llegó por carta de parte de su esposa de la muerte de uno de sus hijos respondió que, cómo podían ellos negarle a Dios a uno de sus hijos cuando Dios no les había negado al suyo. Su respuesta podría parecer fría e insensible pero lejos está de ello. La respuesta de Edwards tenía en mente la gran provisión que Dios había dado en la persona de su Hijo Jesucristo. Una provisión que hacía, hace y hará palidecer cualquier cosa que nosotros podamos darle a Dios. No hay duda alguna que Dios es Dios que provee y uno de los acontecimientos que muestra esta verdad bíblica es el acontecimiento narrado en Génesis 22:8 “y respondió Abraham: Dios se proveerá de cordero para el holocausto, hijo mío: E iban juntos”.
Pastor Rubén Sánchez
Devocional Semanal - Pastor Rubén Sánchez
"...y le puso por nombre Eben-Ezer, diciendo: Hasta aquí nos ayudó Jehová" (1ª Samuel 7:12)
Copyright 2013 Iglesia Evangélica Bautista "Piedra de Ayuda" - C/San Eusebio, 54 - 08006 Barcelona. España
Pastor Rubén Sanchez Noguero - Móvil: 610.224.965 - emali: rsanchez111@yahoo.es
Señor, tú que eres Dios de toda provisión. Tú que eres el Dios que viste a los lirios del campo mejor que a reyes, alimenta a los pajarillos que no trabajan y das conforme a las riquezas de tu gracia a los tuyos, ayúdame a confiar en tu mano provisoria. Ayúdame a ver como en Jesucristo me has dado toda provisión. Ayúdame a entender que la necesidad de tu plan es primero y en él mi vida y necesidades se entienden. Ayúdame a buscar en primer lugar tu reino y tu justicia y a confiar que en todo tu proveerás. 
MARTES

Leer: Génesis 22:1-14; Santiago 2:20-24

Meditación: ¿Qué le pide Dios a Abraham en estos versículos? ¿Cómo es descrito Isaac? ¿Por qué crees que se describe como el único hijo cuando Abraham tenía otro hijo, Ismael? ¿Qué expresan las palabras de Abraham en el v.8? ¿Qué es aquello que Dios observa de Abraham? ¿Cómo acabó llevándose acabo el holocausto? ¿Cómo explica Santiago la fe de Abraham? 

Oración: Pide a Dios que te ayude a entender que no son las circunstancias las que definen a Dios sino su revelación bíblica. Pide a Dios que en su gracia tu fe madura hacia el fruto de la obediencia.


MIÉRCOLES

Leer: Génesis 22:15-24; Hebreos 6:13-20

Meditación: ¿Qué es lo que le dice el ángel de Jehová a Abraham? ¿Crees que las palabras dichas son parte de la promesa? ¿Dónde encuentras en otro acontecimiento de la vida de Abraham las palabras del ángel de Jehová dicha a Abraham? ¿Qué relación ves entre el hecho que Dios proveyese de un carnero para el holocausto y la reafirmación de la promesa? ¿Dónde está la importancia que Dios jurase por sí mismo? ¿Cómo lo interpreta Hebreos 6:13-16? ¿Cómo se aplica el juramento de Dios en Génesis 22:16-18 a nosotros los creyentes según Hebreos 6:17-20?

Orar: Bendice a Dios porque el es fiel en el cumplimiento de sus promesas. Bendice a Dios porque fue el mismo quien se comprometió a cumplirla. Bendice a Dios porque es en Jesucristo que tenemos cumplimiento de las promesas.


JUEVES

Leer: Mateo 6:25-33

Meditar: ¿Cuál es el tema principal de estos versículos? ¿Cómo es mostrada la providencia de Dios en ellos? ¿Qué ejemplos de sustento y provisión muestra Dios? ¿Crees que afanarse por las necesidades de la vida es pecado? ¿Crees que debemos buscar únicamente el reino de Dios?

Orar: El afán es muestra de desconfianza en Dios. Pide a Dios que te ayude a entender que él provee para lo que es necesario. Pídele que tu vida no se mueva en desconfianza y afán como los que no creen en Dios sino en la confianza que Dios sabe de lo que tienes necesidad en tu vida.


VIERNES

Leer: Lucas 11:5-13

Meditar: ¿Qué explica a grandes rasgos la parábola? ¿Por qué crees que fue inoportuna la hora en que llegó el amigo a pedir? ¿Cómo entiendes el v.8? ¿A qué anima la parábola? ¿Crees que la parábola está diciendo que cualquier cosa que pidamos nos será dada? ¿Cuál es el don mayor que Dios dará?

Orar: Da gracias a Dios porque cuando acudimos con verdadera necesidad delante de él, nunca somos inoportunos delante de Dios. Dale gracias por su provisión en tu vida sabiendo que el proveerá siempre lo mayor aún y cuando no sea lo que tú quieras o estás pidiendo.


SÁBADO

Leer: 2ª Corintios 9:6-9

Meditar: ¿Cuál es el contexto general de las palabras de Pablo? ¿Cómo debe darse según lo establecido por el apóstol? ¿Para qué es poderoso Dios? ¿Quiere decir el v.8 que siempre que demos Dios proveerá el doble? ¿Cuá les la base bíblica que Pablo da para su argumento?

Orar:  Da gracias a Dios porque él es poderoso para proveer para que nos falte cosa alguna. Pide a Dios que en puedas confiar en su provisión para poder abundar en toda buena obra.
      El acontecimiento que tuvo lugar en el monte asignado por Dios llevó como conclusión que Abraham llamase a ese lugar “Jehová jireh”, es decir, “Jehová proveerá”. El lugar que recibió el nombre de “Jehová proveerá” quedó como testimonio para las generaciones futuras de que “en el monte de Jehová será provisto” (Génesis 22:14). No hay duda alguna que Dios es Dios de provisión y sustento incluso en las situaciones más impensables de la vida de sus hijos. El acontecimiento de Abraham narrado en Génesis 22:8 nos muestra primero la confianza en que Dios provee incluso teniendo que creer contra esperanza. Segundo, nos muestra la provisión de Dios dentro de sus planes y no los nuestros.
      Génesis 22 podría decirse que es la culminación de todo el caminar de Abraham con Dios. Así como Abraham ascendió al monte que le fue indicado por Dios, al mismo tiempo ascendía a la cúspide de su vida de fe con aquel que lo había llamado. Dios llamó a Abraham y le entregó las promesas de tierra y de nación (Génesis 12:1-3). La bendición que había sido dada al ser humano en la creación, una dinastía que gobernase sobre la creación (Génesis 1:26-28), ahora pasaban a modo de promesa dada a Abraham. Dios prometió a Abraham una simiente cuya dinastía sería como las estrellas de los cielos y la arena del mar y una tierra donde su simiente ejercería dominio. Como si de una vuelta al ideal de la creación se tratase, las promesas de Dios a Abraham contenían en su ADN la bendición misma de la creación, contenían el plan del progreso de la salvación. Dios cerró en pacto esas promesas (Génesis 15, 17) y Abraham creyó a Dios. Abraham creyó que Dios sería capaz de darle una simiente, un heredero de la promesa y así fue. Isaac fue dado por Dios como la simiente de la promesa. Sobre él recaía no únicamente el cumplimiento de las promesas de nación y tierra sino mucho más que esto, recaía el volver a restaurar aquellas bendiciones que Dios dio al ser humano en la creación misma. Sin Isaac no había esperanza pero con Isaac la promesa seguía adelante. Ahora bien, Dios le mandó a Abraham que le entregase a Isaac. Sin lugar a dudas la petición de Dios parecía estar totalmente en contra de varios aspectos.


      ¿Cómo Dios podía pedir algo así? La petición de Dios parecía estar de manera básica y esencial en contra del ser mismo de Dios. Los dioses de las culturas paganas de las que Abraham había sido redimido sí que eran dioses que podían pedir el sacrificio humano. Los dioses de las culturas cananeas que rodeaban a Abraham en la tierra prometida sí que eran dioses que aceptaban el sacrificio humano, pero no el Dios que llamó a Abraham. Delante del Dios verdadero Creador de los cielos y la tierra, el sacrificio humano era una abominación delante de él. Dios había salvaguardado la vida humana porque aún y el pecado, el ser humano había sido creado a imagen y semejanza de Dios (Génesis 9:6). Qué Dios ahora pidiese la vida de Isaac parecía totalmente contrario a quien era Dios. Además, lo incomprensible de tal petición residía en que la fidelidad esencial de Dios parecía comprometida.


      Una de las descripciones de Dios en las narraciones de los patriarcas es “Dios Todopoderoso” y hay razón de ello. Se requería que Dios fuese Todopoderoso para así salvaguardar su promesa de todos los peligros y mantenerla así hasta el fin. Pero ahora todo parecía cambiar. Era Dios quien pedía que la promesa aparentemente terminase con el sacrificio del hijo de Abraham. Génesis 22 es enfático en describir a Isaac como “tu hijo, tu único, Isaac a quien amas” (Génesis 22:2). Isaac era único en cuanto a que únicamente él era el heredero de la promesa. Era amado por Abraham y único como simiente de la promesa. Esta vez no era Egipto quien ponía en peligro la promesa. No era la incredulidad de Abraham y Sara ni tampoco Abimelec. Esta vez era Dios mismo quien parecía poner en peligro e interponerse en el cumplimiento de la promesa que él mismo cerró en pacto.
      En muchas ocasiones las circunstancias o incluso lo que Dios puede requerir puede parecer que estén en total contradicción con su persona y con sus promesas. Pueden haber momentos en que eventos en nuestra vida parezcan contradecir el conocimiento que tenemos de Dios. Puede llegar a parecer que Dios incluso se contradice a sí mismo o ha dejado de ser el Dios que creíamos conocer.
      Como esos espejos cóncavos y convexos que deforman la visión que tenemos de nosotros mismos, las circunstancias pueden actuar de la misma manera deformando la visión y conocimiento que tenemos o creíamos tener de Dios. Ahora bien, la fe es algo que madura en nuestra vida así como lo fue para Abraham y las pruebas son esenciales para ello. Génesis 22 es ya prácticamente el final de la vida de Abraham y esa fe con la que Abraham creyó a Dios y le fue contada por justicia, llega aquí a su madurez máxima mostrada en su obra de obediencia de entregar a su hijo. Pero, ¿Qué creyó esa fe de Abraham? Sin lugar a dudas creyó varias cosas. Creyó que Dios era capaz de devolver a su hijo de los muertos (Hebreos11:17) pero creyó que Dios proveería en esas circunstancias tan extrañas. La respuesta de Abraham a la pregunta de Isaac “¿dónde está el cordero para el holocausto?” fue “Dios se proveerá de cordero”.


      La confianza de Abraham estaba puesta en que Dios es Dios que provee. Es capaz de proveer incluso en las circunstancias aparentemente más contradictorias de la vida. La realidad del cumplimento de la promesa no estaba en las circunstancias sino en la realidad misma de que Dios no cambia y es capaz de proveer en lo más impensable para cumplir su promesa para con los suyos. Nunca las circunstancias deberían definir a nuestro Dios ni sus planes. Si tu definición de Dios viene dada por las circunstancies entonces, cuando todo viene de cara definirá a un Dios que es bueno y proveedor. Ahora bien, cuando las circunstancias no son tan favorables, definirán a un Dios que quizás pueda parecer contradictorio a sí mismo. Una fe que madura, es una fe que cada vez se despega más de las circunstancias y se aferra más a la verdad revelada de Dios acerca de sí mismo. Llega a entender que Dios, como nuestro Padre viste a los lirios del campo mejor que a reyes, sustenta a los pájaros del campo y sabe de todo aquello que tenemos necesidad antes de pedirlo. Pero Abraham entendió algo más que es necesario entender en nuestra vida.


      La provisión de Dios hacia Abraham sin duda alguna fue muestra de amor y bondad hacia él, pero aunque pueda parecer extraño, no fue primeramente la provisión para cubrir una necesidad de Abraham sino más bien la provisión para seguir el cumplimiento de la historia de la salvación. Aun y lo limitado de la revelación que tenía Abraham, sí que llegó a entender que Dios había dado una promesa, se había comprometido a ella y proveería lo que fuese necesario para llevarla a cabo. Dios pidió a Isaac como sacrificio pero Abraham sabía que del hijo de la promesa dependía todo, por tanto, tenía una convicción que “Dios se proveerá” de aquello necesario para lo que había pedido “Dios se proveerá de un cordero para el holocausto”. Dios será capaz de buscar y dar el sacrificio sustitutorio en lugar de Isaac. Abraham llegó a la fe madura de tener la convicción bíblica que Dios proveería lo que él pedía para mantener con vida a Isaac y cumplir así su promesa. Puede ser difícil de entender, pero la necesidad de Abraham hacia su hijo amado estaba ligada a la “necesidad” de Dios de proveerse cordero para el holocausto. Dios proveyéndose de cordero para el holocausto mantuvo la fidelidad a su pacto y cubrió de manera milagrosa la provisión que Abraham anhelaba en la cima de ese monte. Abraham llegó a entender que lo que regía por encima de todo era la promesa y plan de Dios y su necesidad estaba supeditada a ello y sin duda alguna la provisión en nuestras vidas nunca podemos desligarla de su gran plan y promesas en Jesucristo.
      En último término Dios acabó proveyéndose de cordero para el holocausto, la única diferencia con Isaac es que Dios no evitó el sacrificio de su Hijo. ¿Qué se requería para cumplir con la gran promesa que se sustentaba en Abraham, Isaac y Jacob? Se requería que Dios se proveyera de cordero para el holocausto y así lo hizo Dios. Entregó a su único Hijo amado para cumplir así la promesa de una nación santa que heredaría el dominio de los nuevos cielos y la nueva tierra. Y es precisamente en Jesucristo donde tenemos el mayor testimonio de provisión de Dios. Dios proveyéndose del sacrificio de Jesucristo proveyó para nuestra necesidad eterna. Nuestra mayor necesidad, el perdón de pecados y la justificación en Cristo ha sido cubierta por Dios en Cristo Jesús. Ciertamente nuestra vida tiene necesidades pero la provisión hacia ellas nunca deberíamos verla desconectada del plan de salvación. En todo Dios trabaja y provee para el bien de aquellos que le aman. El fin de todo creyente es ser hecho a la imagen del Hijo, por tanto, ya sea en la abundancia o necesidad Dios proveerá para tal fin. En Cristo tenemos el mayor testimonio y evidencia de la provisión de Dios. Si no escatimó ni a su propio Hijo sino que lo entregó por nosotros ¿cómo no nos dará también con él todas las cosas? (Romanos 8:32). La provisión de Dios hacia sus hijos está garantizada pero siempre enfocada al objetivo último de nuestra salvación. Jesucristo es fuente de provisión para nuestra vida presente y eterna. Dios proveerá de lo necesario para llevar a cabo su plan y es grandioso que nuestras necesidades están incluidas en ese plan.