S.O.S
“Alzaré mis ojos a los montes; ¿De dónde vendrá mi socorro?
Mi socorro viene de Jehová que hizo los cielos y la tierra
(Salmo 121:1-2)

      La siglas de S.O.S son unas siglas internacionalmente conocidas. En caso de emergencia y peligro el acrónimo S.O.S es entendido prácticamente por todo el mundo, hay una necesidad urgente de socorro. Todo el mundo conoce las siglas pero quizás no todo el mundo conoce el significado e historia que hay detrás de ellas. S.O.S fue implantada como señal estándar de socorro en la Conferencia Radiotelegráfica Internacional que se celebró en Berlín el año 1905. Parece ser que primeramente las siglas de S.O.S no fueron escogidas primeramente por su significado sino más bien porque esta secuencia de letras es bien fácil de transmitir en código Morse, tres impulsos cortos, tres impulsos largos y tres impulsos cortos. De todas maneras, las siglas S.O.S adquirieron diversos significados como acrónimo “Save Our Souls” (Salva nuestras almas), “Save Our Ship” (Salva nuestro barco), “Send Out Succour” (Envíen Socorro). Fuese como fuese, las siglas S.O.S implicaban la presencia real de peligro y la necesidad urgente de socorro. La vida estaba en peligro y la llamada de socorro S.O.S era lanzada al aire esperando que alguien pudiese responder con prontitud. Ciertamente nuestras vidas en muchas ocasiones lanzan llamadas de S.O.S al aire. Quizás nuestras vidas no llegan a estar en peligro físico pero sí que es cierto que en muchas ocasiones pueden estar en otro tipo de peligro y necesidad.


      Hay muchos eventos que asaltan nuestra vida y que como ladrones nos roban la tranquilidad y hacen que nuestras vidas se hundan en un pozo que parece no tener fondo. Esos acontecimientos hacen que nos encontremos en situaciones que no lleguemos a entender, sentimientos encontrados se acumulan en nosotros y parece que caemos en un vacío donde todo está perdido. En esos momentos el único aliento que nos queda es el mínimo para poder lanzar la señal de socorro S.O.S.
Pastor Rubén Sánchez
Devocional Semanal - Pastor Rubén Sánchez
"...y le puso por nombre Eben-Ezer, diciendo: Hasta aquí nos ayudó Jehová" (1ª Samuel 7:12)
      ¿Dónde lanzamos esa señal? ¿A quién miramos para socorrernos? ¿Quién es capaz de atendernos a la llamada aun lo difícil de nuestra vida? David lo tenía claro “alzaré mis ojos a los montes; ¿De dónde vendrá mi socorro? Mi socorro viene de Jehová que hizo los cielos y la tierra” (Salmo 121:1-2). Tres cosas bien simples pero necesarias para encontrar socorro para nuestras vidas en el Altísimo. Primero, la actitud de mirar, segundo la expectación de socorro y tercero la realidad del socorro del Jehová el Creador.


      El Salmista abre su cántico gradual con una actitud bien clara “alzaré mis ojos a los montes”. Lutero habló de que este cántico sin duda alguna era un cántico de consolación en el cual el salmista de su propia experiencia anima a los santos a una fe constante a una expectación de socorro y a una defensa de parte de Dios. No se sabe la experiencia que el salmista estaba viviendo pero sí podemos leer la actitud que el salmista tuvo.
      Su actitud fue la de alzar sus ojos, su actitud fue la de buscar ayuda, su actitud fue, en medio de la necesidad y el peligro, alzar los ojos como señal de S.O.S, como muestra de la necesidad de socorro que su vida tenía. Aún y cuando pueda parecer algo insignificante lo cierto es que no lo es. La necesidad de socorro en nuestras vidas puede tener un efecto paralizador. En lugar de buscar ayuda puede existir el efecto de paralizarnos, quedarnos en un estado de shock e inactividad que lo da todo por perdido ¿qué hacer cuando de manera repentina nuestras vidas parecen hundirse por la pérdida de alguien amado? ¿Qué hacer cuando parece que todo nuestro mundo que hasta ahora había estado calmado se derrumba irremediablemente alrededor nuestro? “Alcé mis ojos” nos dice el salmista, nos enseña una actitud de buscar socorro y ayuda en dichas situaciones. Nos muestra que hay lugar donde el creyente puede levantar sus ojos y clamar por socorro, nos enseña que debemos hacer, ahora bien, nos dice que los alzó “a los montes”. Podría pensarse que con esa actitud el salmista buscaba a Dios, ciertamente es así pero la pregunta que lanza a continuación es importante, es un pregunta que muestra una expectativa “alcé mis ojos a los montes ¿de dónde vendrá mis socorro?”


      Cuando uno piensa en este mundo, no hay lugares más elevados que los montes. El monte Everest con sus 8.848m se levanta imponente en la cordillera del Himalaya contemplando el resto del mundo puesto a sus pies. Los montes son imponentes, majestuosos, firmes y poderos, antiguamente solían ser los lugares donde las divinidades moraban. Si la vida del salmista corría peligro ¿qué mejor lugar que la sombra de los montes para ser su salvaguarda? Si el mundo del salmista se hundía lentamente a su alrededor ¿qué mejor lugar a los montes firmemente establecidos desde la creación para sustentar al salmista? ¿Qué mejor que los pilares del mundo creado para sustentarlo?  Ahora bien, ¿es de ellos de donde viene el socorro del salmista? ¿es del poder y majestuosidad de los montes de este mundo de donde viene la ayuda del salmista? ¿Es de los recursos de este mundo por muy grandes y poderosos que puedan ser de donde viene el socorro para el salmista? Calvino comentó en referencia a este salmo: “el significado del profeta es abundantemente obvio, aunque toda la ayuda del mundo e incluso de los más poderosos nos fuese ofrecida no debemos buscar seguridad en otro que no sea Dios”. El salmista nos muestra la actitud de buscar socorro pero de tener algo muy claro, que el lugar donde el creyente pude mirar y clamar para socorro no reside en la esfera de lo terrenal. Uno no clama primeramente a las puertas de este mundo para su socorro, no son los recursos de este mundo principalmente de donde viene el socorro para nuestras vidas sino de aquel que lo ha creado todo.
      El salmista mismo responde a su pregunta “¿de dónde vendrá mis socorro? Mi socorro viene de Jehová que hizo los cielos y la tierra”. Los montes pueden ser majestuosos, firmes, poderoso e imponentes, pero todo y con esto quedan bajo el amparo de aquel que está por encima de ellos. El salmista sabía que Jehová el Dios del pacto era Creador de los cielos y la tierra y por tanto creador de los montes a los que alzó sus ojos. El Creador no dejará que tu pie resbale, el Creador no se dormirá sino que te guardará, el Creador será tu sombra a tu mano derecha y te guardará de todo mal. Honestamente esto no implica que nuestra vida no vaya a sufrir padecimientos y golpes duros pero en medio de ellos sabemos a quien alzar nuestros ojos, en medio de ellos sabemos de quien viene nuestro socorro. Cristo en la cruz sufrió padecimientos indecibles como nadie en este mundo pero el Padre siguió siendo su socorro, en las horas más oscuras, cuando el sol se oscureció y el velo del templo se rasgó por la mitad, el Hijo clamó a gran voz, clamó al Padre, levantó su clamor no a los montes sino al cielo mismo “Padre en tus manos encomiendo mi espíritu y habiendo dicho esto, expiró” (Lucas 23:46). Ahora por medio de Cristo Dios sigue siendo nuestro socorro, amparo y fortaleza ¿a quién levantarás tu ojos en tiempos de socorro? ¿A quién levantarás tu ojos y clamarás S.O.S?
Las aflicciones y peligros de este mundo no nos serán ajenos en ningún momento pero cuando lleguen, levanta tus ojos y clama a Dios, levanta tu ojos y clama a Cristo que entregó su vida por ti. Su redención fue fuente de salvación y sigue siendo fuente de socorro divino para todo aquel que levanta sus ojos a él.  
MARTES

Leer: Salmo 121:1-8

Meditar: ¿En cuántas partes podría dividirse el salmo? ¿Qué verbo se repite una y otra vez en el salmo? ¿Qué imágenes puedes mencionar en el salmo en cuanto a la protección de Dios? ¿Qué ánimo para tu vida encuentras en cada una de estas imágenes?

Orar: Alza tu ojos a Jehová y sea cual sea la circunstancia en la que te encuentres confía que el socorro para tu vida proviene de tu Dios.


MIÉRCOLES

Leer: Salmo 123:1-4

Meditar: ¿Qué relación hay entre el salmo 121 y el salmo 123? ¿Qué imagen utiliza el autor para describir su mirada a Jehová? ¿Qué crees que esta imagen conlleva? ¿Cuál es la petición del salmista? ¿Por qué el salmista pide lo que pide a Dios? ¿Qué aplicación crees que puede tener el salmo para tu vida?

Orar: Da las gracias a Dios por ser misericordioso. Alza tus ojos a él sabiendo que como tu Señor es fiel y misericordioso quien hará misericordia en tu vida.


JUEVES

Leer: Juan 14:1-6

Meditar: ¿A quién se está dirigiendo Jesús? ¿Cuál es la primera petición que Jesús hace? ¿Por qué no debía turbarse el corazón de los discípulos? ¿Cuál es la esperanza que presentan las palabras de Jesús? ¿Cómo poder llegar a esa esperanza presentada?

Orar: Da gracias a Dios porque las palabras de Jesús son bálsamo para nuestros corazones turbados en tiempos difíciles. Da gracias a Dios porque Jesús preparó lugar para nosotros, volverá y él mismo es el camino, verdad y vida.


VIERNES

Leer: Salmo 30:1-12

Meditar: ¿Cuál es la razón por la cual el salmista glorifica a Dios en los vv.1-3? ¿Sobre qué es aquello que los santos de Dios deben cantar? ¿Qué contraste marcado aparece en los vv.4-7? ¿Cuál es la petición del salmista en el v.10? ¿Cuál es la respuesta a esa petición en los vv.11-12?

Orar: Canta a Dios porque él es santo, clama a Dios en medio de tu angustia sabiendo que él a su tiempo cambiará el lamento de tu vida en baile. Da gracias a Dios porque él está contigo aun y en los momentos difíciles de la vida.


SÁBADO

Leer: Salmo 27:1-5

Meditar: ¿Qué es Jehová para el salmista? ¿Cuál es el resultado de saber que Jehová es salvación y fortaleza? ¿Qué imágenes da el salmista para mostrar que Dios es salvación y fortaleza? ¿Cómo aplicarías estas imágenes a tu vida presente? ¿Cuál es la demanda del salmista a Jehová? ¿Cuál es la razón de esa demanda?

Orar: Da gracias a Dios porque él es tu salvación y fortaleza frente a momentos difíciles. Pide a Dios que el deseo de tu corazón sea la misma demanda del salmista, morar en la casa de Dios para contemplar su hermosura. Pide a Dios que Cristo quien es precioso para aquellos que creen sea la visión continua de tu día a día.
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