SOÑADORES
“Cuando Jehová hiciere volver la cautividad de Sion, seremos como los que sueñan. Entonces nuestra boca se llenará de risa, y nuestra lengua de alabanza, entonces dirán entre las naciones: Grandes cosas ha hecho Jehová con nosotros; estaremos alegres”
(Salmo 126:1-3).

      “Imagine” fue una de las famosas canciones del cantante inglés John Lennon. Miembro del conocido grupo musical de Liverpool, los Beatles, John Lennon expresó en su canción “Imagine” el anhelo de que todo el mundo como uno solo se uniese a la realidad de ser un soñador. Parte de la letra de la canción expresa dicho anhelo de la siguiente manera: “Puedes decir que soy un soñador; pero no soy el único. Espero que algún día tú también te unirás a nosotros y el mundo será uno”. Lennon soñaba con imaginar un mundo donde no hubiesen posesiones y por tanto no hubiese ambición. Una humanidad que compartiese a una el mundo. Un mundo que no tuviese países, nada por lo que matar o morir, un mundo donde no hubiese religión. Sin duda es algo honroso lo que Lennon imaginaba y soñaba, ahora bien, en primer y último término Lennon quería un mundo donde cada uno pudiese hacer lo que bien le pareciese.
Pastor Rubén Sánchez
Devocional Semanal - Pastor Rubén Sánchez
"...y le puso por nombre Eben-Ezer, diciendo: Hasta aquí nos ayudó Jehová" (1ª Samuel 7:12)
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“Seremos como los que sueñan” ciertamente es una realidad que todavía tiene que consumarse, pero es una realidad ya inaugurada por Cristo. Perdón nos ha sido dado en Cristo. Comunión con Dios nos ha sido restablecida en Cristo. Grandes cosas podemos decir que Dios ha hecho con nosotros. Llenemos así nuestra boca de risa y nuestra lengua de alabanza para que el mundo pueda decir “grandes cosas ha hecho Dios con ellos”.
MARTES

Leer: Salmo 126:1-6

Meditar: ¿Qué dos partes crees que tiene el salmo? ¿Qué diferencia hay en lo que dice el salmista en los vv.1-3 y en lo que dice en los vv.4-6? ¿Qué dos resultados se dan de saber que Dios hará volver a los cautivos de Sion? ¿Qué contrate o cambio hay de situación en los vv.4-6?

Orar: Da gracias a Dios porque su obra en nosotros es una obra en la que él ha hecho grandes cosas en nosotros por medio de la salvación. Da gracias a Dios porque por su obra de salvación ha cambiado nuestro llanto en regocijo.


MIÉRCOLES

Leer: Oseas 11:1-12; Mateo 2:13-15

Meditar: ¿Cuál crees que es el contexto de Oseas 11? ¿Cómo llama Dios a su pueblo? ¿Ves alguna imagen del éxodo en el texto? ¿Cómo crees que se relaciona el éxodo en Egipto con el exilio a Asiria en el texto? ¿Qué relación crees que tiene lo dicho en Oseas 11 con lo que Mateo 2:13-15 dice acerca de Jesús? ¿Cómo entiendes que Jesucristo es el fin de nuestro exilio?

Orar: Bendice a Dios porque Jesucristo es el fin de nuestro exilio. Su obra redentora supone el perdón de nuestros pecados y la vuelta a nuestro Dios.


JUEVES

Leer: Salmo 137:1-9; Hebreos 12:18-22

Meditar: ¿Cuál crees que es la situación o contexto del salmo? ¿Dónde lloraba el pueblo de Dios? ¿Por qué crees que el pueblo de Dios lloraba? ¿Qué es aquello que recordaban en sus cantos? ¿Por qué crees que Israel estaba tan triste alejado de Jerusalén? ¿Cómo crees que esto se cumple en lo dicho en Hebreos 12:22 para todo creyente?

Orar: Gracias a la obra de Cristo nos acercamos ya no a la Sion de Dios pero a la Jerusalén la celestial. Bendice a Dios porque gracias a la obra de Cristo esta realidad eterna podemos gozarla en parte ya en el presente. 


VIERNES

Leer: Ezequiel 37:1-11

Meditar: ¿Qué sucede en estos versículos? ¿Cuál es la visión que tiene Ezequiel? ¿A quién representan los huesos? ¿Cómo reviven esos huesos muertos? ¿Qué momento histórico de Israel crees que representa la visión de Ezequiel?

Orar: Los huesos secos que reviven demuestran la restauración del pueblo de Dios después del regreso del exilio. La restauración final del pueblo de Dios es dada en y por Cristo en todos aquellos que hemos sido redimidos, vivificados y llevados a su iglesia. Bendice a Dios por este gran acto de su gracia.


SÁBADO

Leer: Jeremías 31:31-34

Meditar:¿Qué pacto crees al que se refiere Jeremías? ¿Qué diferencia tendrá este pacto con el que Dios hizo con los padres? ¿Qué características tendrá el nuevo pacto que Dios hará?

Orar: Bendice a Dios porque Cristo inauguró el nuevo pacto. Un pacto en el que nuestros pecados son completamente perdonados y todo el pueblo de Dios tienen un conocimiento de su Dios no solamente intelectual sino redentor y vivencial.
      Honestamente la historia ha demostrado - para muestra el libro de Jueces - que cuando uno hace lo que bien le parece las cosas no funcionan. Una familia no funciona si cada uno hace como bien le parece. Una organización es incapaz de funcionar eficazmente si cada uno hace como le parece. Incluso un país no funciona si cada uno hace como le parece bien delante de sus ojos. Lennon llamaba a imaginar un mundo donde cada uno hiciese lo que le pareciese por una única razón, porque imaginaba un mundo donde no hubiese cielo -algo que según él era fácil de imaginar - ni tampoco infierno debajo de nuestros pies únicamente el firmamento sobre nuestras cabezas. Puesto en otras palabras, Lennon quería un mundo donde Dios no existiese y por tanto no se tuviese que pasar cuentas tanto en el presente como en la eternidad. No quería una justicia divina final. Irónicamente, la canción no podía llamares de otra manera que no fuese “Imagine” porque solamente la realidad de un mundo ideal y perfecto es posible y está siempre ligada a la existencia de Dios y a éste como Creador y Salvador. El Cristianismo anhela el ideal de mundo que Dios estableció en la primera creación, pero lo anhela, no como Lennon imaginaba en su canción, sino como una esperanza certera y segura en su cumplimiento por la razón que está ligada y depende únicamente de Dios. Israel cantaba en el Salmo 126:1-2 sobre esa día y momento “Cuando Jehová hiciere volver la cautividad de Sion, seremos como los que sueñan. Entonces nuestra boca se llenará de risa, y nuestra lengua de alabanza, entonces dirán entre las naciones: Grandes cosas ha hecho Jehová con nosotros; estaremos alegres”.


      El Salmo 126 muestra el canto de Israel como un cántico de restauración. El contexto del salmo es la realidad del exilio babilónico y el regreso del pueblo a Sion, su restauración y salvación. Aun y cuando no hay certeza de si el salmo fue escrito antes o después del exilio babilónico, el salmo expresa no una probabilidad sino una certeza segura, “cuando Jehová hiciere volver a la cautividad de Sion”. El cántico muestra la seguridad de que Dios retornará a los cautivos del exilio, los salvará del exilio y los restaurará nuevamente a Sion. Volver a Sion era volver al santo monte en Jerusalén donde Dios había escogido establecer su presencia en medio de su pueblo.
Era volver a servir a su Dios, era volver a gozar de su Dios, era volver a la paz y reposo bajo el señorío de su Dios. Volver a Sion era prácticamente como volver al ideal que Dios estableció en el Edén mismo. Por ello el salmista expresa “seremos como los que sueñan”, seremos soñadores. Ahora bien, el salmo no expresa que Israel soñaba con esa realidad, todo lo contrario, cuando esa realidad del retorno del exilio sea dada, “seremos como los que sueñan”. En otras palabras, cuando eso se dé, seremos aquellos que viviremos bajo esa realidad maravillosa. Es como aquel encarcelado por largos años que sabe que cuando su libertad llegue vivirá en un “sueño”, estará y vivirá en el lugar y condición donde siempre hubiese tenido que estar. Es importante saber que la Biblia describe el exilio del pueblo como el juicio de Dios por el pecado de Israel. Pero así como el exilio fue el juicio de Dios por la infidelidad de Israel, el retorno del exilio en las Escrituras es descrito con imágenes de un nuevo éxodo (Isaías 40-66; Oseas 11). Dios obrará un nuevo éxodo, es decir, un nuevo acto de salvación y salvará, liberará, restaurará y devolverá a su pueblo a Sion. El fin del exilio no implicará solamente la vuelta a Sion sino también el perdón de pecados. Cuando esto ocurra entonces ¿cuál será la respuesta a ello? Dos respuestas marcadas por dos “entonces”.
      Cuando eso llegue, entonces la boca del pueblo de Dios será llena de alegría y de alabanza “entonces nuestra boca se llenará de risa y nuestra lengua de alabanza” ¿Cómo podría ser de otra manera? ¿Qué otra respuesta podría darse a tal acto maravilloso de Dios de hacer volver a los suyos al lugar donde les toca estar? No hay otra respuesta que la alabanza a Dios. La alabanza es la respuesta idónea al acto de salvación de Dios. Es el fruto que brota del árbol de la salvación, es la flor que florece cuando el tiempo de la salvación se ha cumplido en el pueblo de Dios. Pero también “entonces dirán entre las naciones, grandes cosas ha hecho Jehová con éstos, grandes cosas ha hecho Jehová con nosotros”. Habrá un reconocimiento del gran acto redentor de Dios al devolver a su pueblo del exilio al lugar del cual nunca deberían haber salido. Hermoso salmo y cántico para cantar pero un cántico que Israel nunca pudo cantar de manera plena. Cuando fueron devueltos del exilio, no cantaron de alegría sino que algunos lloraron porque, por ejemplo, el esplendor del templo que habían conocido no había sido restaurado. La gloria que había llenado en un tiempo el templo, no había vuelto a Sion e Israel seguía con un corazón duro que, aun y haber experimentado la salvación de Jehová del exilio, le preguntaron a Dios “¿en qué nos amaste?” (Malaquías 1:2). ¿Cómo se cumple entonces ese “sueño” del salmista para el pueblo de Dios? La voz del salmo debe ser escuchada cuando es cumplida en la persona y obra de nuestro Señor Jesucristo.
      El gran tema del nuevo éxodo y retorno del exilio que une toda la historia bíblica, la misma Biblia lo ve cumplido en la persona y obra de Cristo Jesús. ¿Cuándo llega el tiempo en que Dios hará volver a los cautivos del exilio? ¿Cuándo se dará el tiempo en que dicho exilio por el pecado terminará y aquellos perdonados serán vueltos a la Sion celestial? El tiempo llegó cuando Cristo nació, murió y resucitó. El fin del exilio para el pueblo de Dios es la persona misma de Jesucristo. Así como Dios llamó una vez en el pasado a Israel de Egipto, así llamó a su Hijo para iniciar el último nuevo éxodo que traiga a los cautivos de su pueblo identificados con él por fe a salvación, liberación y vida eterna (Mateo 2:15). Jesús nació, murió y resucitó para salvar a su pueblo de sus pecados (Mateo 1:17-21) y terminar así con aquello que nos llevó al exilio del Edén y la presencia de Dios. En su gran acto de salvación llevar así muchos cautivos a la gloria eterna (Efesios 4:8). Si preguntamos al Salmo 126 ¿Cuándo Jehová hará volver a la cautividad de Sion? La respuesta de la Biblia es “cuando Cristo venga”. Y no hay duda alguna que Jesucristo vino. Él es el fin de nuestro exilio quien nos lleva nuevamente al gozo, servicio y deleite de nuestro Dios. Quien nos da el reposo y descanso del Edén (Mateo 11:28). Quien nos lleva al nuevo Edén, los nuevos cielos y tierra. Quien nos lleva no a la Sion terrenal sino a la Sion celestial (Hebreos 12:22) donde nuestra respuesta debería ser la alegría y alabanza unida al cántico de muchos millares de ángeles en la congregación de los primogénitos de Dios.