LOS PÁJAROS,
GRANDES TEÓLOGOS
“Por tanto os digo: No os afanéis por vuestra vida, qué habéis de comer o qué habéis de beber; ni por vuestro cuerpo, qué habéis de vestir ¿No es la vida más que el alimento, y el cuerpo más que el vestido? Mirad las aves del cielo, que no siembran, ni siegan, ni recogen en graneros; y vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No valéis vosotros mucho más que ellas?”
(Mateo 6:25-26)
      Martín Lutero consideraba que los pájaros del cielo eran verdaderos teólogos que enseñaban y predicaban sobre grandes doctrinas bíblicas. Cada pajarillo proclamaba grandes doctrinas como por ejemplo la hermosa doctrina de la providencia y el cuidado divinos. Basado en las palabras de Jesús en el Sermón del Monte (Mateo 6:25-26) Lutero comentó: “Dios hace de los pájaros nuestros maestros. Es una gran vergüenza para nosotros que en el evangelio un indefenso gorrión se convierta en teólogo y predicador a los hombres más sabios. Cuando escuchas a un gorrión, escuchas a un predicador excelente […] es como si predicase: Prefiero estar en la cocina de mi Señor. Él ha hecho los cielos y la tierra, él es el cocinero y el invitado. Cada día alimenta a innumerables pájaros con su mano”. Ciertamente la creación que fue creada por la palabra viva y poderosa de Dios, nos habla de grandes verdades que Dios ha querido revelar a través de las obras de sus manos. Son grandes verdades que como cristianos, nos enseñan, nos consuelan, nos exhortan y nos animan en nuestra vida diaria. Una de estas verdades, que incluso los pájaros del cielo enseñan, experimentan y predican con su canto, es el cuidado y provisión divina. El canto de los pájaros nos habla de la maravillosa dotrina de la providencia de Dios mediante la cual nuestro Dios preserva y sustenta todo aquello que él ha creado.
Pastor Rubén Sánchez
Devocional Semanal - Pastor Rubén Sánchez
"...y le puso por nombre Eben-Ezer, diciendo: Hasta aquí nos ayudó Jehová" (1ª Samuel 7:12)
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     Los pájaros del cielo descansan, sin ser conscientes de ello, sobre la verdad bíblica de que, aun sin sembrar, ni segar ni recoger en graneros, Dios las alimenta día tras día. Descansan en saber que Dios provee y, como dijo Lutero, predican que Dios “es el que ha hecho los cielos y la tierra, el cocinero y el invitado y cada día alimenta a innumerables pájaros con su mano”. Ahora bien, el mensaje de los pájaros del cielo, es mensaje para ser escuchado primeramente por los hijos de Dios, por tanto, ¿de qué debería servirnos a nosotros esta lección magistral de los teólogos alados? 
      La lección de los pájaros del cielo se centra únicamente en enseñar cuál debería de ser la visión y la manera de vivir de los ciudadanos del reino de los cielos en cuanto a los afanes de las cosas de este mundo. Las palabras de Jesús nos permiten considerar tres aspectos que son de importancia. Primero, la realidad de no estar afanados por las necesidades de este mundo. Segundo, la lección de la providencia divida enseñada por los pájaros del cielo como base para no estar afanados y tercero, el saber que los hijos de Dios son mayores que los pájaros de los cielos. Algo que destaca en las palabras de Jesús es que tres veces en Mateo 6:25-34 menciona la realidad de no estar afanados, “por tanto, os digo: No os afanéis” (v.25), “no os afanéis” (v.31) y “así que no os afanéis por el día de mañana” (v.34). No hay duda alguna que Cristo está siendo enfático en determinar que en los hijos de Dios no debe existir un afán marcado y ansioso por las cosas de este mundo, “por tanto os dijo: No os afanéis por vuestra vida, que habéis de comer o qué habéis de beber”. Ahora bien, las palabras de Jesús pueden ser triste y peligrosamente mal interpretadas. ¿Cómo es posible que Jesús nos diga que no debemos preocuparnos por lo que comer o beber? ¿No son esto necesidades básicas? ¿No es esto algo que nuestro tiempo llama necesidades esenciales que todo ser humano debería tener cubiertas y acceso a ellas? ¿Cómo es posible que Cristo diga “no os afanéis” por estas cosas tan básicas y necesarias en nuestra vida? ¿Quién no estaría afanado por algo así? En este punto, es importante entender lo que Jesús no está diciendo. En ningún momento Cristo propone que los hijos de Dios debemos tener una vida totalmente despreocupada de las necesidades básicas que nuestra vida requiere en este mundo. Pensar así estaría en contradicción con las mismas palabras de Cristo en el mismo Sermón del Monte. Él es quien enseña a orar por el pan nuestro de cada día (Mateo 6:11), él es quien dice que nosotros como padres terrenales sabemos dar buena dádivas a nuestros hijos (Mateo 7:11). Por tanto, las palabras de Jesús no pueden ni deben ser entendidas e interpretadas como palabras de despreocupación y de falta de cuidado por las necesidades que nuestras vidas y las de otros requieren en el presente.  Entonces, ¿cómo deben entenderse?


      Jesús empieza diciendo “por tanto os dijo:”, es decir, sus palabras surgen como resultado de algo previamente dicho. Previo a estas palabras Jesús ha dicho que “ninguno puede servir a dos señores”, “no podéis servir a Dios y las riquezas” (Mateo 6:24). Usando la imagen de esclavitud, un esclavo tenía la imposibilidad de tener dos señores y servir a dos señores distintos. Según esto, no hay servicio o lealtad compartida entre Dios y las riquezas. Es todo una cuestión de valor, aquello que uno le asigne más valor será aquello a lo que uno suscribirá la lealtad y servicio. Si las riquezas de este mundo son lo que más pesa y más valor tiene, entonces uno suscribirá su lealtad y servicio a las riquezas. Si uno asigna el valor supremo a Dios, entonces uno suscribirá su lealtad y servicio a Dios. Jesús muestra la imposibilidad de un servicio compartido entre Dios y las riquezas. Hay una oposición marcada entre servir al Dios Creador y Sustentador de todo o al dios de las riquezas que nada crea y nada sustenta pero que es capaz de comprar la lealtad del ser humano. El punto no reside en que el cristiano no pueda tener posesiones, el punto reside en la ambición que hace que la vida de uno sea vivida única y solamente al servició de las cosas de este mundo.
     Es la visión de “cuanto más tengo más quiero”, en otras palabras, “los gentiles buscas todas estas cosas” (v.32). Sin lugar a dudas esto es una forma de esclavitud. Nuestro tiempo y sociedad da peso y valor máximo a las riquezas y su visión es vivir con la máxima “cuanto más tengo más quiero” una máxima que en sí misma es una forma de esclavitud. Ahora bien, ¿quién es aquel que tiene valor supremo? ¿Quién es aquel que tiene el peso de la gloria en sí mismo? No hay duda que este es Dios. No hay riquezas de este mundo, no hay dinero suficiente que llegue a la mitad de un solo gramo del peso y valor de nuestro Dios.
      Si servimos a Dios debemos saber que servimos a Dios que es Creador y Sustentador de todo, “por tanto os digo: No os afanéis por vuestra vida, qué habéis de comer o que habéis de beber”. Las palabras de Cristo no son para despreocuparse de las necesidades básicas sino más bien son palabras de confianza en saber que servimos al Dios que es Creador, Sustentador y nuestro Padre celestial que sabe que tenemos necesidad de todas estas cosas. Esto deja fuera al afán en nuestra vidas. Una vida de fe genuina es una vida que ciertamente sabe que tenemos necesidad de todas estas cosas, pero también que cree y confía que servimos a Dios que es incluso capaz de alimentar a los pájaros del cielo que no hacen nada para ganarse el pan de cada día. Ahora bien, podríamos preguntarnos “¿qué prueba tenemos que Dios sustenta y por ello no debemos afanarnos?” Bien, aquí entran los teólogos alados “mirad las aves del cielo que no siembran, ni siegan ni recogen en graneros; y vuestro Padre celestial las alimenta”. ¡Que gran mensaje nos dan los pajarillos del cielo! Ellos son la expresión de la providencia divina sobre todo aquello que Dios ha creado. La providencia divina nos habla de que Dios es Creador y de la preservación que Dios tiene de todo lo que él ha hecho. Dios no es el supremo relojero que le dio cuerda a todo lo creado y después se desentendió, esto se llama deísmo y no es la enseñanza bíblica. Dios creó y Dios sustenta.
     Observa las aves de los cielos ¿qué hacen para ser sustentadas? En su día a día viven bajo la suprema mano providencial de Dios y él no les falla. Observa toda la creación como testigo fiel de la preservación de Dios ¿qué hace la creación para ser sustentada? En su día a día vive bajo la mano sustentadora y preservadora de Dios. ¡Que gran mensaje nos ha dejado nuestro Dios de manera continua grabado en las obras de sus manos! Sí, ciertamente cada día trae su propio mal, cada día trae sus propias preocupaciones en nuestra vida, cada día puede traer a nuestra mente la pregunta ¿qué será hoy de mí?
      Pero no olvides que cada día también trae el mensaje de que Dios sigue sustentando y preservando. No olvides que incluso el día que trae mal, es día que Dios sigue teniendo en sus manos. No olvides que cada día los pájaros del cielo vuelven a cantar dando testimonio que nuestro Padre celestial los alimenta. ¿Qué debe hacernos meditar esta preciosa verdad?
MARTES

Leer: Mateo 6:25-34

Meditar: ¿Qué tres imágenes utiliza Jesús de la creación? ¿Qué te dan a entender estas tres imágenes? ¿Cuál es la comparación que aparece en las tres imágenes? ¿Cómo entiendes o das explicación a la expresión “porque los gentiles buscan todas estas cosas”? ¿Qué es aquello que debe de ser la preocupación principal del cristiano?

Orar: Pide a Dios que te ayuda a poner los afanes de tu vida delante de él. Pon tus necesidades delante de Dios sabiendo que él sustenta tu vida. Pide a Dios que él oriente tu vida hacia su reino y su justicia.


MIÉRCOLES

Leer: Filipenses 4:6-7

Meditar: ¿Qué es aquello por lo que debemos estar afanosos? ¿Cuál es la acción en oposición a no estar afanosos? ¿De qué manera tienen que ser nuestras peticiones puestas delante de Dios? ¿Cuál será el resultado de poner nuestras peticiones y afanes delante de Dios? ¿En quién son guardados nuestros corazones y pensamientos?

Orar: Si está turbado y abatido, tal y como dice el himno, “dilo a Cristo”. Presenta delante de Dios tus afanas sabiendo que su paz será la que guardará tu corazón y mente en Cristo.


JUEVES

Leer: Génesis 50:20

Meditar: ¿El final de qué historia resume este versículo? ¿Qué es lo que los hermanos de José pensaron mal? ¿Para qué Dios encaminó el mal incluso hecho por los hermanos de José? ¿Dónde ves la doctrina de la providencia divina en este versículo y en la historia de José?

Orar: Da gracias a Dios porque él tiene todas las cosas bajo control y todo lo encamina para el bien de sus hijos. Pide a Dios que te haga consciente que aun y el hecho que Dios controla y preserva todo, eres responsable de tus propias acciones.


VIERNES

Leer: Romanos 8:28-30

Meditar: ¿Cómo entiendes que a los que aman a Dios todas las cosas les ayudan a bien? ¿Quiere decir el versículo v.28 que todo irá bien a los hijos de Dios? ¿Quiénes son los que aman a Dios en estos versículos? ¿Cuál es el fin del plan de Dios según el v.29 y el v.30? ¿Por qué crees que ese fin se dará?

Orar: Da gracias a Dios porque en su providencia todas las cosas que nos suceden son controladas y gobernadas por Dios para que su plan de ser hechos a la imagen de Cristo se cumpla en nosotros. Alaba a Dios por su gran obra de salvación y por su bendita providencia. 


SÁBADO

Leer: 1 Reyes 17:1-17

Meditar: ¿Cuál es la situación crítica que Elías profetiza? ¿Cómo Dios provee sustento por primera vez en la historia a Elías? ¿Qué animales usa Dios para sustentar a Elías y por qué crees que es interesante que use a esos animales? ¿Cómo es la segunda manera mediante la cual Dios sustentó al profeta? ¿Quién se beneficio también de ese sustento?

Orar: La historia de Elías nos muestras que Dios sustenta a los suyos incluso en circunstancias que pueda parecer totalmente adversas. Da gracias a Dios por su provisión y sustento experimentado cada día de tu vida.
Escucha esta pregunta de Cristo “¿No valéis vosotros mucho más que ellas?” cómo hijos que somos de nuestro Padre celestial ¿no valemos mucho más que las aves de los cielos? ¿No nos creó Dios como la corona de su creación? ¿No nos redimió para hacernos a la imagen de su Hijo amado? Piensa en lo siguiente, si Dios alimenta a las aves de los cielos que nada hacen, ¿no sustentará tu vida valiendo tú mucho más que ellas? Ciertamente Dios lo hará. Así que cuando escuches el canto de las aves, nunca olvides el gran mensaje que los teólogos alados te están dando para tu día a día.