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EL QUE APACENTARÁ
A MI PUEBLO
“Y tú, Belén de la tierra de Judá, no eres la más pequeña entre los príncipes de Judá; Porque de ti saldrá un guiador, que apacentará a mi pueblo Israel”
(Mateo 2:6)
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      La historia de la humanidad siempre ha mostrado la aparición de grandes líderes capaces de llevar a cabo grandes movimientos. Algunos de estos líderes se levantaron para acabar con ciertas injusticias que podían darse en medio de la sociedad en la cual vivían. Lucharon por valores y principios que buscaban una sociedad mejor, donde la paz y la igualdad fuesen valores que no se centrasen en unos cuantos privilegiados sino que fuesen patrimonio general de la sociedad. Otros líderes surgieron, tristemente para hacer más mal que bien. Fueron personajes cuyas figuras el mundo quiere olvidar ya que oprimieron, mataron y la injusticia y el terror fueron los sellos de su liderazgo. De una manera u otra la historia es testigo fiel de que hombres y mujeres surgieron en diferentes periodos de tiempo como líderes de la sociedad. Ahora bien, ninguno de ellos es comparable a aquel que nacería en Belén para guiar y apacentar al pueblo de Dios. Mateo 2:6 presenta el anuncio del nacimiento de Jesucristo hace ya más de dos mil años. Mateo presenta la grandeza del lugar de nacimiento de aquel que apacentará al pueblo de Dios “y tú, Belén de la tierra de Judá, no eres la más pequeña entre los príncipes de Judá” y muestra el ejercicio, posición y liderazgo de aquel que apacentará al pueblo del Dios altísimo “porque de ti saldrá un guiador, que apacentará a mi pueblo Israel”.


      El texto de Mateo 2:6 narra los eventos que sucedieron en Jerusalén con la llegada de los magos de oriente preguntando por el nacimiento de aquel que había nacido como rey de los judíos. Tal pregunta turbó al rey postizo que había sido impuesto por el Imperio Romano sobre Israel, Herodes. Ante tal pregunta Herodes indagó diligentemente donde tenía que nacer aquel que sería llamado el Cristo y la respuesta que recibió de parte de los sacerdotes y escribas del pueblo fue en Belén de Judá. Todos los eventos narrados por Mateo establecen y centralizan el nacimiento de aquel que salvará a su pueblo de sus pecados, Jesucristo, en un pueblo histórico de Judá, la ciudad de Belén “y tú, Belén, tierra de Judá, no eres la más pequeña entre los príncipes de Judá”. Mateo nos da la localización geográfica e histórica del nacimiento de Cristo, por tanto, el nacimiento de Jesucristo no sería algo dado en la imaginación de aquellos que buscaban una esperanza, no sería un evento que sucedería fuera del espacio y tiempo. El nacimiento de Jesucristo no es el recuerdo de una tradición que nada tiene que ver con la historia, es todo lo contrario. El nacimiento de Cristo sucedería en un pequeño lugar histórico de la tierra de Judá y sucedería según Dios lo había anunciado “en Belén de Judá; porque así está escrito por el profeta” (Mateo 2:5). Dios ya anunció de antemano por medio del profeta Miqueas que el Cristo, el salvador del mundo nacería en Belén, por tanto, el nacimiento de Jesús es el cumplimiento directo del plan salvador de Dios anunciado en la historia, ahora bien, hay una gran diferencia entre el anuncio de Miqueas y el cumplimento de Mateo.
Pastor Rubén Sánchez
Devocional Semanal - Pastor Rubén Sánchez
"...y le puso por nombre Eben-Ezer, diciendo: Hasta aquí nos ayudó Jehová" (1ª Samuel 7:12)
MARTES

Leer: Salmo 23

Meditar: ¿Cómo define el Salmo a Dios? ¿Cuáles son las acciones que Jehová hará como pastor? ¿Qué imagen se muestra en los vv.2-3? ¿Qué imagen se muestra en el v.4? ¿Qué imagen se muestra en el v.5? ¿Cuáles son las diversas áreas en la vida de uno donde pueden aplicarse las imágenes mostradas en estos versículos? ¿Dónde termina la guía de Jehová como pastor para las ovejas? ¿Según el v.6 qué es aquello que garantiza que las ovejas sean llevadas al redil eterno del buen Pastor? 

Orar: Jehová es nuestro buen pastor quien nos guía en toda nuestra vida. Da gracias a Dios porque su bien y misericordia no se aparta de sus ovejas en ningún momento. Da gracias a Dios porque el fin de todo creyente será morar por largos días en la casa de nuestro Dios.  


MIÉRCOLES

Leer: Ezequiel 34:1-10

Meditar: ¿Contra quien es la profecía de Ezequiel 34? ¿Quiénes eran los pastores de la casa Israel? ¿Qué es aquello que hicieron los pastores según los vv.2-4? ¿Qué consecuencia tuvo para las ovejas la actuación de los pastores según los vv.5-6? ¿Cuál es el veredicto de Jehová ante esta situación? ¿Cuál es la esperanza última que se presenta en el v.10?

Orar: Aun y cuando dicha profecía no se refiere primeramente a los pastores de la iglesias sí que éstos tienen una gran responsabilidad delante de Dios de cuidar el rebaño de Dios que les ha sido entregado. Sirva este texto para que ores por tus pastores y responsables de la iglesia. Toma un tiempo para orar por ellos que su guía y pastoreo sea según el corazón de Dios.


JUEVES

Leer: Leer Ezequiel 34:11-31

Meditar: ¿Cuál es la solución que Dios traerá frente a la negligencia de los pastores de Israel? ¿Qué relación presentará las ovejas con Dios como pastor? ¿Cómo es descrita la acción de Dios en estos versículos con relación a las ovejas? Subraya y analiza todas aquellos cosas que Dios hará como pastor por el bien de sus ovejas? Dios será el pastor que pastoreará a sus ovejas pero ¿cómo lo hará según los vv.23-24? ¿En que momento Dios hará todas estas cosas según el v.25?

Orar: Jehová es el último pastor del pueblo de Dios. Bendice a Dios porque él es nuestro primer pastor que cuida de su rebaño. Bendice a Dios porque Ezequiel 34 muestra que Dios no dejó ni dejará nunca a sus ovejas.


VIERNES

Leer: Ezequiel 34:23-25; Juan 10:11-18

Meditar: ¿A quién crees que se refiere Ezequiel 34:23-24? ¿A qué tiempo crees que se refiere Ezequiel 34:25? ¿Qué alusiones de Ezequiel 34 puedes observar en Juan 10:11-18? ¿Cómo entiendes que Ezequiel 34 se cumple en Cristo y sus palabras? ¿Qué diferencia hay entre Cristo como el buen pastor y los asalariados? ¿Qué es aquello que hace a Jesús el buen pastor? ¿Qué relación se presenta entre Jesús y las ovejas?

Orar: Bendice a Dios porque él mismo se comprometió a pastorear a sus ovejas y así lo hizo en la persona de Cristo. El pacto de paz es el nuevo pacto en el cual Dios en la persona de Cristo recoge a sus ovejas. Glorifica a Dios porque el hecho que Cristo sea el buen pastor reside en quien es él como Dios y en su obra de entregar su vida por nosotros sus ovejas.


SÁBADO

Leer: Mateo 2:1-12

Meditar: ¿Por qué crees que los magos fueron a Jerusalén? ¿Quién era Herodes? ¿A quién buscaban los magos? ¿Qué dos reyes están puestos cara a cara en estos versículos? ¿Qué es lo que hace que Cristo fuese el rey legítimo de su pueblo frente a Herodes que era un rey impuesto por el Impero Romano? Repasa el devocional del lunes y recuerda un poco lo que las palabras de Mateo 2:6 significan ¿Qué señales guiaron a los magos a Belén?

Orar: El texto demuestra que Jesucristo es el único Rey-Pastor legítimo que como pueblo de Dios tenemos. Ora para que Dios te ayuda a dar la única lealtad a aquel que es nuestro Rey y Pastor. Da las gracias a Dios porque él envió a su Hijo quien es y será por siempre nuestro Salvador, Señor, Rey y Pastor
MEDITACIÓN

Ciertamente el plan redentor de Dios se cumple en Jesucristo quien nació engrandeciendo una pequeña ciudad para guiar y apacentar al pueblo de Dios. ¿Cómo responderás al Cristo nacido como Rey-Pastor? Belén sigue siendo el testimonio mudo hoy en día de la grandeza que recibió en el nacimiento de aquel que nació para guiar y apacentar a los suyos ¿Qué responderemos a ello? Pueda ser este himno el himno de tu vida en esta Navidad:
      Miqueas 5:2 menciona “pero tú, Belén Efrata, pequeña para estar entre las familias de Judá, de ti me saldrá el que será Señor en Israel, y sus salidas son desde el principio desde los días de la eternidad”. Sin duda alguna hay grandes diferencias entre lo dicho por Miqueas y lo dicho por Mateo. Una de ellas es que Miqueas define a Belén como “pequeña para estar entre las familias de Judá” mientras que Mateo la defina como “no eres la más pequeña entre los príncipes de Judá”. Miqueas muestra que Belén era insignificante a nivel geográfico. Belén era y es todavía hoy en día una ciudad relativamente pequeña, su grandeza geográfica contrastaba en aquel tiempo y lo sigue haciendo hoy con la grandeza de la capital de Judea, Jerusalén ¿por qué aquel que fue decretado como el Salvador del mundo no podía nacer en un lugar de grandeza como nacían los emperadores del Imperio Romano? ¿Por qué el nacimiento de aquel que cambiaría la historia y centenares de millones de vidas no podía nacer en una ciudad grande digna de su grandeza? Ciertamente hay varios motivos para ello, entre ellos su relación con la descendencia del rey David, ahora bien, lo significativo es ver el cambio operado en Belén. Si para Miqueas Belén era insignificante y pequeña a nivel geográfico, Mateo ve que Belén es grande en su significado teológico y espiritual.


      Miqueas vio que Belén era pequeña pero también vio que de ella saldría el que sería Señor de Israel, por tanto, como si de una pequeña semilla de mostaza se tratase, Belén en su geografía era pequeña, pero en su significado redentor sería grande, esto es lo que Mateo entendió. Mateo muestra que el nacimiento de Jesús es el nacimiento del Señor prometido por Miqueas y esa realidad transforma la pequeñez de Belén. El nacimiento de Jesús es lo que trae grandeza a Belén, esa pequeña ciudad ya no sería más pequeña “porque de ti saldrá un guiador que apacentará a mi pueblo Israel”. No es la ciudad sino el Salvador nacido en ella lo que la engrandeció, desde ese momento Belén sería conocida y recordada como el lugar que el Salvador nació, el lugar donde los ángeles cantaron gloria a Dios en las alturas, el lugar donde aquellos de oriente vinieron a adorar al Rey. Jesucristo es aquel que engrandece lo más insignificante.
      Un lugar insignificante como Belén fue transformado en algo grande por la persona de Jesucristo en el plan salvador de Dios. Vidas insignificantes como las nuestras son sin duda alguna transformadas en algo grande por la salvación que Dios ha traído en Jesucristo. Belén fue escogida por Dios y estaba dentro de su plan salvador, fue la presencia de Belén en ese plan redentor y el nacimiento de Cristo en ella lo que la hizo grande. Nuestro mundo juzga y mide por las apariencias externas pero no así Dios. No hay algo más grande que estar dentro del plan salvador de Dios y no hay aquello que otorgue mayor grandeza en la vida de uno que la presencia redentora de nuestro Señor Jesucristo. Puedes preguntarte ¿cómo puede darse esto? ¿Por qué puede darse esto? Bien, porque al fin y al cabo, Cristo no nació primeramente para hacer grande a Belén sino para guiar y apacentar a aquellos que pertenecen a Dios.
      Belén no fue pequeña entre los príncipes de Judá “porque de ti saldrá un guiador que aparentará a mi pueblo Israel”. Mateo en lugar de citar la última parte del texto de Miqueas 5:2 lo sustituye citando 2 Samuel 5:2. En este texto Saúl ha muerto y David ha sido ungido como aquel que apacentará a Israel. Dos aspectos que eran culturalmente comunes coinciden, rey y pastor. Generalmente los reyes eran vistos como aquellos que debían pastorear y guiar a su pueblo. Mateo entiende que ahora en el nacimiento de Jesús nace aquel que es el Rey davídico por excelencia, el Rey de reyes y el Pastor de pastores. El nacimiento de Jesús fue para que él como Rey-Pastor guiase y apacentase al pueblo de Dios. Lo guio y apacentó con sus enseñanzas, lo guio y apacentó con su ejemplo, lo guio y apacentó con sus milagros, pero en último término lo guio y apacentó con la cruz del Calvario. Allí el Rey-Pastor aun y cuando el mundo no lo vio Jesucristo era el Rey de reyes muriendo por el pueblo que el Padre le entregó Allí el Pastor de pastores puso su vida por aquellos que somos sus ovejas y con la vara y cayado de su gracia eficaz atraernos a él y guiarnos al Padre. Allí fue levantado para que todo aquel que cree en él no se pierda más tenga vida eterna. Allí en la locura de la cruz lo necio, débil y vil del mundo escogió Dios para que siendo insignificante fuésemos hechos grandes en Cristo.
“venid fieles todos,
a Belén marchemos,
de gozo triunfantes henchidos de amor,
y al Rey de los cielos
humilde veremos”