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EN BUSCA DEL VERDADERO DESCANSO
“Venid a mí todos los que estáis trabajados y cansados y yo os haré descansar”
(Mateo 11:28)
Pastor Rubén Sánchez
Devocional Semanal - Pastor Rubén Sánchez
"...y le puso por nombre Eben-Ezer, diciendo: Hasta aquí nos ayudó Jehová" (1ª Samuel 7:12)
     El descanso suele ser entendido como el reposo, la quietud, la calma que, por lo general, suele hacerse en medio del trabajo o de cualquier otra actividad. Por ejemplo, uno puede tener un tiempo de descanso de sus estudios, de un deporte, etc.  También el descanso suele entenderse como ese alivio que es dado debido a una serie de dificultades ya sean físicas o morales. Frente a la cercanía de lo que podrían ser malas noticias, cuando las aparentes malas noticias se transforman en buenas una de las expresiones que suele decirse es “¡que descanso!”. Nuestra sociedad de hoy en día se dice que es una sociedad estresada. Cambios políticos suceden rápidamente en todas partes del mundo cada día. Gobiernos viejos desaparecen y otros se levantan. Numerosos cambios sociales acontecen en nuestro día a día. La tecnología, que en muchas ocasiones es pensada supuestamente para dar descanso, evoluciona de manera rapidísima y uno no tiene tiempo de acostumbrarse a ella. Nuestro tiempo es como el mar que está en continuo movimiento con sus olas y corrientes, aun y cuando pueda parecer tranquilo nunca para, nunca descansa, sus corrientes siguen moviéndolo bajo la superficie y el mar sigue ondeando en un sin descanso eterno. ¿Qué es lo que provoca estas corrientes de frenesí en nuestro tiempo? ¿Qué produce una sociedad que no descansa y no encuentra el reposo? Posiblemente muchas respuestas podrían darse a estas preguntas, ahora bien, podría decirse que el mundo no descansa y no tiene reposo porque el ser humano no tiene descanso en sí mismo.


      Si la sociedad es definida como el conjunto de personas que se relacionan entre sí de acuerdo con una serie de reglas organizadas, esta sociedad y este mundo están formados por un conjunto de seres humanos que, aun y su aparente espejismo de descanso, no tienen verdadero descanso en sus vidas. La razón de ello se debe a que desde su creación el ser humano por rebelión y pecado contra su Creador perdió el descanso que provenía de la esencia misma del Dios que los creó. Después que Dios como Creador acabó la obra de sus manos y declaró que todo aquello que había hecho era bueno y bueno en gran manera, Génesis 2: 2-3 define el reposo divino que debía regir sobre toda la creación “y acabó Dios en el séptimo día la obra que hizo; y reposó en el día séptimo de toda la obra que hizo. Y bendijo Dios el día séptimo y lo santificó, porque en él reposó de toda la obra que había hecho en la creación”. El reposo del Creador era el sello final y de plenitud de toda la creación.
      Si el verdadero descanso provenía del Creador, esto hace que ninguno de nosotros podamos producirlo, éste tiene que ser dado nuevamente por Aquel que reposó en la creación. Si el pecado contra Dios fue lo que hizo que perdiésemos el descanso, entonces, solamente el perdón otorgado por el Creador puede restaurar ese descanso perdido, el descanso para un ser humano estresado por su pecado es un don de gracia dado por Dios. Frente a esta realidad es que las palabras de Cristo tienen especial significación “venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar”. Las palabras de Jesús muestran una invitación al reconocimiento de su identidad, los sujetos candidatos a esta invitación y el don final de descanso otorgado por Cristo.  Las palabras de Jesús no son dichas en un vacío, sino que aparecen al final de una serie de argumentos que giran alrededor de la identidad de Jesús como el Mesías. Previo a estas palabras Jesús a expuesto los “ayes” contras ciertas ciudades que respondieron con incredulidad a la revelación que les había sido dada de Jesús como el Mesías y Salvador (Mateo 11:20-24). De manera sorprendente, Jesús alaba al Padre porque es él aquel quien da a conocer la verdad de la persona de Cristo. El Padre es aquel que ha escondido de sabios y entendidos estas cosas y las ha revelado a niños (Mateo 11:25-27). Esto es algo sorprendente, esto desafía toda la lógica de nuestro mundo. El sabio más sabio puede permanecer a oscuras con relación a la identidad de Cristo mientras que el niño más tierno puede tener la verdad sobre ello. Esto es así porque es un acto de revelación soberana de Dios. Por tanto, responder a la invitación “venid a mí” implica primeramente un acto de la soberana gracia de Dios en nuestra vida. Cuando esto es dado, la puerta al verdadero descanso es responder a dicha invitación “venid a mí” pero dicha invitación implica entender, reconocer y creer que aquel a quien uno se acerca y responde no es un don nadie sino el Cristo, el Salvador.  Esto es dicho a todo aquel “venid a mí, todos los trabajados y cargados”.

  
      Por un lado, todo ser humano está cargado y trabajado en su vida, por tanto, la invitación es sin distinción “todos”. El pesado yugo del pecado y la pesada carga de la desobediencia a Dios nos afectan a todos. Un yugo y una carga demasiado grandes para ser sobrellevadas por nosotros. Por otro lado, la invitación es para aquellos “trabajados y cargados” que han entendido la ventana abierta de la revelación de Dios en sus vidas con relación a Cristo. Es para aquellos que entienden que su yugo y carga del pecado es demasiado para ellos pero no lo fue para Cristo. La carga del pecado fue llevada por Cristo en la cruz y allí el don del descanso divino brotó para todo aquel que cree “y yo os haré descansar”. El descanso que Cristo da no implica la ausencia de dificultades y problemas. Tampoco implica el no hacer nada puesto deberemos llevar su yugo y su ligera carga (Mateo 11:29-30). El descanso que Cristo da gracias a que él es quien lo ganó por nosotros en la cruz, es el descanso que perdimos en el Edén.
MEDITACIÓN

El descanso del Edén quedó como una realidad que parecía inalcanzable. El reposo verdadero para nuestras almas quedó como un simple recuerdo del pasado para nosotros pero no para Dios. Cristo y la cruz te abren en tu vida presente nuevamente ese Edén y el descanso que en él se gozaba. Aun y cuando las dificultades parezcan hacer brotar nuevamente los espinos y los cardos, mira a Cristo, mira a la cruz porque el reposo que él ganó y aseguró por ti, sigue siendo el objetivo último dónde Cristo quiere gozar eternamente con los suyos.
MEDITACIÓN SEMANAL BASADA EN EL DEVOCIONAL
MARTES

Leer: Génesis 1:1-2:3

Meditar: ¿Cuál es el tema principal de estos versículos? ¿Cuál es la definición que Dios da de toda su creación al final de su trabajo? ¿Qué es lo que hace al séptimo día distinto al resto? ¿Cómo entiendes el reposo de Dios después de la creación? ¿Qué crees que significa el reposo de Dios?

Orar: El reposo de Dios muestra el triunfo final de Dios sobre todo lo creado. Dentro del descanso triunfante de Dios toda la creación debía de vivir. Ora dando gracias a Dios porque él es un Dios de descanso y orden. Ora y medita en lo que significa para tu vida que Dios sea un Dios de reposo.


MIÉRCOLES

Leer: Éxodo 20:8-11

Meditar: ¿Qué mandamiento está descrito en estos versículos? ¿Cuál es el patrón que sigue el día de reposo dado por Dios en Éxodo? ¿Por qué crees que Dios estableció guardar el día de reposo como mandamiento para Israel?

Orar: El día de reposo era el continuo recuerdo para Israel del reposo del Edén. Fue la manera que Dios tenía de permitir que Israel gozase, aunque de manera imperfecta, del reposo que perdimos en el Edén. Ora dando gracias a Dios porque el día de reposo en Éxodo demuestra que Dios no olvidó el reposo que perdimos. Orar dando gracias a Dios porque esto es muestra que él restablecería el reposo que perdimos en el Edén.


JUEVES

Leer: Salmo 95:1-11

Meditar: ¿Cuál es el tema o temas que presenta este Salmo? ¿Qué es lo que los vv.7-11 dicen acerca del reposo de Dios? ¿Con que momento de la historia de Israel crees que se asocia lo dicho en los vv.7-11? ¿Con qué crees que se identifica el “entrar en el reposo de Dios” según los vv.7-11?

Orar: Ora pidiendo a Dios que él te haga consciente de que debe existir fidelidad y lealtad en la vida hasta el reposo final.


VIERNES

Leer: Hebreos 3:7-4:11

Meditar: ¿Cuál es el acontecimiento histórico de Israel y el Salmo que cita Hebreos 3? ¿Cómo crees que Hebreos 3 sirve de ejemplo al autor para su exhortación en el capítulo 4? ¿Cómo entiendes que todavía quede un reposo para el pueblo de Dios? ¿Cuál es la exhortación que el autor realiza a sus oyentes?

Orar: La tierra prometida era el lugar de reposo para Israel, era la imagen de un nuevo Edén. La tierra prometida actúa como imagen de el reposo final para la iglesia en los nuevos cielos y tierra. Orar a Dios que frente a la realidad de lo que sucedió con Israel, Dios por su gracia te ayuda a ser fiel y estar firme en el presente sabiendo que todavía queda un reposo para su pueblo.


SÁBADO

Leer: Salmo 23:1-6; Juan 10:11-18

Meditar: ¿Cuál es el tema principal del salmo? ¿Con qué imágenes describe el autor a Jehová en el salmo? ¿Cuáles son las imágenes de descanso que describe el salmo? ¿Qué relación ves entre el Salmo 23 y lo dicho por Jesús en Juan 10?

Orar: El descanso verdadero solamente puede provenir de Dios. Cristo es el buen pastor que puede llevarnos al verdadero descanso. Ora alabando a Dios porque en la persona de su Hijo vino a ser el buen pastor que dio su vida para en la tuya pudieses tener reposo y vida eterna.
      Todo el universo creado y en especial, el ser humano como corona de la creación, debía vivir, actuar, moverse y gozar del reposo proveniente de Dios. Tristemente el pecado descrito en Génesis 3 hizo que, no solamente el ser humano sino toda la creación pasase de gozar del reposo de Dios a vivir en un mundo hundido en el caos, el dolor y la amenaza continua de la muerte. Por nuestro pecado pasamos del descanso en el Edén a los espinos, cardos y sudor de la frente producidos por un mundo herido por su rechazo a Dios (Génesis 3:18). Esta es la razón por la cual nuestras vidas no presentan un verdadero descanso. De una manera u otra son asaltadas de continuo por situaciones y temores que hacen que ningún reposo sea posible.