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MAS CRISTO HA RESUCITADO
“Mas ahora Cristo ha resucitado de los muertos; primicias de los que durmieron es hecho”
(1ª Corintios 15:20)
      Una de las cosas que recuerdo de mis años de estudio en el colegio, era un pequeño experimento que solíamos hacer de vez en cuando en la clase de Ciencias Naturales, lo que hoy en día sería Conocimiento del Medio. El experimento consistía en llevar una lenteja o un garbanzo, un pote de cristal y un poco de algodón. Lo que debía hacerse era poner el algodón dentro del pote de cristal y posteriormente poner la lenteja o el garbanzo dentro de él. Una vez hecho esto tenía que rociarse con agua el algodón y dejar el pote al lado de una ventana donde estuviese diariamente expuesto a la luz del sol. Pasados unos días uno podía ver como la lenteja o el garbanzo se abría y empezaba a germinar. Poco a poco un pequeño tallo de color verde aparecía del interior de la semilla el cual iba creciendo y creciendo cada vez más a medida que recibía agua y la luz del sol. La lenteja o garbanzo que habían sido puestos entre el algodón habían dado lugar a una planta pequeña que luego cada uno de los alumnos nos llevábamos a casa. Esta era una manera práctica de aprender lo que era la germinación y cómo ésta se producía. Recuerdo que me fascinaba contemplar cada día como esa semilla que había germinado iba creciendo. Lo cierto es que era como un acto de resurrección, aquella semilla que había muerto entre el algodón, al cabo de unos días resucitaba dando lugar a una nueva creación, una planta verde que, en cierta manera, vindicaba lo que había sucedido con la muerte de la semilla. Mucho puede aprenderse de las lecciones que el Creador ha dejado implícitas en la naturaleza que él ha creado. Así como la semilla que muere da lugar a un planta o árbol hermoso, Jesucristo quien murió en la cruz del Calvario resucitó para dar lugar a una nueva creación y a una esperanza viva. Sin lugar a duda el apóstol Pablo así lo estableció “mas ahora Cristo ha resucitado de los muertos; primicias de los que durmieron es hecho” (1ª Corintios 15:20).
Pastor Rubén Sánchez
Devocional Semanal - Pastor Rubén Sánchez
"...y le puso por nombre Eben-Ezer, diciendo: Hasta aquí nos ayudó Jehová" (1ª Samuel 7:12)
      El apóstol Pablo con esta simple pero contundente afirmación muestra como la resurrección de Cristo es una realidad histórica esencial para el evangelio y muestra cómo esta resurrección es el primer fruto de la esperanza futura de aquellos que hemos creído en Cristo. El apóstol Pablo es simplemente contundente “más ahora Cristo ha resucitado de los muertos”, no da lugar a la duda, no da lugar al titubeo con relación al asunto, frente a una posible incredulidad o negación Pablo establece un gran cambio “mas ahora Cristo ha resucitado de los muertos”.  ¿Por qué tal contundencia? La razón de ello es porque la resurrección de Cristo es una realidad histórica esencial en el evangelio y para la fe del creyente. Los esenciales del evangelio anunciado y predicado por Pablo y recibido por los Corintios y por cualquiera que ha creído en el evangelio son los expuestos en los vv.3-4 “Cristo murió por nuestros pecados conforme a las Escrituras, fue sepultado y resucitó al tercer día conforme a las Escrituras”. La resurrección no constituyó ni constituirá jamás una manera ficticia creada por Pablo o algunos cristianos para darle un “happy ending” a la muerte de Cristo. La resurrección de Cristo es uno de los esenciales del evangelio, sin ella no hay evangelio de gracia, perdón, salvación y vida eterna. El mismo Dios que decretó que su Hijo debía morir por nuestros pecados es el mismo Dios que con la misma autoridad decretó que su Hijo debía resucitar para vida eterna. El mismo Dios que fue capaz de mover su diestra de poder sobre su Hijo en la cruz movió su diestra para que las cadenas de la muerte no retuviesen a su Hijo y vindicasen así aquel que había muerto en la cruz. El mismo Dios que oscureció el cielo cuando su Hijo murió en el Calvario es el mismo Dios que trajo la luz de la nueva creación en el jardín de la tumba vacía cuando Cristo resucitó. El evento histórico de la cruz lleva al evento histórico de la resurrección de Cristo algo esencial e innegociable en el evangelio de Cristo, algo innegociable para nuestra salvación. Aquí reside, en parte, el carácter esencial e innegociable de la resurrección en el evangelio, es el primer fruto de nuestra esperanza futura.



      Hay algo que conforme pasan los años uno va haciéndose más consciente de ello. El tiempo se acaba y la realidad de la muerte pone en perspectiva muchas cosas ¿qué esperanza hay frente a tal negro horizonte? Pablo responde a ello “mas ahora Cristo ha resucitado de los muertos; primicias de los que durmieron es hecho”. Algunos negaban que hubiese una resurrección final, al igual que hoy en día muchos niegan algún tipo de esperanza futura (1ª Corintios 15:12-13). Si no hay esperanza final frente al enemigo de la muerte, entonces, Cristo no venció a la muerte, Cristo no resucitó, su supuesta resurrección pudo ser solamente un despertar de un desmayo. Si esto es así ¿de qué sirve nuestra fe? Si esto es así ¿qué perdemos el tiempo siendo objetos de burla? Pero Pablo no deja que este pensamiento encuentre terreno sólido en nuestra mente, con contundencia nos dice “más ahora Cristo ha resucitado de los muertos”. Cristo no se despertó de los desmayados, ni de los desvanecidos, Cristo resucitó de los muertos, por tanto, su muerte fue real así como su resurrección. La muerte fue vencida, los triunfos de la cruz vindicados y la victoria de la tumba vacía establecida. Y esta es nuestra esperanza frente a la guadaña de la muerte porque el Cristo resucitado es “primicias de los que durmieron es hecho”. El Cristo resucitado es el primer fruto de una cosecha gloriosa. El primer fruto que el Padre recogió del evangelio fue a su Hijo resucitado y éste es el primer fruto “de los que durmieron”, es decir, de aquellos creyentes en Cristo que enfrentaron, enfrentan y enfrentarán la realidad de la muerte. Así como las cadenas de la muerte no retuvieron a Cristo, tampoco esas cadenas retendrán a los que su fe está puesta en Cristo. El día glorioso llegará en que la muerte devolverá a aquellos sobre los que no tiene nada que clamar porque Dios les ha justificado, el día llegará en que el camino de vida eterna abierto por el Cristo resucitado será el camino que todo creyente andará. Si el primer Adán hundió en pecado la primera creación, el postrer Adán, Jesucristo, inauguró la nueva creación con su resurrección, los nuevos cielos y tierra han sido abiertos para los que son de la fe en Cristo Jesús.
MEDITACIÓN

¡Que maravilla poder enfrentar el futuro sabiendo que Cristo resucitó! Aún y lo terrible de la realidad de la muerte recuerda “mas ahora Cristo ha resucitado de los muertos; primicias de los que durmieron es hecho”. Sea la esperanza de la resurrección tu faro y guía. Sea la realidad de la resurrección lo que te lleva a exclamar “¿Dónde está, oh muerte tu aguijón? ¿Dónde, oh sepulcro tu victoria?” Sea la esperanza de la resurrección lo que te lleve a cantar:

“Porque él vive, triunfaré mañana
Porque él vive, ya no hay temor
Porque yo sé que el futuro es suyo
La vida vale más y más solo por él.
MEDITACIÓN SEMANAL BASADA EN EL DEVOCIONAL
MARTES

Leer: 1ª Corintios 15:1-20

Meditar: ¿Cómo define Pablo el evangelio que ha predicado? ¿Cuáles son los elementos innegociables del evangelio? ¿Cuál era el problema que tenían los Corintios en este capítulo?  ¿Cómo crees que el v.20 contribuye a rebatir el problema de los Corintios? ¿Por qué crees que la negación de la resurrección era algo terrible?

Orar: Pide a Dios que te ayude a permanecer siempre en los esenciales del evangelio que has recibido. Pide a Dios que sea el quien te ayude a permanecer y considerar lo grandioso de la realidad histórica de la resurrección de Cristo.


MIÉRCOLES

Leer: 1ª Corintios 15:21-28

Meditar: ¿Cómo compara Pablo a Adán con Cristo? ¿Cómo es presentada la resurrección de Cristo es estos versículos? ¿Qué relación crees que tiene la resurrección con la idea del reino?

Orar: Medita sobre la realidad que la resurrección revierte los efectos del pecado de Adán. Medita sobre la realidad que la resurrección supone el establecimiento del señorío de Cristo sobre los enemigos y, por tanto, la inauguración del reino de Dios. Da gracias a Dios en oración de que el Cristo resucitado es Rey victorioso y con autoridad.


JUEVES

Leer: Romanos 1:1-7

Medita: ¿Cómo describe Pablo el evangelio? ¿Cuál es el foco central del evangelio predicado por Pablo? ¿Cómo Cristo fue declarado Hijo de Dios según el v.3? ¿Cómo crees que la resurrección se relaciona con la declaración de Cristo como Hijo (puedes leer Hebreos 1:1-6)?

Orar: Pide a Dios que nunca pierdas de vista que el centro del evangelio es Cristo. Ora dando gracias a Dios porque él no dejó a su Hijo en la tumba sino que le levantó de los muertos vindicado que en aquel que has creído es verdaderamente su Hijo.


VIERNES

Leer: Efesios 1:15-23

Meditar: ¿Cómo es descrita la “operación del poder de su fuerza en los vv.19-22? ¿Qué es lo que supuso la resurrección de Cristo en estos versículos? ¿De qué es cabeza Cristo debido a su resurrección?

Orar: Pide a Dios que la consideración de la resurrección de Cristo te lleve al reconocimiento del señorío de Cristo a nivel universal y de manera especial y concreta como cabeza de la iglesia.


SÁBADO

Leer: Efesios 2:4-10

Meditar: Según el v.4 ¿cuál es la base o razón de todo lo que ha hecho Dios con nosotros? ¿Cómo ha actuado el poder de Dios en nosotros? ¿Qué relación crees que tiene el poder de Dios, la resurrección de Cristo y lo que Dios ha hecho en nosotros según los vv.5-6? ¿Cómo sucede todo esto según los vv.8-9? ¿Existe algún propósito ético en nuestra vida con relación a lo que Dios ha hecho?

Orar: Da gracias a Dios porque la salvación es por gracia por medio de la fe en Jesucristo. Da gracias a Dios que el poder que él operó resucitando a Cristo es el mismo poder que ha operado en ti para resucitarte y sentarte en los lugares celestiales juntamente con Cristo. Ora para que lo que Dios ha obrado en ti resulte en obediencia de andar en las obras que él ha preparado de antemano.